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¡Por fin es viernes! Cualquier oficinista estará de acuerdo: es el día más feliz de la semana. Ya sea por salir temprano de la oficina, aflojarse la corbata o sólo por convivir con quien uno quiera; es sin duda el mejor pretexto para liberar el estrés. Así transcurría en Maquinaria Panamericana, pero una tarde todo cambió y se desató la locura.
En el primer largometraje del director Joaquín del Paso, los empleados de una empresa veterana de equipos de construcción se preparan para el fin de semana, hasta que de la nada descubren el cuerpo de don Alejandro, el presidente de la compañía. Con su muerte, los trabajadores se enteran de que la compañía en realidad está en quiebra y que sus salarios han salido del bolsillo del difunto durante los últimos dos años. Sin ningún consuelo de liquidaciones o fondos de retiro, ni la esperanza de nuevas oportunidades en el mundo exterior, deciden encerrarse en el edificio y lo que empezó como un viernes común se transforma en decadencia.
A pesar de que la cinta se rodó con el tiempo medido y un presupuesto menor, su calidad no sufre por esas restricciones. Los aspectos técnicos desde el detallado diseño de producción, la dirección de fotografía de Fredrik Olsson, la corrección de color y el diseño sonoro de Santiago Arroyo y Santiago de la Paz están ejecutados de la manera más oportuna al crear un estilo visual retro que captura el estancamiento en el que se encuentra la empresa.
Aunque está pensada como una comedia negra, la historia se acerca más a las tradiciones del teatro del absurdo. No hay un personaje principal, las actuaciones funcionan como una narración colectiva, y la tensión incrementa a paso lento —a veces demasiado—, al punto de que el espectador experimenta la misma incertidumbre que los personajes. El mérito más destacable de esta cinta nominada a dos Premios Ariel —Mejor dirección y película— es sin duda la reflexión sobre la situación laboral y social del país y, aunque probablemente, no sea para todos los gustos y tenga algunos cabos por atar, el debut de Joaquín del Paso y su equipo es imprescindible en estos tiempos.