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Mejor no decirlo

Imanol Arias y Mercedes Morán, dos actores enormes, juntos en escena

Una dupla de lujo que estrenó “Mejor no decirlo” en un teatro porteño, antes de salir de gira

María Ana Rago
Escrito por
María Ana Rago
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La actriz argentina Mercedes Morán (68) y el artista español Imanol Arias (68) estrenaron a fines de marzo Mejor no decirlo, dirigidos por Claudio Tolcachir. Juntos por primera vez sobre un escenario, componen a un matrimonio que se lleva muy bien, se trata amorosamente, pero entra en cortocircuito cuando uno de los dos dice algo que, tal vez, era “mejor no decirlo”.

La llegada a nuestro país de Imanol es siempre motivo de celebración; se trata de un actor que conquistó a los argentinos como el padre Ladislao Gutiérrez en la película Camila (1984) -fue filmada en territorio nacional y llegó a competir por el Oscar- y que, desde entonces, ha cruzado varias veces el océano para hacer aquí teatro, cine y/o para encontrarse con amigos.

En esta oportunidad, se presenta junto a Morán, destacada figura de nuestro espectáculo. La fórmula es más que atractiva y la temporada limitada en la que se presentan provocó que tuvieran que agregar funciones a las previstas, para complacer al público. Mejor no decirlo sube a escena en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660) y se anunció, a partir del 22 de marzo, por únicas diez semanas.

Escenografía despojada -donde las luces hablan y la claridad atrae-, un texto simple con anhelo de comedia divertida y una dupla actoral de lujo se combinan para llenar la sala noche tras noche.

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El origen francés de Mejor no decirlo

Esta pieza fue escrita por la joven dramaturga francesa Salomé Lelouch, quien tiene trayectoria también como actriz y directora. La propia autora de la obra la dirigió en 2021, junto a Ludivine de Chastenet, bajo su título original Fallait pas le dire -en el théâtre de la Renaissance- protagonizada por Evelyne Bouix y Pierre Arditi (respectivamente, la madre de Lelouch y su padrastro).

Se trata de un espectáculo que nació “en familia”. La hija escribe una obra, que protagoniza su propia madre junto a su pareja. La complicidad entre los personajes, que se advierte en el cruce de miradas entre Imanol Arias y Mercedes Morán, puede explicarse (además de por la evidente química entre los intérpretes), por la génesis de este espectáculo, que involucró en sus orígenes a una pareja en la vida real.

Fallait pas le dire obtuvo tres nominaciones a los premios Moliere 2022: mejor comedia, mejor actor y mejor autora.

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Qué hay de la puesta argentina

Bajo la dirección de Claudio Tolcachir y adaptada por el productor Pablo Kompel, se trata de una versión que convierte la locación única de la puesta original, en espacios múltiples construidos con muy pocos elementos, a lo largo de una hora.

El escenario está bastante desprovisto y se va convirtiendo desde un ascensor hasta una habitación, pasando por otros lugares diversos; incluso, pone a los protagonistas bajo la lluvia y en una fiesta de casamiento. Una tarima baja y numerosas lucecitas sobre un panel, primero blancas, luego de colores, transforman el espacio para que tome nuevas formas. Pequeñas intervenciones en la escenografía modifican los ambientes en los que se van sucediendo las escenas.

Son una pareja madura; si bien llevan juntos bastante tiempo, han tenido historias anteriores y cada uno tiene sus propios hijos. A pesar de los temas que transita, que son, en algunos casos, grandes discusiones contemporáneas, la pieza no entra en el fondo de las cuestiones.

Las escenas se suceden y siempre son ellos dos: él y ella, para conversar, discutir y volver a pensar. Una y otra vez retornan a lo mismo: qué decir, cuándo y cómo; qué corresponde al ámbito privado y qué al público. Las personalidades son opuestas, de modo bastante exagerado, para que se produzca la confrontación y surja la comicidad. El está más contenido, mide las palabras, piensa qué decir y no quiere ofender a nadie; ella habla, habla y habla, y procura ser honesta, hasta decir verdades que pueden molestar. La dinámica de conversaciones dada en el contexto de situaciones cotidianas es sobre la que se estructura la puesta. No se cuenta una historia, no hay un conflicto central; hay una pareja que conversa.

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Mejor no decirlo

No es un texto pretencioso; no hay una búsqueda filosófica. El planteo queda más bien en la superficie. De manera coloquial, una pareja enfrenta diversas situaciones en las que aparece la discusión sobre decir o no decir algunas cosas.

El punto central es que se trata de una comedia que busca provocar la risa y darle al espectador la oportunidad de deleitarse viendo a dos grandísimas figuras del teatro.

Los personajes adoptaron las nacionalidades de los actores, lo cual no estaba previsto en el texto original. Así es que ella es tan argentina, que le dice “flaqui” y él es tan español, que la llama “cielo”. Imanol canturrea “Para la libertad”, como al pasar, y resulta un guiño para el espectador conocedor de Joan Manuel Serrat.

Mejor no decirlo plantea una suerte de enfrentamiento entre una mirada deconstruida (la de ella) y otra no tanto (la de él). La militancia política, el activismo, el aborto, el cambio climático, el sexo, la identidad de género y la subrogación de vientre son temas que se van sucediendo en la obra. Pero quien vaya a buscar una obra de la profundidad dramática de otras piezas que Imanol Arias hizo en Buenos Aires, encontrará algo que está lejos de eso.

Mejor no decirlo es simplemente (aunque no es poco) la oportunidad de disfrutar el encuentro con dos actores admirables.

Hablo, luego existo

Hablar de lo que significa hablar puede ser muy interesante. El metalenguaje tiene la capacidad de adentrarnos en zonas reflexivas y/o divertidas. El humor se vale en muchas ocasiones de ese recurso. “Eso no se dice”, sentencia él, mientras ella insiste en decirlo todo. Y aparece recurrentemente la pregunta sobre cómo hacer para saber qué se puede o debe decir. Mentir para agradar, decir para ocultar miedos, pensar antes de hablar, usar o no usar filtros.

En esa misma sala, Pablo Neruda (del Paseo La Plaza), se hizo una obra que se llamaba La Verdad, de Florian Zeller (con Juan Minujín, Jorgelina Aruzzi, Héctor Díaz y Valeria Lois, con dirección de Ciro Zorzoli). Sucedió en 2019 (y luego se repuso post pandemia, en otra sala y con otro elenco). Parece entonces que esa sala atrae el tópico de las palabras, qué decir, cuándo, si decir o no la verdad. Aquella puesta también abordaba el tema a partir de la relación de pareja (en ese caso, dos parejas). Se trataba de una ingeniosa y muy divertida comedia, que ponía permanentemente en duda la verdad.

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Mejor no decirlo

Y si se trata de buscar coincidencias, otra comedia francesa estrenada en la Argentina, hace más de diez años, Le prénom, de Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière también se ocupaba de las palabras. Amigos que se reunían a cenar y a partir del nombre que uno de ellos iba a ponerle a su hijo, discutían sobre el poder de las palabras.


De Camila a Mejor no decirlo: el idilio de público argentino con Imanol Arias

Junto a Susú Pecoraro, Imanol Arias protagonizó el filme Camila, en 1984 dirigido por María Luisa Bemberg. La composición que hizo de un sacerdote que se enamoró de una joven en tiempos de Juan Manuel de Rosas -se trató de una historia real-, y que, como consecuencia, sufrió la persecución y la muerte, instaló su figura en nuestro país. Cuatro décadas más tarde, Imanol se convirtió en una visita habitual en la Argentina, adonde viene por trabajo y por gusto, y donde fue distinguido.

Además de haber rodado varias películas en la Argentina, protagonizó otros títulos en el teatro porteño; hizo Calígula, de Albert Camus -hace treinta años, también en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza- dirigido por Rubén Szuchmacher; luego protagonizó La vida a palos (de Pedro Atienza y José Manuel Mora). Y el año pasado hizo La muerte de un viajante -volvió a ser dirigido por Szuchmacher-, de Arthur Miller.

El actor de la serie de la TVE Cuéntame cómo pasó, estrenada en 2001 y que culminó el año pasado, luego de 23 temporadas, está ahora nuevamente en nuestro país, con la comedia Mejor no decirlo. Concluida la temporada en Argentina, Mercedes Morán e Imanol Arias realizarán una gira regional por países limítrofes, para luego presentar la comedia en España durante la temporada 2025.

El idilio entre Imanol y la Argentina empezó allá lejos y hace tiempo, de la mano de una recordada película que reconstruye parte de nuestra historia. Y continúa hasta hoy, siendo una figura que atrae y despierta en el público fervor.

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