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[title]Cada 18 de junio se celebra el Día de la Gastronomía Sostenible, una fecha para reflexionar sobre el impacto ambiental, social y cultural de lo que comemos. Este año elegimos destacar a Casa Vigil de Mendoza, en Maipú, un restaurante de bodega que no solo se luce en los platos y en las copas, sino que apuesta fuerte por el triple impacto: cuidado del ambiente, economía circular y compromiso social.
El restaurante, parte del universo del winemaker Alejandro Vigil, mantuvo la doble distinción Michelin: una estrella roja por su excelencia en gastronomía y servicio, y una estrella verde por sus prácticas sustentables. En este espacio ubicado en la localidad de Chachingo, en el que se combina arte, vino y cocina de producto, el viaje empieza en la tierra y en el producto para terminar en el paladar. Y nosotros lo vivimos en primera persona.
¿Cómo nació Casa Vigil en Mendoza?
Casa Vigil nació en el quincho familiar de Alejandro Vigil y María Sance, donde ofrecían cenas para 30 personas con productos de su propia huerta. Alejandro cocinaba, servía sus vinos y charlaba con los comensales, mientras María recolectaba hierbas y flores para terminar los platos.
Con el tiempo, ese patio íntimo se transformó en un restaurante, bodega y espacio cultural que conserva el espíritu de hogar. De hecho, la familia aún vive allí, y es habitual ver a Alejandro recorriendo el lugar, copa en mano, compartiendo historias.
La experiencia comienza entre viñedos y arte local —con obras de Chiavazza, Rigattieri y Tachuela— y se inspira en La Divina Comedia, libro que marcó a Alejandro desde niño. Esta narrativa se refleja en los nombres de los espacios (como El Infierno, una cava subterránea, o El Cielo, un salón íntimo), y en cada detalle que fusiona cocina, vino y literatura en un viaje emocional inolvidable.
¿Por qué el restaurante de Alejandro Vigil es un proyecto sustentable?
Casa Vigil no solo brilla por su cocina de producto comandada por Iván Azar, el chef ejecutivo, también lo hace por su compromiso con la sostenibilidad. Bajo la Dirección de Triple Impacto, liderada por María Sance, el restaurante implementa acciones concretas que le valieron la estrella verde Michelin y el Sello Argentino de Sustentabilidad.
Separan residuos en origen y destinan casi 5 toneladas mensuales a cooperativas, gestionan correctamente pilas, aceites y electrónicos, y compostan el 100% de los residuos vegetales crudos, generando 2,5 toneladas de abono al mes.
Su huerta propia —parte del Proyecto Labrar— abastece parte de la cocina, preserva semillas nativas y fomenta el comercio justo. También, miden su huella de carbono e hídrica para aplicar mejoras y cuentan con 136 paneles solares que cubren el 86% de su energía, evitando emisiones equivalentes a más de mil árboles por año.
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La cocina de Casa Vigil piensa en el sabor, pero también en el futuro: planifican el menú según la estación, minimizan el desperdicio y optimizan cada ingrediente. “Lo más difícil no es conseguir la estrella, sino sostenerla”, admite Iván Azar. La receta: honestidad, coherencia y mucho trabajo.
Casa Vigil, un restaurante eco-friendly
En el Día de la Gastronomía Sostenible, Casa Vigil representa un modelo ejemplar donde el vino, la cocina y el territorio se entrelazan con respeto y creatividad. En tiempos donde lo sustentable ya no es una moda sino una necesidad, esta casa mendocina nos recuerda que otra forma de disfrutar —y de hacer— gastronomía es posible.
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Para quienes visitan Mendoza, Casa Vigil es parada obligada. No solo por sus vinos premiados o por su cocina de producto sino por la experiencia integral que ofrece: arte, naturaleza, historia, hospitalidad y, sobre todo, una identidad que honra el origen. No se trata solo de ir a comer: se trata de entrar a una casa que vibra, respira y transforma.
Dónde: Videla Aranda 7008, Chachingo, Maipú. Contacto: reservas@casaelenemigo.com o el teléfono +549 2614139178. Visitas por la bodega: De lunes a sábado, a las 09:30, 11:30, 12:30 y 15:30 hs.