1. Aura Pampa Spa


En pleno centro porteño, dentro del flamante hotel Casa Lucía, este spa es un recreo inspirado en la serenidad de la pampa argentina. Todo: los masajes, los aromas, la estética minimalista y hasta los rituales sensoriales, apunta a bajar un cambio inmediato y reconectar con lo esencial.
La carta es súper completa: desde el Head Spa (su tratamiento estrella, un mimo profundo para cuero cabelludo y mente) hasta masajes que homenajean la llanura pampeana: Brisa Pampeana (relajante), Huellas del Campo (descontracturante) y Elixir de la Pampa (deep tissue), además de faciales y reflexología. También ofrecen spa days, membresías y experiencias para parejas o grupos, siempre con frutitas, espumante y ese mood de “bajé dos cambios sin explicarlo”.
El dato: hay sesiones de meditación y yoga en grupos chiquitos, ideal para quienes buscan resetearse más a fondo.
Dónde: Arroyo 841.



















