¿Qué es?: Es una bodega con encanto y mucha historia. El local fue regentado por un tal Batiste en los años 30, del que han mantenido un pequeño recuerdo en forma de homenaje al final de la sala.
¿Por qué ir?: Sin duda la renovación gastronómica del Cabanyal y Canyamelar viene de la mano de casas de comidas tan auténticas como esta. Un lugar que llama la atención por su decoración, te cautiva por sus vinos y te enamorará con sus sabores. El truco de Anyora es la materia prima. Cuidan hasta el último detalle. El mar, la huerta y el producto de la tierra, siempre son protagonistas en sus mesas. Tienen menú de medio día entre semana, contundente y sabroso. Las cenas en Anyora son diferentes y especiales. Te recomendamos reservar, siempre está hasta la bandera y no es de extrañar, como se come en Anyora solo es superable por una buena comida casera.