10 cafés de especialidad kids friendly en Buenos Aires

Jopo, en Villa Urquiza, es un lugar que sabe combinar lo mejor del café de especialidad con una heladería artesanal para todos los gustos. Mientras los chicos se deleitan con los “jopos” —mini bocaditos irresistibles— paletas o un helado clásico, los grandes pueden disfrutar de un espresso impecable o un flat white preparado con precisión. La estrella para compartir es su flat croissant con helado, una dupla perfecta para acompañar un café de calidad.

Con mesas tanto adentro como al aire libre, Jopo se presenta como una opción ideal para quienes buscan un espacio donde la carta contemple a los más chicos sin perder ni un detalle en la excelencia del café. Un plan para disfrutar en familia, donde cada uno encuentra su sabor favorito y el ambiente invita a quedarse.

El dato: Jopo ofrece una carta de brunch y almuerzo que suma aún más sabor al plan.

Dónde: Juramento 5299.

Cuando se habla de cafés para ir con chicos, Macana —en Belgrano— es un caso único. Todo en este espacio está pensado para que los más chicos se sientan como en casa: hay juegos de mesa, un pizarrón gigante, rincones para jugar y una carta kids friendly.

Lo mejor es que, además de ser un paraíso para peques, el café no se queda atrás: preparan filtrados, lattes y espressos con mucho cuidado, y cada taza está a la altura. A diferencia de otros cafés kids friendly, en Macana la propuesta gira completamente en torno a los chicos: un lugar pensado para disfrutar en familia, donde los más pequeños son los protagonistas.

El dato: se puede reservar mesa, ideal para asegurarse lugar los sábados (domingos está cerrado).

Dónde: Ciudad de La Paz 2214, Belgrano.

Todos hablan de Betular Pâtisserie por su pastelería soñada, pero pocos saben que también sirven un café de especialidad a la altura de cada detalle dulce. En pleno Villa Devoto - barrio convertido en un hub gastronómico porteño - está pâtisserie en formato take away tiene un patio interno encantador, ideal para sentarse un rato con los chicos y disfrutar con calma. Las tortitas, cookies, bombones y macarons no solo son riquísimos, sino también un imán visual que conquista a grandes y chicos (spoiler: hasta el azúcar es rosa).

Con el sello inconfundible de Damián Betular, el lugar ya es un hit en redes y suma puntos extra como plan familiar: después de una merienda con café impecable y sus tortas petit fotogénicas, la Plaza Arenales queda a una cuadra.

El dato: las cookies son imperdibles, recomendamos pedir la caja para probar todos los sabores.

Dónde: Mercedes 3900.

Ubicado en una calle tranquila del bajo de San Isidro, Blu Café tiene esa atmósfera cálida que invita a quedarse. El espacio es amplio, con mesas adentro y al aire libre, y su estilo descontracturado lo vuelve ideal para disfrutar en familia. El café, siempre servido a la temperatura justa, es protagonista absoluto: bien hecho, aromático y balanceado.

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Para los chicos hay submarino, jugos y licuados, y para acompañar, opciones caseras que no fallan: budines húmedos, cookies tentadoras y unos avocado toast que están entre los mejores de zona norte. Pero más allá de la carta, lo que hace especial a Blu es su espíritu de comunidad: un lugar donde todos son bienvenidos, sin importar la edad.

El dato: Los fines de semana suele llenarse, así que si vas en familia, mejor llegar temprano y asegurarte una buena mesa para arrancar el día con la mejor energía.

Dónde: Juan Bautista de LaSalle 441, San Isidro.

En el corazón de Palermo, Casa Dingo combina lo mejor de la cultura cafetera australiana con una carta de brunch que conquista a todos. Australia es cuna del café de especialidad, así que ya de entrada sabés que lo que sirven en taza no falla: un flat cremoso o un buen cold brew para los días más cálidos y todo hecho con atención al detalle.

El ambiente amigable, con un piso superior espacioso y vista a Plaza Armenia, lo convierte en un gran spot para ir con chicos. Mientras los grandes se deleitan con platos como shakshuka o eggs benedict, los más chicos pueden ir por opciones más clásicas —como hamburguesas o tostones con huevo revuelto— y coronarlo todo con un hot chocolate con malvaviscos que es pura felicidad.

El dato: además de ser kids friendly, es pet friendly, así que podés convertir el café en una salida familiar completa. Acá te dejamos otros restaurantes pet-friendly en Buenos Aires.

Dónde: Armenia 1908.

Con locales en Caballito y Palermo, Nerea es de esos cafés donde todo está pensado para que la experiencia sea impecable: espacios cómodos, ambiente relajado y una propuesta cafetera de primera. Usan granos de Puerto Blest y preparan cada café con dedicación, ya sea un filtrado bien equilibrado o un latte a temperatura perfecta.

Para los chicos, hay opciones infalibles como chocolatada, limonada o jugo de naranja, pero lo que realmente se lleva todas las miradas es la pastelería casera: tortas irresistibles, cookies, budines y opciones saladas que no fallan como un tostado clásico o chipa.

El dato: su carta de brunch es ideal para acompañar un gran café, con platos sabrosos para los grandes y opciones simples para los más chicos.

Dónde: Avellaneda 95, Caballito; Bonpland 1621, Palermo.

Kopi Origen, la nueva sucursal de Kopi en Villa Crespo, amplía la propuesta de la marca con un espacio más grande, producción a la vista y un ambiente ideal para ir con chicos. Todo lo que ya funciona en Kopi —café de especialidad bien hecho, ambiente cómodo , carta versátil— se potencia en este local que invita a quedarse.

El café, como siempre, es excelente: ya sea un filtrado o un flat white, cada taza está hecha con dedicación. La carta acompaña con opciones para todos los gustos, desde almuerzos super completos hasta propuestas simples que encantan a los más chicos, ya sea para brunchear o merendar. ¿Un favorito? Las cookies, que están entre las mejores de la ciudad.

El dato: Kopi tiene varias sucursales en Buenos Aires, pero Kopi Origen es la más cómoda para ir con chicos. Vale la pena conocerla y vivir la experiencia desde el origen.

Dónde: Gurruchaga 1042, Villa Crespo.

Casa Nueza es uno de esos cafés que rompen con lo tradicional, pero sin perder calidez ni sabor. Plant-based desde su esencia, ofrece un café de especialidad excelente, preparado con cuidado y con tres opciones de leche vegetal —incluyendo avena, que es tan suave que hasta se parece a la leche común—. La carta de bebidas es amplia y pensada para todos los gustos: chocolatadas, tés, matcha, jugos y limonadas, ideales también para los más chicos.

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La pastelería acompaña con propuestas para todos los gustos: desde opciones clásicas que nos gustan a todos, hasta alternativas sin gluten o sin azúcar que sorprenden por lo ricas. La sucursal de Belgrano puede parecer chica desde afuera, pero al entrar se descubre un espacio amplio y cómodo. La estética es moderna, pero el ambiente es relajado, y los chicos también tienen su lugar.

El dato: cuentan con dos sucursales ideales para quienes buscan un café distinto, con opciones veganas, sin gluten o sin azúcar, sin resignar sabor ni comodidad.

Dónde: Gorriti 3681, Palermo; Migueletes 1762, Belgrano.

Entre Villa Crespo y Caballito, Ghana es un café amplio, de estética cálida y ambiente familiar, ideal para ir con chicos sin que nada resulte incómodo. El espacio invita a quedarse y la onda familiar se siente en cada rincón.

El café está muy bueno y acompaña perfecto la propuesta general, donde lo dulce y lo salado tienen mucho para ofrecer: una cheesecake de dulce de leche bomba, cookies caseras y  unos croissants rellenos de jamón crudo que son un hit. ¿Lo mejor? Se puede ir a pintar cerámica, un plan original y compartido que convierte la visita en una experiencia completa.

El dato: cuentan con un espacio que se puede reservar para eventos o celebraciones, ideal para reuniones familiares o cumpleaños.

Dónde: Cucha cucha 1375.

En una esquina luminosa y espaciosa de Núñez, Báltica se gana un lugar entre los imperdibles por su pastelería soñada: laminados perfectos, tortas golosas, alfajores caseros, tostones, bagels y más. Todo está bien hecho y presentado con detalle. El café está a la altura y no decepciona, preparado con precisión y siempre en su punto justo.

También, hay opciones pensadas para los más chicos, como chocolatada, limonada o cafés saborizados que suman variedad. El ambiente es cálido y relajado, y el espacio amplio lo convierte en una gran opción para ir en familia. Los chicos van a disfrutar el momento tanto como los grandes, especialmente cuando vean el mostrador repleto de cosas ricas.

El dato: ofrecen una carta de almuerzos con wraps, sándwiches y ensaladas que tienta a cualquier hora.

Dónde: Quesada 1798, Nuñez.