Actriz, conductora, emprendedora y amante declarada de Buenos Aires, Laura Azcurra se suma a “Qué pasa”, el programa de streaming de Glup! by Time Out (todos los martes a las 18hs), que recorre lo mejor de la ciudad. En esta charla, nos cuenta qué la entusiasmó del proyecto, por qué la vibra porteña la atraviesa como artista y qué significa para ella ser parte de una experiencia que celebra la identidad cultural de la ciudad. Además, hablamos de sus múltiples proyectos teatrales, su faceta como creadora de una yerba ayurvédica que ya es marca registrada, su vínculo con el movimiento y su sueño de reforestar la ciudad.
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Te sumás al streaming “Glup!” by Time Out, puntualmente al programa "Qué pasa", sobre qué hacer en Buenos Aires. ¿Qué te entusiasmó del proyecto y qué sentís que podés aportar?
Me entusiasmó la comunicación y la difusión de todas las actividades que ofrece Buenos Aires. Para mí es un orgullo ser trabajadora del arte y haber nacido y crecido en esta ciudad tan tremenda y maravillosa. Buenos Aires tiene una variedad enorme de propuestas culturales, gastronómicas y rincones únicos que vale la pena compartir. En cada programa vamos a descubrir todo eso juntos, desde el costado histórico hasta lo más moderno y vanguardista que hace que Buenos Aires esté a la altura de cualquier ciudad del mundo.
Para mí es un orgullo haber nacido y crecido en esta ciudad tan tremenda y maravillosa
Te definís como “actriz porteña” y en tu foto de perfil de Whatsapp posás junto a El Obelisco. ¿Qué tiene la Ciudad de Buenos Aires que te marca tanto como artista?
La Ciudad de Buenos Aires es una fuente inagotable de estímulos: con toda la diferente etnia que fuimos sabiendo conseguir con todos estos años y que fueron forjando la identidad porteña se formó un “cóctel maravilla”. Buenos Aires tiene esa vibra latina y el sello europeo y también tiene un fuerte arraigo a nuestra tierra y a nuestra “pacha” y, al mismo tiempo, una nueva visión de este mundo moderno y cosmopolita que también está. Entonces, este cocoliche conviviendo en una misma ciudad es espectacular, realmente la hace absolutamente singular y yo soy fan, no puedo ser objetiva, no porque haya nacido en estas latitudes, pero sí puedo reconocer, habiendo viajado mucho por el mundo, que Buenos Aires es exquisita.
Puedo reconocer, habiendo viajado mucho por el mundo, que Buenos Aires es exquisita
Además de tu carrera como actriz, impulsás Ayurmate, tu emprendimiento de yerba ayurvédica. ¿Cómo nació la idea y qué buscás transmitir con este proyecto?
Surgió de la necesidad de seguir tomando mate, pero con menos cafeína. Aunque la yerba mate tiene muchos beneficios, también estimula demasiado. En Ayurveda aprendí que se podían mezclar otras hierbas, y después de cinco años de pruebas, nació Ayurmate: un blend con más hierbas que yerba, como marcela, manzanilla, cedrón, coriandro, hinojo y una yerba orgánica del Soberbio, Misiones. Empezamos en marzo de 2020 con mi socia, en plena pandemia, sin experiencia en productos comerciales, pero con muchas ganas. Hoy el proyecto crece, hacemos degustaciones y lo compartimos con orgullo.

Estás en un momento muy activo en teatro, con obras como Tita y Rhodesia, el unipersonal sobre Frida Kahlo y el proyecto Salir del ruedo. ¿Qué tienen en común estos proyectos y qué te dejan como artista?
Bueno, respecto a los proyectos que tengo en teatro, me siento afortunada. Y también siento que en los últimos cinco o seis años, como comunicadora, como intérprete, como contadora de historias, me propuse que todo lo que tenga para decir (especialmente en el teatro, que es un hecho en tiempo presente) tenga contenido. Siento que los tres proyectos en los que estoy actualmente tienen eso en común: hay algo que se quiere decir, que se quiere compartir.

Por ejemplo, Frida es una figura tremenda, imponente, una mujer latinoamericana que dejó una huella inmensa como artista, como pensadora, como ser humano. Representarla en el teatro es un honor y una responsabilidad enorme. Además, me interesa mucho poder mostrar partes de su vida que no son tan conocidas, aspectos más íntimos de su personalidad que a veces no aparecen en las biografías o en las versiones más “oficiales”. Me conmueve y me inspira poder llevar eso al escenario. Y celebro que su mensaje siga vigente.

Después está Salir del ruedo, que es un proyecto muy querido. Lo creamos con Mariana Astutti hace ya casi diez años, lo escribimos juntas y lo fuimos llevando por muchas salas independientes de Buenos Aires, del interior y de Uruguay, también. Es una obra que surge de mi investigación de más de 25 años sobre el flamenco, y sentía que todo ese recorrido, todo ese trabajo, todo ese mundo, tenía que ser compartido desde la escena. Salir del ruedo no es solo una obra de teatro: es danza, es música, es poesía, es un diálogo entre España y Argentina, entre culturas, entre identidades.

Y por último, Tita y Rhodesia. Este es un proyecto completamente distinto, pero igual de potente. Lo hacemos con Valeria Stilman, bajo la técnica de la improvisación, pero con una estructura teatral y musical que nos contiene. Los personajes de Tita y Rhodesia son escritos, tienen una historia, una lógica interna, pero en el marco del espectáculo hay cuatro momentos de impro donde el público es nuestro autor. Ellos nos tiran títulos, situaciones, personajes… y nosotras armamos escenas con eso. Es divertidísimo y también muy participativo.

También conducís Rodando Ando, sobre ciclismo urbano. ¿Qué lugar tiene hoy el movimiento en tu vida?
Rodando Ando, que creamos con Dani Campomenosi, nació de nuestra amistad y de andar en bici por la ciudad. Con las bicisendas y la postpandemia, pedalear se volvió más seguro y habitual. Para mí, moverme es esencial: hago actividad física 3 o 4 veces por semana, bailo, corro, entreno, uso la bici. Es clave para liberar energía, pensar mejor y tener el cuerpo disponible para crear. El cuerpo es el instrumento del intérprete: tiene que estar sano, fuerte y presente.
Sos actriz, conductora, emprendedora, bailarina... ¿Te queda algún sueño o proyecto pendiente? ¿Algo que todavía te gustaría explorar?
Un montón. Sueño con hacer radio a la vieja usanza, con dirigir teatro, escribir más, tener tiempo para hacerlo. También me interesa lo verde: jardinería, cultivos urbanos, reforestar. Desde los balcones hasta las vías del tren, quiero recuperar espacios verdes para la ciudad y sus vecinos. Ese es uno de mis grandes desafíos, y sé que vamos a lograr cosas hermosas.
Ping pong porteño
Un lugar de Buenos Aires que siempre te inspira: Cualquiera que tenga los árboles en flor, puede ser Figueroa Alcorta con los jacarandás super violetas y esa amplitud, esa es una avenida que me gusta mucho.
Algo que nunca falta en tu bolso: mis caramelos de jengibre y miel.
¿Colectivo, bici o caminata? Soy más bici, caminata y subte
Un ritual antes de salir a escena: Elongar el cuerpo, vocalizar las cuerdas, calentar las cuerdas vocales y pedir la ayuda de mis ancestros que están acompañando toda la función.
Un sabor bien porteño: Si bien ya no como carne, un sándwich de bondiola en la costanera en un carrito de la costanera, mirando el río de la Plata.
Una canción que te conecta con la ciudad: El tango me conecta con Buenos Aires, me conecta con Montevideo, con el río de la Plata, muy fuertemente, pero principalmente una canción me está conectando bastante “Buenos Aires” de Nati Peluso o más romántica y melanco, “Nieblas del Riachuelo”.