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Sweet Club & Temptation Restó
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Experiencias eróticas en Buenos Aires para activar el deseo

Viví experiencias eróticas en Buenos Aires: cenas sensuales, masajes tántricos, shows, sex shops y más.

Valeria Massimino
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Buenos Aires no duerme, pero sí fantasea. Entre el scroll infinito y los planes de siempre, lo difícil no es salir… sino animarse a descubrir algo distinto. En tiempos que empujan a la desconexión, regalarse espacios para reconectar con el cuerpo, las emociones y una verdad propia, libre de máscaras y de expectativas ajenas, es un acto revolucionario y sanador.

Esta guía no viene con recetas ni clichés románticos. Aquí se trata de juego, placer, deseo y curiosidad. Solo, sola, en compañía, con varios… Lo que importa no es con quién, sino cómo se siente.

Desde clubes swingers y masajes tántricos hasta cenas sensoriales, shows eróticos, cine XXX y rincones de juego elegante, estas son 10 formas de salir del loop y redescubrir el deseo. Porque, como dijo Lacan, “el deseo nunca se satisface del todo”. Y ahí está su potencia.

1. La Cena Secreta

En pleno corazón de Palermo, una mesa larga iluminada por luces tenues invita a sumarse a algo distinto. La Cena Secreta no es una cena más: es una experiencia multisensorial que fusiona arte, placer y alta gastronomía en una puesta en escena provocadora, elegante y profundamente sensual. Bajo la dirección de Leandro Travaglio (Gorriti Art Center), la propuesta nació en plena pandemia como un juego erótico a domicilio: cajas sensoriales, menús secretos, velas y códigos QR interactivos que sedujeron a Buenos Aires. Hoy, en su versión presencial, el fenómeno sigue más vigente que nunca: tres horas y media de entrega absoluta al juego y al deseo.

El menú afrodisíaco de tres pasos, diseñado por el chef Sergio Moro, despierta los sentidos con platos de autor, mientras la cena se fusiona con música en vivo, performances, danza, magia, humor y un consultorio sexual a cargo de un sexólogo que responde preguntas con picardía y sin tabúes.

Aquí suceden cosas que no se pueden contar, pero sí vivir… La Cena Secreta es ideal para parejas curiosas, grupos sin prejuicios y aventurero/as del deseo que buscan romper la rutina y activar todos los sentidos.

El dato: Universo Secreto es la versión pensada para parejas seleccionadas, en una experiencia extrasensorial más íntima. Mesa 69 está diseñada para que solos y solas puedan sumarse sin necesidad de venir en pareja. Reservas, acá.

Dónde: Av. Juan Bautista Justo 1617, Gorriti Art Center.

2. Amapoly, masajes tántricos

No es un masaje con “final feliz”. Es un viaje sensorial al centro del cuerpo, el deseo y la presencia. El masaje tántrico sensitivo es una experiencia de reeducación sensorial que amplía los umbrales del placer, activa la bioelectricidad del cuerpo y propone un erotismo consciente, lejos de la prisa y las expectativas.

Poly, fundadora de Amapoly, dejó atrás su carrera bancaria para dedicarse a acompañar a personas en el despliegue de su sexualidad genuina. Hoy guía sesiones individuales y talleres para quienes buscan reconectar con su cuerpo y su deseo.

Cada encuentro (individual, en pareja o en dupla) invita a respirar, sentir y habitar el cuerpo desde un lugar lúdico y amoroso. En los talleres privados, Poly enseña prácticas simples pero profundas, desde masajes relajantes hasta juegos eróticos y técnicas íntimas que renuevan el repertorio sensual y genital. Más que una técnica, es una invitación a reconectar con una sexualidad libre, viva y auténtica. Se respira respeto, profesionalismo y mucha sensibilidad.

“En mis Talleres Privados las/os invito a conectarse con prácticas simples y profundas, les enseño a darse mutuamente un masaje tántrico que invite tanto a la relajación como al juego erótico, y además los/as guío en el masaje íntimo transmitiéndoles un repertorio de toques genitales distinto a todo lo que conocen”. Poly.

El dato: la sesión de masajes tántricos sensitivos dura 1 hora y 30, de la cual 45 minutos son de masaje. Reservas, acá.

Dónde: Villa Crespo, CABA.

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3. BelenCita

“Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”, decía Julio Cortázar. ¿Match cara a cara? BelenCita propone una experiencia presencial para conectar de verdad: sin pantallas, sin algoritmos, sin filtros. Nada de “yo me quiero casar… ¿y usted?”, pero sí miradas reales y charlas sin swipe, bio ni ghosteo. Una especie de speed dating reinventado, más humano, más sensible, con alguien detrás que entiende de vínculos y sabe lo que hace.

BelenCita nació en Mar del Plata en 2022, cuando Belén —con experiencia en salud mental y una mirada artística muy personal— decidió unir esos dos universos para crear una alternativa real al dating online. Diseñó un método propio con consignas, pasos y juegos que invitan a vincularse desde el deseo, la emoción y la espontaneidad. El primer evento fue en la costa, pero pronto la propuesta llegó a Buenos Aires… y explotó: hoy convoca a más de 120 personas por edición, y sigue creciendo. "No es una salida cualquiera. No es simplemente para conocer gente. Es una experiencia con método, con contenido, con mirada humanista", explica Belén.

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Cada encuentro está pensado para desarmar poses, habilitar el juego y dar lugar al encuentro genuino. BelenCita empezó con reuniones íntimas y hoy convoca fiestas multitudinarias como la Chapa Fest (el nombre habla por sí solo). Las actividades, siempre inesperadas, invitan a explorar desde otro lugar.

Los cupos son limitados y balanceados con previa inscripción. La comunicación es personalizada, vía WhatsApp, y en redes no se publican fotos de los participantes: la privacidad es parte del código.

El dato: también hay campamentos, cenas especiales, viajes de solteros/as y muchas propuestas creativas.  Las reservas son vía WhatsApp, pero recomendamos chequear el calendario, acá.

Dónde: la ubicación es variable: Palermo, Caballito, San Cristóbal (según el mes).

4. Sweet Club & Temptation Restó

En pleno corazón de San Telmo, Sweet Club & Temptation Restó es mucho más que un club: es una experiencia sensorial única, sofisticada y sin prejuicios. Con años de trayectoria, este espacio se consolidó como el referente del universo swinger en Argentina y Latinoamérica.

La propuesta es integral y cuidada al detalle: dress code, noches temáticas, y un ambiente donde la seguridad, el respeto y la sensualidad son pilares. Hay parejas que asisten todas las semanas y una comunidad sólida que se ha ido construyendo noche tras noche. “No podemos revelar todo lo que sucede, pero hay algo seguro: quien viene, vuelve”, cuenta Maggie, anfitriona y embajadora del lugar.

Coordinadores y coordinadoras reciben a quienes llegan por primera vez. Se despejan dudas, se explican las reglas y, sobre todo, se garantiza un ambiente donde la libertad y el respeto son la base de todo. La experiencia comienza en Temptation Restó, un restaurante de tres pasos con menú afrodisíaco y cócteles internacionales que preparan el clima desde el primer bocado. En el primer piso, Sweet Club despliega su universo: sectores ambientados para explorar, conocer, dejarse llevar.

El dato: de jueves a domingo, las propuestas incluyen noches temáticas y actividades que invitan a jugar con curiosidad, confianza y sin etiquetas. Para más información, acá.

Dónde: Chacabuco 162, CABA.

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5. Savage, sex shop

Desde hace seis años, Nicolás Vidal y Lourdes Zybala —pareja y socios— están al frente de Savage, un sex shop boutique en pleno Palermo Soho que abre sus puertas de lunes a lunes. Con más de 2000 juguetes, de todas las marcas que llegan a Argentina. El diferencial está en ser atendido por una pareja que conoce el rubro a fondo. “En promedio, una visita dura 30 minutos porque mostramos todo, tanto para quienes buscan algo específico como para quienes no tienen mucha idea”, cuentan.

Ofrecen desde lo clásico —succionadores, rabbits, estimuladores, lubricantes, aceites y lencería— hasta productos más atrevidos y lúdicos para quienes quieren explorar. Además, crearon Choise, una línea de juguetes básicos, funcionales y accesibles. Cada producto busca acompañar una experiencia íntima y placentera, lejos del juicio y cerca del disfrute.

“Los sábados y domingos, cuando hay más gente, solemos hacer explicaciones casi grupales. Pero siempre el foco está en que todos se sientan cómodos, la pasen bien y aprendan sobre este mundo”, agregan.

El dato: en el local hay una máquina de premios al estilo arcade, pero en vez de peluches, podés sacar juguetes sexuales. Además, realizan envíos a todo el país.

Dónde: Thames 1481.

6. SEX, show erótico

Creado por el incansable José María Muscari, SEX es mucho más que un show: es una experiencia sensorial que revolucionó la noche porteña. Erotismo, humor, coreografías vibrantes y una atmósfera que celebra el deseo en todas sus formas.

“No hay nada igual en el mundo, ni siquiera en París”, nos cuenta José María Muscari, alma mater del proyecto. Y no exagera. SEX es provocador, explícito y poético. Se canta, se baila, se actúa, pero no es teatro, ni comedia, ni recital. Es otra cosa. Es puro cuerpo y energía. El público es diverso: parejas, solos, solas, grupos, curiosos. Todos se entregan a un viaje inmersivo donde el placer se vive sin etiquetas. En esta nueva etapa regresan dos íconos del universo Muscari: Romina Richi y Tucu López, con más fuego y magnetismo.

El dato: SEX ofrece dos espacios exclusivos: La Zona Roja y El Cuarto Oscuro, accesibles solo con entrada upgrade. Allí, 25 espectadores por función acceden a momentos más íntimos, más hot, en paralelo al espectáculo principal. Duración  90 minutos.

Dónde: Av. Juan Bautista Justo 1617, Gorriti Art Center.

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7. Otello, hotel temático

Siguen siendo un refugio, una vía de escape, un recreo en medio de la rutina. Pero también un escenario donde el deseo se libera y el juego toma forma. Buscar lo temático sigue siendo un clásico que no pasa de moda. Y Otello lo sabe.

Estas habitaciones ofrecen fantasías listas para ser vividas, ideales para explorar otras versiones de uno mismo, aunque sea por unas horas. ¿Quién decidís ser esta noche? Algunas de las favoritas: “Años 50”, con cortinados, luces tenues, cuadros retro y muebles vintage, un viaje directo a otra época, con mucho rojo, terciopelo y espejos. “Camarote”, ideal para quienes nunca durmieron en uno y quieren subirse a esa fantasía.

La categoría Appart propone una experiencia de lujo y confort: habitaciones amplias, diseño sobrio, servicios premium y tecnología pensada para el disfrute. Hidromasaje, cabina de ducha, paredes espejadas y pasarelas vidriadas completan el combo ideal para quienes quieren innovar en pareja.

El dato: todos los pernoctes finalizan a las 14hs., e incluyen desayuno.

Dónde: Arregui 4241, Villa Devoto.

8. Cine ABC

Hubo un tiempo en que el erotismo se consumía en papel: revistas, pósters gigantes, márgenes doblados por la urgencia, o por la falta de privacidad. Después llegaron los canales codificados: Venus, Playboy, donde, si no pagabas, solo veías estática y escuchabas gemidos. Había que imaginar. Y mucho.

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Mientras tanto, en una esquina del microcentro porteño, ya latía un templo del porno analógico: el cine ABC, una sala que sigue funcionando. Con cortinas rojas que bien podrían estar en una versión del Red Room de Twin peaks, curada por John Waters y el Almodóvar más salvaje, uno que hubiera pasado una larga noche en Constitución. Una atmósfera cargada, húmeda, casi suspendida en otra época, el ABC es una cápsula del tiempo… y del cuerpo. Tan trash que hipnotiza.

Con una historia que arranca en los años 60, sí, por allí pasaron figuras como Charly García y artistas que subían a escena a mostrar su arte, el espacio fue mutando con el tiempo: de teatro alternativo a cine porno de culto. Hoy es exclusivo para la comunidad gay. Ale, quien trabaja allí desde 1997, recuerda con emoción los días en que el lugar se llenaba de gente que buscaba mucho más que una película. Algunos siguen yendo. Se hacen amigos. Se hablan en voz baja. El ritual continúa.

El dato: fue clausurado más de una vez, pero siempre vuelve. Es lo único que sobrevive de una época que ya no existe… aunque algo de ella, todavía late. Abierto todos los días.

Dónde: Esmeralda 506.

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9. DURX Art Company

Performance, fetiche, danza, teatro físico y delirio sensorial. DURX dance club no es solo una fiesta: es una experiencia inmersiva donde se cruza el arte contemporáneo con el deseo, la oscuridad (que todos tenemos) y la libertad.

Una compañía interdisciplinaria que crea universos conceptuales a través del cuerpo, el movimiento y la estética sin filtros. Una fiesta que es también ritual: cuerpos, arte, reglas claras y un solo mandamiento… entregarse a la experiencia. Respeto absoluto y consentimiento explícito: sin eso, no hay experiencia posible.

El dato: el dress code sugiere ir más allá: hardcore, fetish, kitsch, camp, punk o elegante extremo. A libre interpretación (y con guardarropas disponible). El uso de celulares y cámaras está restringido, especialmente en el sexroom. Más info en durxproject.com

Dónde: la dirección exacta se comparte al adquirir la entrada. (Ingreso: de 23:59 a 03:00 (sin excepciones, por normas locales). Entradas por mensaje directo en Instagram o vía Telegram.

10. Podcast “Relatos eróticos de Argentina”

Siempre es estimulante escuchar una buena historia… y más aún si es una fantasía. El podcast Relatos eróticos de Argentina, creado por la escritora Lola Rossi, invita a sumergirse en un universo donde el deseo se narra en voz alta: relatos sensuales ambientados en distintos rincones del país, desde las calles vibrantes de Buenos Aires hasta paisajes más íntimos.

Son episodios breves que te invitan a dejarte llevar por situaciones íntimas, personajes que seducen y escenas que despiertan los sentidos. Un recorrido sensual que estimula tanto la mente como el cuerpo. Ideal para acompañar tus noches (o cualquier momento que quieras volver más interesante). Dale play y descubrí otra forma de viajar.

El dato: para escuchar los episodios completos, incluidas las partes más explícitas, entrá acá.

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