En Papá X Dos, Benjamín Vicuña, Celeste Cid y Lucas Akoskin se meten de lleno en los enredos afectivos de la vida moderna, donde los límites de la familia tradicional se desdibujan y el amor no sigue reglas. La comedia combina ternura, caos y mucho humor, y propone una mirada fresca sobre los nuevos modelos familiares: padres, madres y ex conviviendo, compartiendo roles y aprendiendo a reírse de sí mismos en el proceso. Estrena el 18 de septiembre y estará disponible en todos los cines del país.
Lucas y Celeste, dos de sus protagonistas, nos cuentan cómo fue meterse en estos personajes que navegan entre la libertad, la maternidad y la paternidad inesperada, sin perder la verdad ni la comicidad de cada situación. En esta charla revelan los desafíos, las risas detrás de cámara y cómo su experiencia personal influyó en la construcción de Pancho y Ana.

¿Qué fue lo más desafiante y lo más divertido de interpretar a Pancho y a Ana en una historia que juega con los límites de la familia tradicional?
Lucas: En mi caso fue muy lindo poder transitar con la impunidad, inocencia y desorientación de la realidad. Poder entrar y salir de situaciones que claramente eran jugadas y hasta cierto punto incorrectas, pero con total libertad y sin juicio. Me refiero a mi propio juicio. Pancho juega con límites que no estaban definidos ni marcados. Sus motivaciones surgen desde la libertad de ser el mismo sin importar las consecuencias.
Pancho juega con límites que no estaban definidos ni marcados
Celeste: Las escenas multitudinarias, de juego, de asado, de risas y complicidades, sobre todo teniendo en cuenta que eran escenas con niños, y eso siempre es una alegría a la hora de filmar. La impronta que trae un niño no se compara con nada, es el mejor escenario para estar abierto al juego.
¿Cómo se prepararon para abordar el humor en una comedia que también toca temas sensibles como la paternidad y la convivencia?
Celeste: Siempre trabajo con un coach, Guillermo Ghio. Con él hice las lecturas iniciales y tratamos de entender el “detrás” de Ana, qué le pasa con esta maternidad, con este hijo que no es de su pareja actual, y que además es de su ex. El trabajo de un artista es, ante todo, entender siempre los motivos de las cosas que hace su personaje, sin juzgar si están bien o mal o si podrían haber sido de otro modo. El guión siempre es un punto de partida, pero con las reglas por lo general ya muy claras. Fue lindo comprenderla, entender -por más que en la película no se vea- su interior, las noches donde seguramente tuvo dudas, inseguridades, donde fantaseó con cómo se lo contaría a su pareja.
El trabajo de un artista es, ante todo, entender siempre los motivos de las cosas que hace su personaje
Lucas: La consigna fue no “tratar” de ser graciosos. No pretender nada. En parte la actuación es un juego, un espacio lúdico donde si todo está alineado, existe la posibilidad de pasarla muy bien. El humor estaba en el set dentro y fuera de cámara, pero los personajes tenían que accionar desde una total verdad dejando que el humor sucediera porque las situaciones eran quizás un poco ridículas o exageradas. La dinámica y química entre los tres fue inmediata y eso ayuda muchísimo. Un set de filmación ya es una convivencia. Muchas horas, muchos días juntos. Los tres tenemos hijos. En mi caso, mi hija no estaba en el país, pero los hijos de Celeste y de Benjamín pudieron visitar el set.

Celeste, como madre en la vida real, ¿cómo influye tu experiencia personal en la construcción de tu personaje?
Ana está recién embarazada, es decir, no la vemos interactuando con un/a niño/a, es con su panza, ante lo cual te diría que con lo que más me conecté con la sensación alucinante que es filmar todo el día con una panza a cuestas, parar a almorzar y seguir con la panza puesta, panza con la que me encariñé y estuve a un segundo de pedirla para llevármela a casa (dice entre risas).
Me conecté con la sensación alucinante que es filmar todo el día con una panza a cuestas
Lucas, como padre, ¿cómo influyó tu propia experiencia en la interpretación de Pancho?
Pancho nunca se imaginó ser padre. Le toco sin planearlo. Él vive la vida con total libertad y en muchos aspectos, mucha inmadurez. Mi propia experiencia de ser padre, me ayudó a la hora de compartir y trabajar con niños (similares a la edad de mi hija) y a divertirme con ellos como un niño más. A apoyarlos y ayudarlos a aguantar las largas horas de un rodaje y a empaparme de esa magia que tanto tienen los niños a la hora de jugar.
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¿Qué mensaje esperan transmitir con Papá x Dos sobre los nuevos modelos familiares y la flexibilidad de los roles parentales?
Lucas: No queremos bajar línea, pero quizás suavizar la mirada y el juicio. Las familias pueden componerse de la manera que sea. Sin necesidad de cumplir con patrones antiguos o mandatos pre instalados. Ojala dar un poco de luz sobre una posibilidad de mirar hacia adelante con ojos abiertos hacia el corazón y al bienestar de los niños. Al final del día, es todo por ellos. Ellos no nacen ni llegan a una familia con condiciones ni prejuicios. Se las ponemos nosotros. Esta peli solo muestra un escenario que podría suceder, donde al final del día, todos encuentran el balance para formar una familia unida.
Celeste: Que siempre estamos a tiempo de deconstruirnos y que a veces diariamente tenemos la posibilidad de hacerlo. Todos estamos en un momento de desarmarnos para volver a armar.. siempre, no importa la edad que tengas.
PING PONG PORTEÑO
Barrio porteño donde te perderías sin miedo
Lucas: estoy alerta en todos, pero sin miedo
Celeste: Colegiales
Café de especialidad o un cortadito
Lucas: prefiero el Mate (pero un cortadito me tomo)
Celeste: Latte, o Chai Latte
Plato porteño que siempre te tienta
Lucas: milanga con fritas y si estamos de humor… un huevo frito arriba.
Celeste: guiso de lentejas
Plan ideal para un domingo en Buenos Aires
Lucas: caminata por algún lugar con naturaleza o vegetación. Asado con amigos y familia, teatro o cine y a la cama tempranito.
Celeste: las plazas de Buenos Aires siempre están ahí para recibirnos. Lo llevo mucho a mi hijo menor a jugar a la pelota, a hacerse amigos nuevos, a que interactúe con otros chicos y chicas.
Algo que siempre te sorprende de la ciudad
Lucas: la constante reinvención. Al vivir fuera de Argentina, cada vez que vuelvo me encuentro con muchísima variedad de lugares nuevos, locales, cafés, restaurantes. La cantidad de oferta de espectáculos y actividades culturales.
Celeste: que siempre hay actividades para hacer. Ir al teatro y después caminar y comer algo por Calle Corrientes, recorrer el Barrio Chino y toda sus fantasías, todas las opciones y diversidad en gastronomía. Además, siempre hay cursos interesantes para hacer (en el Malba, en Amigos de Bellas Artes, en la Di Tella), Buenos Aires es una ciudad que nunca duerme, y que sueña despierta.
Barrio porteño que tiene alma de película
Lucas: Palermo y sus infinitos rincones.
Celeste: San Telmo, Recoleta, La Boca, todos son barrios de películas, hay un director para cada locación.