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Susanna Fogel, guionista de shows como Chasing Life (2015) y Life Partners (2014) presenta a Mila Kunis y Kate McKinnon en un filme de acción con tintes de comedia que queda mucho a deber.
Audri —Mila Kunis— está bastante triste por que su novio Drew —Justin Theroux— dejó todos sus mensajes en visto y no da señales de vida. Lo que no sabe es que es un espía y está en una misión especial. Su mejor amiga, Morgan — Kate McKinnon — trata de animarla para que pase su bache amoroso. Sin pensarlo —ni quererlo— Drew las involucra en la misión y son perseguidas por la CIA y un grupo de mafiosos.
Si bien la formula Mila-Kate parece atractiva, Mi ex es un espía no termina de amarrar y se convierte en dos horas —sí, dos horas— de chistes simplones y un pretexto para dar un tour por Europa sin pasaporte, porque según la película es fácil robar documentos y salirte con la tuya.
Las escenas de acción están bien logradas, pero el argumento central es tan flojo que se vuelve tediosa y se pierde la emoción, además —ya lo dije, pero ciertamente es un factor importante— es tan larga que pierdes el interés y te abruma una montaña de bromas que no te sacarán ni una sonrisa.
Si Susanna Fogel nos había ganado con sus programas de televisión, esta película nos hizo olvidar. Es triste darse cuenta que algunos directores creen que con solo tener nombres estrellas tendrán éxito.