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Esperando la carroza y Made in Lanús: dos clásicos del cine argentino, en escena

Hablamos con Luis Brandoni, Campi y más protagonistas de las obras teatrales del momento.

María Ana Rago
Escrito por
María Ana Rago
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Esperando la carroza y Made in Lanús, dos clásicos del cine argentino estrenados en la década del 80 y todavía vigentes, tuvieron a Luis Brandoni entre sus protagonistas. Ambas películas surgieron de textos teatrales, que ahora están de regreso en los escenarios porteños, con elencos renovados y uno de ellos, con el el nombre original de Made in Lanús, en lugar de Made in Argentina. Uno se presenta en el Teatro Broadway; el otro, en el Multitabarís. 

Reconocidos actores enfrentan el desafío de asumir personajes que, en el imaginario social, les corresponden a quienes los interpretaron por primera vez. Hablamos en exclusiva con Brandoni, Campi, Malena Solda y Cecilia Dopazo de las versiones teatrales de estos clásicos “de película”.

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Esperando la Carroza

Son títulos asociados al regreso de la democracia en la Argentina; comparten el mismo recorrido (del teatro al cine), la época (la que recrean y en la que se estrenaron), ilustran con buen trazo el contraste entre seres de pocos recursos y otros, adinerados. Podrán resignificarse en la lectura del público contemporáneo, pero siguen hablándonos de nuestra idiosincrasia, la identidad nacional, los vínculos familiares, las clases sociales y los efectos de la dictadura militar, entre otros temas que inevitablemente nos siguen interpelando, sin dejar de apelar al humor. 

“Ambos son clásicos”, es la explicación que encuentra Brandoni ante la pregunta: ¿por qué volvieron a escena, de manera coincidente, Esperando la Carroza y Made in Lanús (título de la versión teatral)? “Podría pensar que el hecho de que se haya anunciado la reposición de Made in Lanús, que fue el 4 de enero, podría haber hecho que luego a alguien se le ocurriera hacer Esperando la Carroza”, sostiene Luis Brandoni a Time Out. Más allá de quién cantó “pri”, la vuelta a las tablas de dos títulos de semejante envergadura es algo para celebrar. “Cuando volvió la democracia (1983), muchas películas hacían referencia a lo que había pasado en la dictadura. Y Made in Lanús habla de qué pasó con los argentinos que se quedaron acá”, dice el actor. Una mirada distinta, en un texto sin fisuras. Esperando la carroza también se atrevió a explorar nuevos conflictos.

Luis Brandoni, ayer actor, hoy director

Su trayectoria como actor y director es indiscutible. Su nombre es una parte fundamental del espectáculo nacional. Gran actor, que ha compuesto personajes memorables a los que siempre aportó su impronta. Brandoni fue Osvaldo en Made in Lanús, en teatro, y también en Made in Argentina, en cine. Por otra parte, fue Antonio Musicardi en Esperando la carroza. En los dos casos, compuso a personajes de muy buena posición económica (en una más humano y sensible; en la otra, bastante deshumanizado). Es decir, que ambos títulos están atravesados por su figura.

En la versión actual de Made in Lanús, con la dirección del propio Brandoni, el papel que él interpretó en cine y en teatro está a cargo de Esteban Meloni. “Tuvimos dos meses de ensayo y ver durante tanto tiempo a otro hacer el papel que yo hacía, me permitió superarlo”, explica Brandoni. “Me produjo una gran alegría que los productores me llamaran para dirigir. Tardé 15 segundos en decir que sí”, cuenta este actor, de enorme vitalidad. Y además de ser el responsable de la puesta, de algún modo, su presencia también aparece en escena. Es la voz en off de Brandoni la que pide que se apaguen los celulares y la que nos ubica en tiempo y lugar: Lanús, noviembre de 1985. Y es el mismo Brandoni el que sorprende a la platea unas dos veces por semana, saludando junto al elenco sobre el escenario, al final de la función. “Los muchachos me hacen saludar, a mí no me parece, pero ellos insisten. Y el aplauso del público es extraordinario”, confiesa en amable charla con Time Out.

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Made in Lanús

La obra es la original, pero tiene llegada al espectador contemporáneo. “Hay un lenguaje claro, muy nuestro, que la acerca al público. El silencio de la platea es conmovedor, es único”, aclara el actor de 84 años. “Pero es penoso ver que en casi cuarenta años muchas cosas no cambiaron demasiado”, reflexiona Brandoni, quien desde hace décadas tiene continuidad laboral como artista en la Argentina. “A mí me ocurrió algo parecido a lo que les ocurre a los personajes que tuvieron que irse amenazados”, repasa, haciendo referencia a Mabel y Osvaldo.

En Esperando la carroza, Mariano Torre es Antonio Musicardi, el personaje que interpretó Brandoni en cine. “Vi la versión teatral cuando se estrenó en Buenos Aires la primera vez”, recuerda. Al momento de esta nota, Brandoni no había visto la versión actual de este clásico, protagonizado ahora por Campi. Y su curiosidad era cómo se resolvería la presencia de Mamá Cora en escena, ya que la versión teatral original y la cinematográfica, plantean propuestas diferentes. “Esperando la carroza está viva. Los jóvenes la siguen viendo”, explica.

¿Qué actores forman parte de los elencos?

Qué bueno que podamos revivir estos clásicos “de película” en el teatro. Campi (como Mamá Cora), Paola Barrientos, Pablo Rago, Ana Katz, Sebastián Presta, Valeria Lois y Mariano Torre protagonizan Esperando la carroza, dirigidos por Ciro Zorzoli, en el Broadway. Alberto Ajaka, Cecilia Dopazo, Esteban Meloni y Malena Solda, con  dirección de Brandoni, hacen Made in Lanús en el Multitabarís. Ambas piezas coinciden en la calle Corrientes, con elencos muy convocantes.

¿Quién no vio esas dos películas geniales? Menos, pero no pocos, vieron las puestas originales en teatro. O alguna otra versión. Lejos de representar un problema, es una motivación para sentarse en una butaca y disfrutar de estos títulos que, bajo otros directores, invitan a volver a escuchar esas frases que hicimos nuestras: “Yo hago puchero, ella hace puchero” o “Mabel, llegó el momento de la gran noticia”. Y descubrir cómo resuena el pasado que esas obras evocan en nuestro presente.

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Esperando la Carroza

En Esperando la carroza, la comicidad lo atraviesa todo. "A diferencia de la película, en la obra teatral Mamá Cora no aparece en escena, hasta el final", nos Campi, quien asume ese rol. Así lo plantea el texto original (modificado en el filme), donde la perdida abuela no interviene a lo largo de la historia. Sin embargo, el director Ciro Zorzoli, "tuvo una idea muy creativa para las apariciones de Mamá Cora", agrega Campi a este medio de manera elíptica, ya que para que haya sorpresa de parte del espectador, no conviene adelantar demasiado. Asumir un personaje asociado a la figura de Antonio Gasalla, es una gran responsabilidad. Y un desafío. "No soy muy consciente de eso, a propósito, para restarle presión. Simplemente trato de hacer bien mi trabajo", nos resume Campi. Esperando la carroza hace reír de principio a fin. Sin embargo, la historia que se cuenta es un verdadero drama. "Suelo concebir el humor desde el drama. Le da otra profundidad y peso. Soy un gran fanático de Buster Keaton. Me formé en el drama y me especialicé en la comedia", añade este actor que, desde su enorme versatilidad, hoy es Mamá Cora.

En Made in Lanús, el humor, sobre todo en el personaje del Negro, libera al público de la tensión del conflicto; aunque al final es inevitable una emoción profunda y el “snif snif” (catártico) es casi un coro que suena desde la platea. Los protagonistas tienen la titánica tarea de recrear a criaturas que hicieron cuatro grandísimos actores. “No sentía que el personaje fuera emblemático, sino que toda la obra lo era. Entonces, me parecía que la responsabilidad no caía sobre mí, sino en todo el equipo”, nos explica Malena Solda, que interpreta a Yoli. “La obra está totalmente vigente”, dice a Time Out. “Creo que ahora duele un poco más, porque el texto ya tiene 40 años y seguimos haciéndonos las mismas preguntas. Cuando se estrenó, estaba todo por delante, era todo esperanza, era el principio de la democracia”, reflexiona la actriz. 

“Al principio la gente se ríe mucho, hay situaciones muy divertidas y la gente lo agradece. El canal emocional se abre y hacia el final, la gente empieza a llorar y nosotros los escuchamos desde arriba del escenario”, nos describe Cecilia Dopazo lo que viven cada función. “Es hermoso poder llevar al público por todos esos lugares”, agrega la actriz que explica la vigencia de la obra en la historia cíclica de nuestro país. “Ahora la gente vuelve a pensar si irse del país o quedarse y seguir apostando”, concluye. Ambas actrices agradecen las bellas palabras de los “originales”  Leonor Manso y Patricio Contreras. Y a Brandoni, quien está feliz con lo que sucede.

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Made in Lanús

Son, sin dudas, dos películas de culto para los argentinos

En 1985, se estrenó en cine Esperando la carroza, del uruguayo Jacobo Langsner. Con dirección de Alejandro Doria, el filme fue imponiéndose y aunque las críticas no la acompañaron al comienzo, casi cuarenta años después, no hay quien no la evoque con una sonrisa. Antonio Gasalla, en el papel de Mamá Cora, fue un gran acierto. En el elenco estaban Luis Brandoni, Betiana Blum, China Zorrilla, Mónica Villa, Julio De Grazia, Juan Manuel Tenuta y Andrea Tenuta, entre otros. En la obra original, estrenada en Uruguay en 1962, la famosa abuela aparecía solo al final de la pieza. Pero Doria propuso que en el cine tuviera mayor participación. Otro antecedente del filme fue la versión televisiva, también con dirección de Doria, para el ciclo Alta Comedia, en 1973. En 1975 se estrenó en teatro, en Buenos Aires, con dirección de Villanueva Cosse. Y su secuela fue el filme Esperando la carroza 2, en 2009.

Grabados en la retina de más de una generación de argentinos, están las figuras de Leonor Manso, Patricio Contreras, Marta Bianchi y Luis Brandoni, conversando en un patio de Lanús. Frente a frente, los que se quedaron en la Argentina y los que se fueron a Norteamérica. Una misma familia, dos hermanos separados por el exilio, dos destinos y las miserias humanas al descubierto. Made in Lanús, la pieza teatral de la argentina Nelly Fernández Tiscornia, fue estrenada en 1986 y estuvo cinco años en cartel. La Yoli, el Negro, Mabel y Osvaldo son personajes inolvidables que el cine (con dirección de Juan José Jusid) eternizó con los mismos protagonistas, pero bajo el título Made in Argentina, en 1987: la puesta original convivió un tiempo en cartel con la película. Luego, la obra viajó al interior del país y hasta se presentó en España y EEUU.

Las dos se estrenaron en cine en tiempos de posdictadura y en ellas se olfatea la incertidumbre y el miedo. En Made in Argentina las alusiones son directas. Osvaldo y Mabel no se fueron de Argentina porque quisieron: estaban en una lista y tuvieron que exiliarse durante la dictadura. En Esperando la carroza, aparece una pintura de la época (aportada sobre todo por la versión cinematográfica), en la que se refleja una clase media empobrecida por un lado (en Jorge, quien ya no sabe cómo hacer para mantener a su madre, Mamá Cora; y en Emilia, la hermana más pobre) y por otro, aquellos que se enriquecieron “trabajando para la pesada”, como el caso de Antonio.

“¿Sabés lo que tenían para comer? Tres empanadas”, dice Antonio Musicardi en Esperando la carroza, mientras come una. “No te comás el relleno de las empanadas, que son para mañana”, dice Yoli en Made in Lanús, que debe cuidar el centavo, porque la plata no le alcanza. La conexión entre las obras aparece hasta en las empanadas, todo un símbolo nacional.

Pero lo más importante es la conexión entre las obras y el público. No queremos olvidarnos de estos clásicos que hablan de nosotros mismos, ayer, hoy y siempre; y por eso, vale la pena ir a verlos.

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