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Una absurda 'road-movie' sobre un agente musical de baja estofa que viaja a Afganistán para promocionar a una de sus estrellas, 'Rock the Kasbah' es una película fracturada en dos partes. La primera parte resulta ágil, divertida, insidiosa: la pareja que forman Bill Murray y Zooey Deschanel desencadena momentos memorables de comicidad alucinada, y hasta parece que todo se encamine hacia un comentario mordaz sobre la intervención estadounidense en el país asiático. La segunda lo deja de lado y se adentra en una parodia de los concursos musicales que a la vez es un homenaje a la primera mujer que cantó en la versión afgana de 'American Idol'. Y aunque Barry Levinson no sepa muy bien a qué carta jugar, su retrato del perdedor en tierra extraña resulta finalmente conmovedor.