De los castings en Utilísima a la calle Corrientes, Fernanda Metilli recorrió un camino propio, siempre con el humor como brújula. Actriz, comediante y pareja de Agustín “Soy Rada” Aristarán, hoy la rompe en dos obras a la vez: “Las chicas de la culpa” y “Empieza con D, Siete Letras”, dirigida nada menos que por Juan José Campanella. Dueña de un estilo gestual y bien corporal, habla de lo que aprendió compartiendo escenario con otras comediantes, del deseo de hacer cine o series, y de cómo el humor sigue siendo su lugar favorito en el mundo.
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¿Te imaginabas cuando arrancaste en Tandil, haciendo castings en Utilísima, que algún día protagonizarías una obra en la calle Corrientes con dirección de Juan José Campanella?
No, no me lo imaginaba. Sobre todo porque siempre pensé que no iba a ser, que no me iba a poder sostener solamente con la actuación, económicamente hablando. Entonces ya todo fue una sorpresa. El primer casting de Utilísima fue una buena señal de: “Che, me parece que sí, que vas a poder”. Además, yo creía que Campanella no me conocía, ni sabía cómo me llamaba, sí que me había visto actuar porque yo me acordaba que había ido a ver obras en las que estuve.

Estás en “Las chicas de la culpa” y en "Empieza con D, Siete Letras". ¿Qué tiene que tener un proyecto para que digas: “acá me quiero quedar”?
Humor sí o sí. Y comedia. Creo que no haría solo drama en teatro. Quizás sí en cine, obviamente que sí. Pero en teatro a mí me gusta hacer reír.
En teatro, me gusta hacer reír
Desde tus primeros pasos en el stand up hasta hoy, con dos obras exitosas en cartel, ¿qué sentís que cambió o se potenció, en tu forma de hacer humor?
Creo que se potenció mi propio estilo, que es más corporal, más gestual. Si bien son muy diversas las obras que hago y son muy diferentes, “Las chicas de la culpa” y una obra de texto como "Empieza con D, Siete Letras", en ambas están mi forma de hacer humor, con lo gestual y corporal.

En "Las chicas de la culpa" te subís al escenario con grosas de la comedia y el humor. ¿Qué aprendiste de hacer humor con otras mujeres? ¿Qué te da este formato que no te brinda el subirte al escenario sola a hacer stand up?
Subirme al escenario con Malena Guinzburg, Connie Ballarini y Natalia Carulias, es lo mejor. Primero, porque somos todas muy distintas y aprendemos mucho cada una de la otra. Hay como una retroalimentación de que lo que no tiene una, lo tiene la otra, y está re bueno cuando nos vemos arriesgar. Eso para mí es fascinante. Siempre se aprende, al menos a mí me gusta aprender de todos los proyectos en los que estoy y con todas las personas que trabajo. Encima con las chicas somos amigas y tratamos de que eso suceda siempre, de aprender de la otra o de decir: “Mira por dónde fue” y para mí eso es admirable.
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Hoy estás en un gran momento profesional. Si mirás un poco más adelante, ¿qué sueño artístico te gustaría cumplir que todavía esté en carpeta?
Me gustaría hacer cine o series de plataformas que son dos formatos en donde nunca estuve.
PING PONG
Para desconectar a full: ¿el silencio de las sierras de Tandil o una caminata por Buenos Aires de noche? El silencio de las sierras de Tandil.
¿Un plan en pareja que nunca falla? Con agus nos gusta viajar a donde sea.
Una escena que soñás actuar alguna vez: Alguna de “La suerte está echada”.
Una mujer que te inspira en la vida o en el escenario: Mi vieja.
¿Pizza con birra o asadito con vino tinto? Pizza y birra.
Una frase que te representa hoy: Seguir para adelante.
Un lugar donde siempre te sentís en casa: Un kiosko.
¿Una comida que te conecta con tu infancia? Milanesas con papas fritas.
Cuándo y dónde: Empieza con D, siete letras de miércoles a domingos en el Teatro Politeama, entradas acá. Las chicas de la culpa los martes en el Teatro El Nacional, entradas acá.