1. Playa de Ris (Noja)


No es de extrañar que esta localidad de la costa cántabra pase en verano de los 2.500 habitantes a cerca de los 80.000. Y es que con el buen tiempo se convierte en un destino perfecto para una escapada de fin de semana o para disfrutar de unas tranquilas vacaciones de verano. Tiene varias playas, la más céntrica es la de Trengandín, que destaca también por su espectacular contraste entre el mar y el entorno y cuando hay marea baja la vista nos devuelve un precioso paisaje repleto de rocas. La otra playa es la de Ris, una gran extensión de arena de más de 2.000 metros. Es la favorita de los surfistas (y de hecho hay una escuela a pie de playa), pero también de los que quieren divertirse entre las olas, practicar snorkel o paddle surf. Si vais con niños, no hay peligro, porque la playa es tan ancha que muchas veces crea pequeñas piscinas donde se lo pasarán en grande. Tiene además aseos cerca, duchas y varias opciones de restauración al lado.