Entre Lyon y Aviñón, en medio del imponente parque natural de Vercors, se esconde el que posiblemente sea uno de los secretos mejor guardados de Europa. Un tesoro escondido que se asoma a un acantilado sobre el río que da nombre a la localidad y que recuerda muchísimo a una de las joyas de la arquitectura española: las casas colgadas de Cuenca. Y es que la similitud entre ambos lugares es total: viejas casas encaramadas a la cornisa de la roca, asomadas al río sobre terrazas en voladizo y cuya construcción en alturas en época medieval parece casi imposible.
Si no te has planteado viajar a Francia desde España, quizá deberías echar un vistazo a estos rincones. Lugares bonitos, salvajes y sobre todo desconocidos por los que merece la pena una escapada al país vecino. Desde las tranquilas y sofisticadas playas de la costa Azul, en el tranquilo Mediterráneo, a las aguas salvajes del Atlántico (paraíso de surfistas). Pero es que el interior es aún más diverso y difícil de catalogar, desde las empinadas pistas de esquí de los Alpes a los perfumados campos de lavanda de la Provenza. Y sus viñedos de Borgoña, y sus castillos, y sus jardines ingleses, y sus exposiciones en París o Toulouse... ingredientes que lo convierten en el destino turístico más visitado de todo el mundo. Aquí van unos cuantos motivos para viajar hoy mismo (y hacerlo en un tren AVE que llega directo desde Madrid).
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