1. Chilecito


Chilecito puede ser un gran punto de partida para conocer esta parte de La Rioja. Se trata de una ciudad que nació como pueblo minero y que hoy vive gracias al turismo y la vitivinicultura. Está rodeada de montañas con la Sierra de Velasco de un lado y el Famatina -la montaña continental más alta del mundo- del otro.
Es la ciudad ideal para dormir por la cantidad de opciones y variedad que tiene (aparts, cabañas y hasta un hotel 5 estrellas). Los fines de semana, en su plaza principal, funciona una feria de artesanos y en sus alrededores se pueden comprar productos regionales.
El dato: si visitás esta parte de La Rioja no te podés volver sin buenos vinos, algún aceite de oliva y aceitunas. Si queda espacio, nueces confitadas y unos yuyitos para el mate también cuentan. Podés conseguir todo esto en los locales alrededor de la plaza central.
Dónde: Chilecito está hacia el noroeste de la provincia, a unos 100 kilómetros de La Rioja. Para llegar desde Buenos Aires se puede ir en colectivo, auto o avión hasta la Capital.