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Museo del whisky

Buenos Aires alternativo: 25 planes para conocer la otra cara de la ciudad

Planes tan originales como diferentes para salir de los circuitos turísticos de siempre.

Ana Carrozzo
Escrito por
Ana Carrozzo
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En la Ciudad de Buenos Aires hay que visitar el Obelisco, el Teatro Colón, La Boca, Puerto Madero, Recoleta y los Bosques de Palermo. Eso es lo que diría cualquiera. Sin embargo, esta vez queremos que hagas todo lo contrario: un recorrido por los lugares a los que no se te ocurriría ir (a menos que hayas leído esta nota antes). 


Si hay tanto ocurriendo en simultáneo en la superficie de la ciudad, ¿por qué no hacer una visita subterránea, pasar un rato en el jardín más calmo y silencioso de Microcentro, o caminar por los laberintos de un museo? Esta es una invitación para conocer un Buenos Aires alternativo con planes diferentes, tanto para quienes viven en la ciudad y se jactan de conocerla de punta a punta, como para quienes están de visita.

1. Visita subterránea a la Iglesia San Ignacio de Loyola

Para conocer Buenos Aires te proponemos empezar desde abajo, por los túneles de la iglesia más antigua de la ciudad, construida por los jesuitas entre 1686 y 1722. Obra de los arquitectos Bianchi, Krauss y Prímoli, diseñaron estos túneles que datan de la época colonial con el propósito de utilizarlos para la defensa y el contrabando.
La iglesia San Ignacio de Loyola es parte de la Manzana de las Luces (el centro histórico de la ciudad) y en 1942 fue declarada Monumento Histórico Nacional.


Dónde: Bolívar 225

2. Museo del Whisky

Algo que seguro no conocías del barrio de Villa Urquiza: rompió un récord mundial con la colección de whisky más numerosa del mundo. Así es, el Museo del Whisky se llevó el Premio Guinness por contar con más de 4000 etiquetas de whisky clásico y exóticos, superando a la ciudad de Edimburgo en Escocia. Este particular museo fue fundado por Miguel Ángel Reigosa y funciona en simultáneo como restaurante y escuela de whisky. ¿Una perlita? Una de las botellas de la colección es un regalo de la mismísima Reina Isabel.

Dónde: Av. Monroe 3982

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3. El tranvía histórico de Caballito

Estamos en 2024 y nosotros hablando de tranvías. ¡Y es que quién no querría hacer un viaje en el tiempo! El plan es el siguiente: conocer Caballito, uno de los barrios tradicionales de la Ciudad de Buenos Aires, en un tranvía auténtico (que ha sido restaurado por la Asociación Amigos del Tranvía) y se traslada, por supuesto, a través de vías. Sí, como en los viejos tiempos, pero con autos que transitan en simultáneo a 60 km. por hora. El servicio es gratuito y funciona los días feriados y los fines de semana.


Dónde: Emilio Mitre esquina José Bonifacio

4. Sala de muñecas en la Casa Fernández Blanco

La colección de muñecas más grande del país está en Capital Federal y forma parte del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco. Cuenta con más de 400 muñecas de papel madera, trapo, pasta y porcelana donadas por María y Mabel Castellano Fotheringham. Es, sin lugar a dudas, un atractivo distinto para quienes quieren conocer la historia de la industria juguetera, que tuvo su auge entre 1850 y 1940, y la de los maestros jugueteros de ese entonces.
Dato: no hace falta reservar y se accede directamente con la entrada al museo que se adquiere en boletería.

Dónde: Av. Hipólito Yrigoyen 1420

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5. Palacio Belgrano Otamendi de San Fernando

A veces hay que hacer unos kilómetros y salir del núcleo duro de la ciudad. Quizás sin imaginar que en sus alrededores existan lugares como este: un palacio construido entre 1860 y 1870 por el arquitecto Joaquín Mariano Belgrano, familiar del prócer argentino Manuel Belgrano, que fue residencia permanente de la familia Belgrano durante dos décadas y después adquirida por Otamendi.
La casona fue puesta en valor y dispuesta al público en 2023. Funciona como espacio para la cultura y el arte y no hay excusas para no acercarse hasta allí: está apenas a unas cuadras de la estación de trenes de San Fernando.

Dónde: Sarmiento 1401

6. Bodegón La Buena Medida

Nació a la par del Club Atlético Boca Juniors y es, desde 1905, un punto clave del barrio La Boca. La Buena Medida, que en sus inicios fue un almacén de ramos generales, hoy es un bodegón que conserva su impronta inicial. Después de la pandemia, fue recuperado por tres amigos y hoy se encuentra abierto al público.
¿Destacados en el menú? El arroz con pollo, la milanesa con papas fritas, las empanadas de carne y los canelones caseros. Un plan alternativo, en un lugar típico de la ciudad.


Dónde: Suárez 101, La Boca

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7. Túneles del Seminario Metropolitano de Buenos Aires

Túneles, claro. Pero también una biblioteca con miles de incunables originales y un salón de fiestas en una institución con más de 400 años de historia, donde se forman sacerdotes de distintas diócesis: el Seminario Metropolitano de Villa Devoto. Pero volvamos a lo que nos convoca: los túneles. Para recorrerlos, se realizan visitas guiadas de una hora. Este plan alternativo es arancelado y con reserva desde su página web.

Dónde: José Cubas 3543

8. Bar Saeta

Un clásico de San Telmo desde 1960, salvo por una excepción: después de un accidente en el sótano del lugar, Saeta debió cerrar sus puertas en 2001. Hoy, veinte años después y tras dos años de refacciones, el bar ha vuelto a hacer feliz a los turistas, locales, periodistas y artistas que siempre lo eligieron para pasar las tardes, o simplemente disfrutar de un café en una de las esquinas más tradicionales de San Telmo.


Dónde: Chile esquina Perú.

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9. Mirador de la Fundación Cassará

Ubicada en Avenida de Mayo 1190, la Fundación Cassará se desarrolla en un edificio con un patio central, coronado con un tejado inglés y una cúpula aguja, desde donde se puede acceder a un mirador imponente. La entrada es gratuita y para subir al mirador, solo hay que realizar una inscripción previa.

¿Un dato llamativo? Su espacio de arte cuenta con cuatro niveles, conectados a través de pisos vidriados. Una experiencia singular en uno de los puntos alternativos de la ciudad.


Dónde: Av. de Mayo 1190

10. Salón 1923: rooftop bar del Palacio Barolo

Tiene una particularidad que hace único a este spot: un faro monumental que se enciende por la noche y da luz durante veinte minutos. El bar, llamado Salón 1923, está ubicado en el barrio de Montserrat, tiene una carta de tapeo gourmet con algunos destacados como el carpaccio de remolacha, la bruschetta italiana, el tataki de ternera y la porchetta tibia.
¿Ver el atardecer tomando un trago en la terraza de un palacio? Es posible, porque es Buenos Aires.


Dónde: Av. de Mayo 1370

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11. Monasterio Santa Catalina de Siena

Un edificio estilo colonial con detalles neoclásicos y barrocos que, detrás de sus muros y galerías enormes, guarda un patio rodeado de verde, espacioso y cuidado, donde se puede tomar un café al paso, desayunar o merendar.  Ubicado en el barrio de San Nicolás, en el centro de la ciudad, el patio del monasterio es un punto alternativo silencioso que contrasta directamente con el bullicio de la calle. Uno de esos lugares que no imaginamos que existen en Capital Federal. 

No te pierdas la oportunidad de comer en el restaurante del monasterio. El Menú fusiona recetas locales con mediterráneas y abre al público durante la semana.

Dónde: San Martín 705

12. Laberintos del Museo Larreta

El Museo de Arte Español Enrique Larreta en el barrio de Belgrano, supo ser la residencia del escritor y coleccionista Enrique Larreta y hoy, luego de ser adquirida por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra a disposición del público. 

¿Sus atractivos? Los senderos, fuentes, esculturas que abundan en esta casona de época y un patio con laberintos para perderse y encontrarse. Además, cuenta con una biblioteca fundada en 1962, donde predominan obras de arte que van del medioevo hasta principios del siglo XX.

 ¿La joya del Museo de Arte Español Enrique Larreta? El Jardín andaluz, con plantas aromáticas, árboles frutales y flores cuidado con una prolijidad deslumbrante. 

Dónde: Av. Juramento 2291

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13. El Tambito

Una iniciativa del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana del Gobierno de la Ciudad: poner a punto un edificio histórico ubicado en los Bosques de Palermo y abrir una cafetería. La edificación, conocida como El Tambito, formaba parte del circuito tanguero de Buenos Aires del siglo XIX y se encontraba abandonada y en pleno deterioro.


Hoy, con una cafetería en su interior abierta al público -Selena Café-, es un espacio que tiene pasado y presente, pero en especial un gran futuro. Un plan alternativo para quienes quieren merendar o conocer la historia y el aire renovado de esta locación en Palermo. 

Dónde: Av. Berro Adolfo 3900

14. Santa Inés: restaurante en una antigua panadería

Lo que se preserva en el tiempo, lo que resiste a la demanda de modernizarlo todo, nos toca una fibra sensible porque nos conecta con una parte de nuestra historia, o de algún integrante de nuestra familia. Este es el caso del restaurante Santa Inés, que funciona donde solía ser una panadería de barrio en La Paternal. 


Hoy, aún conserva los canastos y los hornos de su época de panadería, pero funciona como un increíble restaurante que abre solo para el almuerzo. La particularidad de Santa Inés es que cuenta con una carta caprichosa, que va variando según el gusto de quienes cocinan. Sopa picante, curry de papa y arroz, sándwich de carne braseada, o cualquier otra delicia que se les ocurra a los chefs, son motivo suficiente para visitar este punto alternativo. 

Dónde: Ávalos 360 

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15. Un colectivo miniatura

Esta es la historia de un colectivo miniatura, pero antes la de un hombre que se dedicó a la mecánica y trabajó en distintas líneas de colectivos a lo largo de su vida. Un día, este hombre tuvo una idea: crear una réplica de un colectivo, en este caso de la línea 109, como regalo para su nieta.


El pequeño 109 se puede encontrar en la Plaza Terán del barrio Villa Real, donde niños y niñas pueden dar un paseo a cambio de una propina (¡que vale menos que una vuelta en calesita!).
Un dato inchequeable: dicen que es el colectivo más pequeño del mundo. 

Dónde: Melincué 5402

16. Casal de Catalunya

Esta es una de las tantas asociaciones de catalanes que residen fuera de Cataluña, y han sido construidas para difundir su cultura y lengua alrededor del mundo. El Casal de Catalunya data del 1886 y es al día de hoy un edificio emblemático con distintos sectores para recorrer: el salón blanco, el teatro y la biblioteca, que cuenta con exclusivos ejemplares en catalán, vitrales deslumbrantes y un restaurante abierto al público. Ofrecen visitas guiadas con inscripción previa a través de Casco Histórico BA

Dónde: Chacabuco 863

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17. Paul French Gallery

Un plan alternativo en el barrio de Palermo es Paul French Gallery. Para llegar, es necesario seguir las vías de tren que inician en la vereda y te llevan por un pasillo enmarcado por plantas y árboles que desemboca en un galpón del año 1943. Antes, era una fábrica de vinos y aceites españoles de los hermanos Briolla, y luego fue un depósito de un taller de restauración de autos de colección. Hoy, Paul French Gallery es un espacio de diseño de interiores con una paqueta casa de té. Un lugar secreto al que solo llegan quienes se miran los pies al caminar. 


Dónde: Gorriti 4865

18. Paseo de la Cisterna

Un edificio moderno de 14 plantas y 21 m2 dedicado al turismo, oficinas y viviendas. ¿Por qué al turismo? Porque en su interior se encuentra un museo de sitio: la exhibición de cisternas más grandes del continente, que tiene más de 100 años de historia, junto con piezas de exhibición que fueron halladas a lo largo del proceso de construcción del edificio.
Una propuesta para quienes quieren poner un pie en lo moderno y otro en lo histórico.  

Dónde: Moreno 550

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19. Museo Nacional Ferroviario

El museo que se ve desde Av. del Libertador en el barrio de Retiro, pero ante el que pocos se detienen. Y lo mal que hacen. En el Museo Nacional Ferroviario vive una parte de la historia del transporte argentino: telégrafos, relojes, locomotoras a vapor y coches presidenciales (incluso en el que Juan Pablo II se trasladó hasta la Basílica de Luján en 1982 en su visita a Argentina).

Link al pasado: te reciben picando un boleto, como se hacía años atrás.

Dónde: Av. del Libertador 405

20. Servicio de té en el Hotel Emperador

Barrio de Retiro. Es la hora del té. Caminás por Buenos Aires y te encontrás con el Hotel Emperador sin saber que ofrece un servicio de té para dos personas con precio fijo. Te lo perdés, pero después leés esta nota y te agendás el plan para la próxima visita. La hora del té consistirá en blends e infusiones, porciones de dulce y salado multiplicadas por dos y jugo de naranja o pomelo libre. 
Dato: camino al hotel se puede pasear por la calle Arroyo, conocida como la calle más parisina de la ciudad.


Dónde: Av. del Libertador 420

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21. Oculto Buenos Aires

“Piezas exclusivas de múltiples usos de Argentina para el mundo”. Ese es el slogan de Oculto Buenos Aires, un negocio de diseño que tiene el compromiso de dedicarse al diseño de moda sustentable y consciente. Esto, creando prendas versátiles multifuncionales. Trajes de baño, vestidos, monos y blusas que pueden usarse de distintos modos. Un diseño por fuera de lo ordinario y pensado para que cada quien pueda decidir de qué manera llevar su atuendo. 

Dónde: no ofrece dire, no tiene local abierto al público.

22. Museo etnográfico Juan Ambrosetti

Una idea para descansar un rato, leer, pasar por la biblioteca a sentir el olor de los libros y los muebles siempre lustrados y, por qué no, ¡conocer un sarcófago egipcio!


El Museo Etnográfico Juan Ambrosetti, ubicado en el barrio de Monserrat desde 1904, tiene también un jardín donde pasar una tarde en paz. Es el principal museo antropológico de la ciudad y puede ser tu plan alternativo si ya te cansaste de los clásicos paseos citadinos. 

Dónde: Moreno 350

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23. Stern: restaurante en una exfábrica

Barrio La Paternal. En el complejo Espacios Estrella, un hotel industrial, donde durante 80 años funcionó la ex droguería Química Estrella, hoy funciona Stern. La cocina es abierta, ofrecen wok de pollo y verduras, revuelto gramajo y ensaladas. En el mostrador, delicias para merendar: alfajorcitos, laminados, panificados, cremonas. Y café, porque estamos en la Ciudad de Buenos Aires. Plan alternativo con reserva previa. Vale la pena para salir de los clásicos circuitos foodies palermitanos.

Dónde: Av. de los Constituyentes 2985

24. Tango de Mayo Hotel: Dome RoofTop Bar

Otra terraza con una vista deslumbrante: Dome RoofTop Bar del Mayo Hotel. Porque a Buenos Aires hay que caminarla, pero también hacerse tiempo para verla desde lo más alto. Con vistas a las cúpulas porteñas y al Palacio Barolo, ofrece servicio de cena, picoteo y tragos: pizzas, empanadas, mini hamburguesas, papas, croquetas de langostinos y tablas de fiambres.
¿El trago destacado? Mambo, con ron dorado, gin, naranja, maracuyá, almidón de jengibre, almíbar, clara de huevo y bitter. Otro dato clave: es una terraza accesible para personas con movilidad reducida. 


Dónde: Av. de Mayo 1396

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25. Patio oculto en Microcentro

¿Un monasterio con un patio oculto en Microcentro?
Santa Catalina lo es y no da ninguna pista del patio que oculta. Abre al público de lunes a viernes en horario de oficina, por lo que atrae a oficinistas que aprovechan su hora de descanso para pasar un rato en el patio.Tiene un café, bancos antiguos donde recostarse, y un sector al que se accede con visita guiada para descubrir cómo vivían las monjas domínicas, cómo era el claustro y la renovación que ha sufrido el lugar a lo largo de los años. Un plan alternativo que bien puede ser un coffee break o una clase de historia. 

Dónde: San Martín 705

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