Mimic: voces del más allá

Esta película de Corea del Sur protagonizada por Yum Jung-ah —como Hee-yeon— y Park Hyuk-Kwon —como Min-ho—, no tiene nada que ver con Mimic (1997) de Guillermo del Toro, ni con sus secuelas. Dirigida por Huh Jung, retoma la leyenda urbana del Jangsanbeom —El tigre Jangsan— una criatura que vive en las montañas de Corea el cual imita voces de personas para atrapar a sus victimas.

La historia comienza cuando Hee-yeon y Min-ho se van a vivir a una casa en el bosque junto a su pequeña hija, Joon-hee. Angustiada y deprimida por la desaparición de su hijo, Hee-yeon trata de sobrellevar su rutina, pero sucesos paranormales y apariciones la ponen en estado de paranoia.

La dinámica de la casa cambia cuando encuentran a una niña —de la misma edad de Joon-hee— en el bosque. Hee-yeon siente empatía por ella y en lugar de reportarla a la policía decide cuidarla. Poco a poco, la nueva integrante de la familia comienza a suplantar a Joon, tanto en voz, como en nombre.

Si bien la historia suena interesante, la mala actuación de su cast la vuelve tediosa, además la película peca de prevenirte por mucho tiempo los sustos y cuando llegan, ya no te causan ningún sobresalto.

Tal vez Mimic: voces del más allá juega a eso, a ser El tigre Jangsan que nos engañan y nos hace imaginar que puede ser tan buena como el filme de Guillermo del Toro, pero que al tenernos en cerca, solo nos matará… de aburrición.