cang-tin
Daniela fernandez
Daniela fernandez

Guía Time Out: los asiáticos que tenés que probar

Descubrí los mejores restaurantes de comida asiática en Buenos Aires, seleccionados por la Guía Time Out de Restaurantes y Bares 2024.

Pilar Tapia
Publicidad

La escena asiática en la ciudad está más viva que nunca. Ya no hace falta cruzar el planeta para comer un buen pad thai, slurpear un ramen de esos que te arreglan el día o descubrir rarezas coreanas que no sabías que necesitabas. En esta lista reunimos algunos de nuestros favoritos—los que figuran en la edición 2024 de la Guía Time Out de Restaurantes y Bares—y que, además de romperla con sus platos, están desparramados por distintos barrios porteños. Algunos son clásicos escondidos, otros recién llegados con onda, y todos tienen algo que los hace únicos. ¿Listos para una vuelta por Asia sin salir de Buenos Aires?

1. Bi won

Es uno de los coreanos con más historia en la ciudad, pero aún se mantiene como un secreto entre habitués. Escondido tras una fachada de vidrio repartido y sin ningún tipo de cartel, primero hay que atravesar un pasillo que parece el set de una película asiática, antes de llegar a un salón amplio y anticuado con mobiliario y mamparas de madera y una barra al fondo. La gente va por la comida y todos los platos salen con un set de sabrosos acompañamientos: fermentos, kimchi, ensaladas agripicantes y por supuesto, arroz. Pidan la carne de cerdo a la parrilla con salsa picante (jekuk). Y entre las sopas, la manduguk. Si es su primera vez, algo más "tradi" como el bulgogui.

El dato. la cocina cierra temprano.

Dónde: Junín 548.

2. JuaJua Ramen

Gran incorporación al catálogo de restaurantes chinos en Buenos Aires. JuaJua Ramen es el proyecto de una madre y una hija, originarias de la provincia de Jiangxi, al este de China. Se cruzaron el mundo, Jenny Liu llegó para estudiar y su madre tiempo después para acompañarla. Como se aburría decidió abrir un restaurante. El local es prolijo y luminoso, con una pequeña terraza para los que quieren comer al aire libre.

Adentro hay mesas para dos o para cuatro personas en un salón que se conecta con la cocina. El menú tiene fotos para los que no están tan duchos en este tipo de cocina. Recomendamos empezar con unos dumplings y seguir con la increíble sopa agripicante con fideos de batata.

El dato: se puede comprar la salsa picante (deliciosa) que usan para casi todos los platos.

Dónde: Agüero 436.

Publicidad

3. Buri Omakase

Marcello El es uno de los grandes conocedores del pescado argentino. Andariego y navegador del mar, mucho de ese conocimiento lo aplica en su barra de sushi en Palermo que logró un reconocimiento de la Guía Michelin en 2024. Buri Omakase funciona a puertas cerradas y consiste en una mesa con apenas 10 lugares donde uno se pone a merced del sushiman. En una sala contigua se encuentra el bar, especializado en sakes, que se puede visitar antes o después de una comida. Previo a los niguiris elaborados con pesca local, de temporada y artesanal, salen pasos como la sopa de miso.

El daro. Marcello El se reconoce fuertemente influenciado por las tradiciones de Kioto.

Dónde: Guatemala 5781.

4. Cang Tin

Atentos amantes de la comida Viet Thai. Este es un lugar imperdible. Ya el estar metido en un callejón sin salida de Palermo le da un look asiático que lo ayuda en la mística del lugar. José Delgado y socios se encargaron de sacarle solemnidad a esta cocina y montaron un local bien callejero, joven y audaz que ya comienza a sentirse clásico. El porteño es un público difícil para el picante pero ellos decidieron evangelizar. Mal no les va. En Cang Tin vas a encontrar muchos colores, texturas y sabores.

También te puede interesar: Dónde comer probar sabores de Medio Oriente, según la Guía Time Out

La sopa tailandesa agripicante de langostinos llamada Tom Yum Goong es un plato a pedir. El cóctel de mariscos, para compartir, es una fiesta de sabor.

El dato: las mesas del exterior no son aptas para quienes no quieren sacrificar comodidad a la hora de cenar.

Dónde:  Av. Dorrego 2415.

Publicidad

5. Centro Okinawense

La comunidad okinawense es la más numerosa entre las que provienen de Japón y el restaurante que se encuentra dentro del centro le hace honor a ese orgullo. Está oculto en el segundo piso del edificio y al ingresar te teletransporta directamente a esa zona de archipiélagos. El plato de soba, son fideos de trigo un poco más gruesos que se sirven en un caldo, es una caricia al alma, es ideal para enfrentar resfríos. El salón es muy amplio y cada mesa tiene el espacio suficiente para sentir privacidad al comer. La carta de tempura está por encima de la media.

El dato: el sushi es el tradicional que se sirve en Buenos Aires y un poco lejano a las tradiciones asiáticas. Pero es un gran sushi estilo porteño.

Dónde: San Juan 2651.

6. Antro

Abierto en abril del 2024, Antro es un restaurante que se ocupó tanto de su gastronomía como de crear una experiencia conceptual para conquistar el nuevo público ávido de conocer los omakase de Buenos Aires. El ingreso al local se da por una “cueva” donde la bodega es la principal atracción. Como en las obras de teatro, la cena arranca a un horario puntual y para quienes quieran llegar temprano o quedarse de sobremesa hay un bar exclusivo en la planta alta. La estética está cuidada al máximo y el salón cuenta con dos barras para 23 comensales.

El dato: son catorce pasos de un menú tipo fusión nikkei donde hay de todo: ceviche, wagyu, chipirones y un largo etcétera.

Dónde: Gurruchaga 1145.

Publicidad

7. Chino Fino

El romance entre los porteños y el ramen afortunadamente sigue de parabienes. Hay muchos y muy buenos lugares para tomar esta sopa que nació en China pero se popularizó en todo el mundo su versión japonesa. Uno de los spots que más nos gusta, considerando su óptima relación precio-calidad, es Chino Fino, un local muy sencillo ubicado en una esquina vidriada, con mesas altas y banquetas, en Palermo. Público joven adepto al animé colma la sala. El servicio es muy veloz. Se puede arrancar con unos baos, entre los cuales hay opciones veganas. Y luego ordenar alguno de los ramen.

El dato: recomendamos especialmente el miso hot, pero hay varias opciones más para todos los gustos y tolerancias de picantes.

Dónde: Gorriti 4802.

8. Fukuro

Claramente es uno de los referentes en materia de ramen en Buenos Aires, fue el primero en dedicarse exclusivamente a este plato. Fukuro es de esos lugares de gastronomía japonesa que eligió una estética más cercana a la nueva cultura urbana de Tokio. Hace poco dejaron el local pequeño pero con toda la onda y se mudaron a uno más grande a riesgo de perder clima. Se destacan por su muy picante ramen Karairamen, con un caldo potente y fideos caseros, además de platos como los dumplings y baos. Para adaptarse un poco más al público argentino sirve el Akamiso ramen que está hecho con un caldo de cerdo y miso rojo.

El dato: el formato de barra, típico de los locales de ramen en Japón, se mantiene en la nueva locación.

Dónde: Carranza 1940.

Publicidad

9. Sudestada

Sudestada es uno de los sobrevivientes del primer Palermo. Nació a fines de los 90, cuando la cocina del sudeste asiático era toda una novedad en Buenos Aires y se mantiene vigente. ¿Una de las tantas razones? Sus siempre competitivos precios. Al mediodía tienen un menú imbatible y, por la noche, los precios no son mucho más altos. Recomendamos el pad thai, por supuesto, y especialmente los curries, el verde o el rojo, ideales para acompañar con un vino blanco o un tinto ligero.

También te puede interesar: 19 nuevos restaurantes en Buenos Aires

El dato: ubicado en una esquina, luminoso y predominante en colores claros, fue uno de los primeros restaurantes de Buenos Aires diseñados por el talentoso Horacio Gallo.

Dónde: Guatemala 5602.

10. Orei

El reconocido Roy Asato jugó fuerte en aquel 2021 al poner Orei en el pasaje Echeverría que recién comenzaba a ver la luz en el barrio de Belgrano. El ramen todavía no estaba de moda pero el chef ya tenía fanáticos de su versión nikkei de la gastronomía nipona. Y fue todo innovación: una cocina horizontal, sin jerarquías e íntegramente formada por mujeres, con jornadas de meditación y yoga para fortalecer el grupo. Es cocina pura callejera, hay que ir hasta el kiosco, hacer el pedido digital y esperar el ramen en la vereda. Después de mucha experimentación, Asato logró un caldo para su ramen con mucha personalidad.

El dato: luego de ser la novedad pasó con éxito la meseta y se consolida como la referencia en este plato.

Dónde: Echeverría 1677, Local 8.

Publicidad

11. Norimoto

El fenómeno de la especialización en la gastronomía es mundial y a Buenos Aires recién está llegando la tendencia. Norimoto es el primer bar de “hand rolls” de la ciudad. Podríamos decir que si los temakis son los conos de sushi, los hand rolls vendrían a ser los churros. En un espacio reducido y “aesthetic”, con capacidad para solo 17 lugares, se sirven diferentes hand rolls de acuerdo al pescado más fresco que se haya conseguido en el mercado, siempre huyendo del salmón.

El dato: la invitación incluye comer directamente con las manos que es una tendencia que crece para asemejarse culturalmente a cómo se degusta el sushi en Japón.

Dónde: Av. Del Libertador 6739.

12. Bao Kitchen

Cocina taiwanesa elaborada por un staff de mujeres en un austero, pero prolijo local de Recoleta que ostenta una formidable relación precio-calidad. Por alguna razón que desconocemos Bao Kitchen es mucho más popular entre los turistas que entre los locales que apenas lo conocen. Si van por primera vez ordenen el Lurou Fan, su plato más famoso, que consiste en un ragout de bondiola y panceta estofado sobre arroz, huevo y pickles de repollo, que se prepara con pasta de maní. También nos gusta mucho el pollo mandarín, con una salsa de naranja natural, y los curries.

El dato: casi toda su materia prima es orgánica y tienen una oferta amplia para veganos y vegetarianos. Atención a comensales solitarios: se puede comer en la barra.

Dónde: Pueyrredón 1790.

Publicidad

13. Fa Song Song

Cocina coreana rápida y de buena manufactura. Perfecto para rockear un almuerzo de semana en el Microcentro. Fa Song Song tiene la virtud de la estandarización bien entendida, todos los días los platos salen iguales. Una persiana americana deja entrever un salón moderno y luminoso. La cocina está integrada y emana una fragancia que desarma voluntades. Nos gusta mucho el jejuk deobap, una bondiola de cerdo salteada con una salsa a base de gochujang, una pasta de ají fermentada (alerta: es picante) muy usada.

El dato: recomendamos probar los tteokbokki , algo así como los “ñoquis” coreanos: en realidad son cilindros que se preparan con harina de arroz y se sirven con una salsa picante, muy popular como plato callejero en Seúl.

Dónde: Esmeralda 993.

14. Ensö

Ensō se sumó al boom de la cocina japonesa con el lema de "alma asiática y comida reconfortante", en un barrio en el que faltaba una opción de este estilo.

Ofrecen todo lo que no es sushi, desde un ramen hasta bowls y onigiris (arroz relleno de hongos y miso o de cerdo, en el caso de Ensõ). Además hay dumplings y baos. Completito y variado para el reducido espacio en el que el lugar central lo ocupa una barra baja junto a la cocina a la vista. Buenos aromas en un ambiente cálido y bien atendido.

Entre los rámenes el más popular es el tonkotsu con caldo de cerdo cocinado durante ocho horas, aunque también nos gusta la versión más picosa con kimchi. Para cerrar variedad de masitas japonesas (dorayaki).

El dato: tienen opciones vegetarianas.

Dónde: Holmberg 2248.

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad