Next to Normal Immersive llegó a Buenos Aires y ya agotó sus primeras funciones en el CAI de Colegiales (entradas, acá). La versión inmersiva del musical que revolucionó la forma de hablar sobre salud mental en Broadway lleva la experiencia a otro nivel: proyecciones 360°, sonido envolvente y actores compartiendo el mismo espacio con el público.
El estreno local tiene un plus de lujo: Alice Ripley (Premio Tony) y J. Robert Spencer, protagonistas originales en Broadway, vinieron especialmente a la Argentina para encabezar el elenco junto a nuevos talentos argentinos. Además, Adam Pascal, ícono de Rent, participa de manera virtual. La obra, en inglés con subtítulos en español, llega de la mano del creativo argentino Pablo del Campo, quien ya la hizo historia en Barcelona y promete convertirla en un hito cultural porteño.
En esta entrevista, Ripley y Spencer cuentan cómo es volver a la obra que marcó sus carreras y qué significa protagonizarla ahora en esta versión disruptiva en Buenos Aires.

¿Cómo cambió tu experiencia interpretando Next to Normal su versión inmersiva, en comparación con tu trabajo original en Broadway?
Robert Spencer: Mi experiencia interpretando Next to Normal en esta versión inmersiva es muy distinta a lo que fue mi trabajo en Broadway en donde existía la famosa “cuarta pared”. Es decir, un público sentado en la oscuridad, recibiendo la obra mientras esta historia poderosa se desplegaba en el escenario. Era eléctrico, pero también había una especie de separación. Ahora, con la producción inmersiva, esa pared desapareció por completo. El público está ahí con nosotros, sintiendo cada momento de cerca. Eso hace que las interpretaciones sean más crudas, más vulnerables y, sinceramente, más impredecibles. Hay una intimidad y una intensidad distintas: cada respiración, cada pausa, cada mirada tienen peso porque el público está literalmente en la misma sala con nosotros. Para mí, volver a este rol después de haberlo creado en Broadway ha sido profundamente conmovedor, porque estoy revisitando el material de una forma completamente nueva. La historia golpea distinto cuando la compartís en este formato inmersivo: se siente menos como una actuación y más como una experiencia que todos estamos viviendo juntos.
En esta versión inmersiva hay una intimidad y una intensidad distintas: cada respiración, cada pausa, cada mirada tienen peso porque el público está en la misma sala con nosotros
Alice Ripley: Diana es una interpretación que yo creé a partir de palabras y notas. Como es un personaje literario y no una persona real, ella se ha mantenido igual. Sin embargo, yo he crecido como mujer que, por ejemplo, atravesé la reciente pérdida de varios familiares queridos. Por lo tanto, aunque Diana y yo somos muy distintas, quizás hoy soy más capaz de comprender su duelo que antes. Mi aproximación se siente más relajada, integrada y plena justamente por eso.
Este musical aborda la salud mental, el duelo y el dolor familiar con gran intensidad. ¿Cómo se preparan emocionalmente para revivir esas emociones noche tras noche?
Robert Spencer: Ese siempre fue uno de los mayores desafíos de Next to Normal. La obra no te deja esconderte: te pide que vayas a lugares muy crudos y vulnerables una y otra vez. Para mí, se trata de poder conectar con mis propias experiencias de vida, pero siempre anclado en la verdad de la historia. Una vez que sube el telón, confío en mi entrenamiento, en la escritura y en la música para llevarme hasta allí. La belleza del trabajo de Tom Kitt y Brian Yorkey es que te ofrecen el mapa emocional: vos solo tenés que estar dispuesto a recorrerlo con honestidad. Y después, cuando termina la función, me aseguro de dejarlo en el escenario. No podés vivir con ese peso las 24 horas del día: encontrar alegría, humor y conexión fuera del escenario es lo que me permite volver una y otra vez a contar esta historia con todo lo que tengo.
Alice Ripley: Desde el inicio de mi experiencia interpretando a Diana, he dedicado todo mi tiempo entre funciones a dos cosas. Primero, a recuperarme de la exigencia física y mental de encarnar el duelo como actriz que procesa emociones para un público. Segundo, a preparar mi instrumento (mi voz, mente, cuerpo, respiración y alma) para poder volver a usarlo de esa manera, recomponiendo las piezas lo mejor posible. Esto es posible para mí gracias a la gracia de mi Padre Celestial. En ese proceso de recuperación y preparación incluyo la oración, la hidratación, la soledad, el descanso, hacer arte en soledad, experimentar silencio, nutrirme y entrenar adecuadamente, y también brindar pequeños gestos de amabilidad a las personas que encuentro en mis tareas cotidianas.
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Buenos Aires tiene una cultura y un público muy propios, con referencias particulares. ¿Cómo adaptan su interpretación o conexión con el público local?
Robert Spencer: Buenos Aires tiene una cultura riquísima y un público teatral muy apasionado. Lo que descubrí acá es que la gente no solo mira teatro: lo siente, lo vive. Para mí, adaptarse no es cambiar la historia en sí —porque Next to Normal es universal—, sino sintonizar con la energía de la sala. Lo hermoso es que, aunque interpreto una historia nacida en EE.UU., los temas de familia, pérdida y resiliencia resuenan igual de fuerte acá. La universalidad de esas emociones puentea cualquier diferencia cultural, y eso hace que la conexión con el público de Buenos Aires se sienta única y poderosísima.
En Buenos aires la gente no solo mira teatro: lo siente, lo vive
Alice Ripley: La historia de Next to Normal Immersive será recibida por el público en sus propios términos, sin importar dónde la contemos. La historia de Diana sigue siendo la misma.

Trabajar con talentos locales jóvenes como Ema Giménez Zapiola, Valentín Zaninelli y Axel Munton debe ser una experiencia especial. ¿Cómo es colaborar con ellos y cómo impactó en sus propias interpretaciones?
Robert Spencer: Me emociono al hablar de estos tres jóvenes talentos porque los quiero muchísimo. Emma, Valentín y Axel han sido un regalo para trabajar. Traen frescura, honestidad y una valentía real al escenario. Esa energía es contagiosa: me impulsa a estar presente y abierto, porque ellos lo dan todo. Lo más inspirador es cómo se conectan profundamente con el material. Aunque Next to Normal es una historia con la que he vivido durante años, verla a través de sus ojos me recordó su inmediatez y su impacto. Ellos no llegan con preconceptos: se zambullen con verdad y con corazón. Colaborar con ellos impactó totalmente en mi interpretación: sus talentos hacen que la historia se sienta aún más viva cada noche. Estoy muy orgulloso de compartir el escenario con ellos.

Alice Ripley: Como en toda compañía teatral, intentamos aprender unos de otros sin importar la experiencia. Me impresionaron muchísimo los tres actores que mencionás, y en realidad toda la compañía. Su dedicación al arte del teatro en vivo y su respeto por la obra son admirables, e inspiran a dar aún más de todo lo que cultivamos a lo largo de los años. En una ciudad como Buenos Aires, llena de calidez, historia y alma, la gente del teatro se encuentra fácilmente. Es gente que sabe abrir el corazón y extiende amor desde un lugar seguro y respetuoso. Eso lo encontré acá.
Los fans de Next to Normal ya vieron el musical en producciones tradicionales. ¿Qué creés que se van a llevar de esta versión inmersiva? ¿Cómo esperás que resuene en quienes ya conocen la obra?
Robert Spencer: Los fans que conocen Next to Normal en versiones tradicionales van a experimentarlo bajo una luz completamente nueva. Ya saben la historia y las canciones, pero en esta versión inmersiva están dentro del mundo de la familia Goodman. No solo observan la lucha: están en medio de ella, respirando el mismo aire, y eso lo cambia todo. Creo que se van a llevar una conexión emocional más profunda. Es más personal, más inmediato y, en cierto modo, más confrontativo. Cuando las barreras desaparecen, la obra no solo vive en el escenario: vive alrededor tuyo, con vos. Aunque la hayan visto muchas veces, este formato les permite sentir la historia de una forma que nunca antes habían experimentado.
Alice Ripley: Siento que esta experiencia inmersiva resuena aún más profundamente con la historia de los Goodman. El impacto inmediato es similar al del espectáculo de Broadway, pero tal vez se siente aún más personal para el público debido a la cercanía con la acción que está ocurriendo.
Diana es un personaje profundamente marcado por la enfermedad mental, el duelo por Gabe y la culpa personal y familiar. ¿Cómo abordás hoy esa complejidad emocional, a partir de tu experiencia personal y profesional? ¿Descubriste algo nuevo de Diana en esta versión que antes no habías explorado?
Alice Ripley: Descubrí un nuevo humor y una diversión con Diana en esta producción inmersiva, gracias a nuestro equipo. Y estoy muy agradecida por eso.
Descubrí un nuevo humor y una diversión con Diana en esta producción inmersiva
Dan cumple un rol de equilibrio: apoya, siente culpa, busca soluciones y carga con sus propios errores mientras enfrenta la realidad de una familia quebrada. ¿Cómo trabajás hoy su arco interno? ¿Qué cambió en tu interpretación de este personaje en la versión inmersiva?
Robert Spencer: Al volver a interpretarlo en esta producción inmersiva, me encontré apoyándome aún más en su vulnerabilidad. Cuando el público está literalmente en la sala con vos, cada grieta en la armadura se ve, y eso en realidad es liberador como actor. Aunque Dan sigue intentando ser el sostén, el público en esta versión lo ve como un hombre/marido/padre que se está desmoronando en tiempo real: lidiando con errores, con la negación y con el peso del amor y la pérdida. Lo que cambió para mí es que hoy veo a Dan menos como un símbolo de fortaleza y más como una figura profundamente humana, que simplemente intenta, falla y vuelve a intentar. El formato inmersivo hace que su arco se sienta más íntimo, crudo y expuesto, y me permite conectarme con él de una manera en la que nunca lo había hecho antes.