En esta ciudad donde algunos barrios se asocian con la moda o la vida nocturna, Villa Devoto se distingue por otro aspecto: su calma. Conocido como el “Jardín de Buenos Aires” por la abundancia de plazas y calles arboladas, este barrio de la Comuna 11 mantiene una identidad marcada por la vida vecinal, la arquitectura de casonas elegantes y la tranquilidad que parece imposible tan cerca del centro porteño.
Pero Devoto no solo es un refugio verde. Es también cuna de historias deportivas, religiosas y culturales. Diego Maradona vivió en él durante años, en la esquina de Segurola y Habana, hoy convertida en un punto de peregrinación para hinchas y curiosos. También lo es por su Basílica San Antonio de Padua, uno de los templos más imponentes de la ciudad, cuya tradición lo vincula con los pedidos de amor y de objetos perdidos. Y en medio de todo esto, se consolidó como un polo gastronómico con restaurantes de vanguardia, bares notables y pastelerías de autor. Por todas estas razones, Time Out Travel lo eligió como el barrio más cool de Buenos Aires 2025. ¡Vamos a recorrerlo!

Un paseo por la historia de Villa Devoto
Villa Devoto nació a fines del siglo XIX, ligado al proyecto del empresario Antonio Devoto, un inmigrante italiano que soñó con darle a Buenos Aires un barrio jardín al estilo europeo. Fue él quien donó terrenos para la construcción de iglesias, escuelas y hasta la cárcel de Devoto, y quien marcó con su apellido la identidad del lugar.
El trazado amplio, las diagonales y las grandes parcelas destinadas a quintas hicieron que desde un comienzo se lo reconociera por su carácter residencial. Con el tiempo, muchas de esas quintas se transformaron en casonas elegantes con jardines al frente, acompañadas de veredas anchas y calles arboladas. Esa impronta le dio el ya mencionado apodo de “Jardín de Buenos Aires”.
A diferencia de otros barrios porteños que se densificaron rápidamente, acá predominaron siempre las construcciones bajas, reforzando el aire tranquilo y familiar que todavía hoy se respira. Esa calma lo volvió un barrio codiciado para vivir, pero sin perder la esencia de comunidad ni el ritmo pausado que lo distingue dentro de la ciudad.
¿Qué conocer en Villa Devoto?
La mejor manera de empezar un recorrido por el barrio es bien temprano en Café de García, un clásico declarado Bar Notable, que funciona desde 1927. Allí, las paredes cuentan historias: fotos de equipos de fútbol, objetos antiguos y un mostrador que resiste el paso del tiempo. Es el lugar perfecto para arrancar el día como un porteño auténtico, con un café acompañado de medialunas o un tostado.

Desde allí, lo natural es caminar hasta Plaza Arenales, el corazón verde del barrio. Rodeada de restaurantes, heladerías y cafés, es punto de encuentro de familias, vecinos y quienes llegan a buscar aire fresco. La plaza es escenario de ferias, actividades culturales y tardes de picnic bajo la sombra de los árboles. Además, aquí funciona la calesita de Tito, la más antigua de la Ciudad de Buenos Aires con más de 80 años de historia.

Aunque su fama es de barrio residencial, Devoto también guarda sorpresas. Una de ellas es Fantasy Skate, la pista de hielo cubierta más grande de Sudamérica. Familias, jóvenes y patinadores experimentados se mezclan en jornadas que rompen con la rutina.
Otro plan distinto es recorrer el Paseo de las Artes Latinoamericanas, un circuito de 17 canteros ubicados desde Gral. Paz hasta Av. San Martín dedicados a grandes figuras de la cultura del continente, como Diego Rivera, Frida Kahlo, Antoni Berni, Hugo del Carril, y Pablo Neruda, que refuerzan la identidad artística del barrio.
Finalmente, como mencionamos antes, tanto para aficionados como para curiosos, un punto icónico del barrio es la esquina de Segurola y Habana, inmortalizada hace años ya por Diego Maradona. Allí vivió durante varios años el ídolo y todavía hoy se mantiene como un sitio de peregrinación para quienes buscan sacarse una foto en el frente de la casa. Es un rincón cargado de mística futbolera que forma parte de la identidad del barrio y que sigue alimentando anécdotas en cada visita.
¿Dónde comer en Devoto?
Si hay un espacio que revolucionó el barrio en los últimos años, ese es Betular Pâtisserie. Desde que abrió, la pastelería del reconocido chef Damián Betular se volvió un destino en sí mismo: filas en la puerta, vidrieras coloridas con macarons y tortas de diseño, y un salón que mezcla minimalismo con calidez. Es parada obligada para los fanáticos del dulce - y amantes del chocolate - y un motivo por el cual muchos porteños viajan hasta el barrio.
Además, recientemente incorporaron a su carta el concepto de “Betular glacé”: vasitos de helados bien cremosos para afrontar los días de calor que se avecinan.

Al momento del almuerzo o el brunch, Ávito Bistró & Café aparece como una de las joyas más recientes de Devoto. Abierto en 2024 en un ex convento de monjas con más de 120 años de historia, es el primer proyecto porteño del chef cordobés Julio Figueroa. El espacio conserva la impronta original del edificio - con ventanales altos, baldosas históricas y un deck ideal para los días lindos - y suma un aire contemporáneo muy especial.
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La propuesta se centra en un brunch extendido durante todo el día, con panificación propia, pastelería de autor, laminados y platitos de estación que combinan comfort food y toques mediterráneos. A eso se suma una carta de coctelería clásica y un menú que abraza opciones inclusivas sin perder sabor.

La gastronomía del barrio también tiene propuestas para la noche. Una de las más destacadas es 4ta Pared, restaurante que recibió recomendaciones de la Guía Michelin en 2024 y 2025. La experiencia es íntima, con platos de autor y una carta que cambia según la temporada. Para quienes buscan un plan más relajado, Buche Salumeria se convirtió en un punto de encuentro alrededor de la picada. Inaugurado en 2025, ofrece una selección única de charcutería y quesos artesanales de todo el país, además de productores europeos elegidos con cuidado.
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En un local de tres plantas que combina mercado, restaurante y rooftop, se pueden pedir tablas generosas, sándwiches o tapas, siempre acompañados de vermuts, cócteles italianos o alguna de las más de 80 etiquetas de vino.

El recorrido puede terminar en el Teatro Devoto, sala recuperada por la comunidad, situado en la antigua sala del Colegio de la Misericordia, hoy ofrece obras, recitales y espectáculos variados. Es un espacio que combina el orgullo barrial con una programación de calidad. Y si la idea es seguir con un clásico porteño, nada mejor que pasar por el Bar Alemán, un bodegón de los de antes donde la milanesa gigante ya es tradición: alcanza para compartir y siempre llega a la mesa con elogios. Enterate cuales son las mejores milanesas de Buenos Aires.

Patrimonio arquitectónico
Uno de los secretos mejor guardados de Devoto es el Palacio Ceci, una mansión construida en 1913 por el ingeniero Alfredo Ceci, miembro de la familia Ceci llegada de Italia, a pedido de Antonio Devoto. Ubicada sobre la avenida Lincoln al 4300, esta casa del siglo pasado destaca por su estilo europeo ecléctico - influjos franceses, italianos y barrocos - , materiales costosos como mármoles de Carrara, pisos de roble de Eslavonia, vidrieras antiguas, y detalles ornamentales que revelan un lujo de otra época.
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Aunque no es enorme como otros palacios de la ciudad, su presencia se impone al cruzar una avenida arbolada y se rodea de leyendas, como aquella que dice que una trabajadora del palacio fue sobreviviente del Titanic. Hoy está declarado Bien de Interés Arquitectónico, y se encuentra en proceso de restauración por parte del Gobierno de la Ciudad, con puesta en valor de jardines, fachadas y estructura original para devolverle ese esplendor escondido. Se espera que pronto vuelva a estar abierto al público.

Más allá de este palacio, lo cierto es que no deja de ser un lujo caminar por el barrio y deleitarse con las mansiones que lo habitan. Las hay de todos los tamaños y colores, habitadas y deshabitadas pero todas conservadas en excelente estado y haciendo del barrio un lugar extremadamente especial y dándole justamente eso: aura de barrio.
Devoto, un barrio que no deja de sorprender
En definitiva, se puede decir que Villa Devoto es el lugar donde convive la calma con una interesante vida cultural y gastronómica en expansión. La esquina que inmortalizó a Maradona, los cafés que se multiplican alrededor de sus plazas… El Jardín de Buenos Aires invita a ser recorrido sin mucho apuro, descubriendo en cada cuadra un nuevo motivo para volver.