¿Quién mató a Laura Palmer? La pregunta que paralizó a toda una generación sigue latiendo, envuelta en niebla, café negro y sueños rojos. A 35 años de su estreno, Twin Peaks, la serie de culto creada por el genio inclasificable David Lynch junto al brillante guionista Mark Frost, regresa en gloria y misterio a la plataforma MUBI desde el 13 de junio. Allí están todos los episodios: las dos primeras temporadas de 1990, y TWIN PEAKS: A LIMITED EVENT SERIES, su hipnótica secuela de 2017 dirigida íntegramente por Lynch, un artista único que transformó la televisión con un lenguaje visual, emocional y simbólico imposible de imitar. Es la oportunidad ideal para (re)descubrir esta obra incomparable y sumergirse en el universo de Lynch con 30 días de prueba gratuita en mubi.com/timeoutba.
Entrar al universo de Twin Peaks es asomarse a la mente de Lynch: zigzagueante como el empapelado del Red Room, ominosa y a la vez, hermosa. No es solo una serie, es un estado mental. Cuanto más te adentrás, más te atrapa esa mezcla inestable de lo mundano con lo sobrenatural. Los bosques, la música de Angelo Badalamenti, la luz… todo importa. Capturar su esencia en pocas palabras es casi una utopía.
Hay algo en esa combinación difusa, como si Lynch y Frost hubieran licuado todos los géneros posibles y servido un cóctel oscuro, elegante y desconcertante. No sabés exactamente qué buscás, pero querés más. Y eso es lo que hace única a esta serie: desafía, incomoda, seduce… y no se parece a nada.
Hay series que se miran. Twin Peaks se habita. Se entra como en una casa ajena, pero que, de algún modo, te resulta familiar. Como una pesadilla en loop.
Esta guía con 10 claves no busca explicarlo todo. Solo darte herramientas para explorar lo descifrable... y, sobre todo, respetar lo que debe seguir siendo un misterio.