Regresa a mí

En el cine, la adicción a las drogas se siente desgarradora en estos días. Eso es probablemente como debería ser (vivir la realidad es mucho peor). Sin embargo, entre Bradley Cooper aplastando píldoras con su bota en Nace una estrella, la mirada condenada de Timothée Chalamet en Beautiful Boy y ahora Lucas Hedges arrastrando a su familia a través de otra ronda de recaídas en Regresa a mí.

Esta cinta puede sentirse como si te hubieras graduado de un programa de 12 pasos. El trabajo de Hedges es tan impresionante como los sentimientos que transmiten los otros actores; de hecho, puedo haber eclipsado a sus compañeros de ciertas maneras, pero esta es una actuación complicada de muchas formas. 

Desafortunadamente, la película se presenta en el sentido más esquemático y falso, estructuralmente hablando. Regresa a mí ocurre durante una Nochebuena llena de eventos que haría que incluso la cabeza de Macaulay Culkin diera vueltas: la mascota desaparece, participan en un concurso, irán a la misa y los padres serán empujados a sus límites de paciencia. 

Todo se siente intensamente melodramático, mientras que la edición frenética y sin aliento, realizada por Ian Blume, transforma incluso el argumento más inocuo de la cocina en una manía inducida por las drogas. Julia Roberts, como Holly, la madre de Ben, debería haber sido nuestro conducto hacia las emociones más suaves del guión, pero agrega una capa de estrella de cine que distrae.