Están los que cuando eran chicos ya lo tenían claro, o al menos replicaban a través del juego esa vocación que después iba a despertarse. Pero también están los que un mes antes de finalizar el colegio secundario no tenían ni la más pálida idea de que lo querían estudiar. Mucho menos se imaginaban un futuro como profesionales. El paso de la vida de estudiante al mundo profesional es un camino lleno de incertidumbre y desafíos. Sin embargo, para muchos jóvenes, la universidad se convierte en el trampolín perfecto no solo para adquirir conocimientos, sino también para descubrir una vocación y construir un futuro exitoso.
Time Out entrevistó a cuatro jóvenes que pasaron por UCES, terminaron sus estudios, obtuvieron un título universitario y hoy despliegan sus talentos en distintos ámbitos, desde un puesto corporativo en una multinacional, hasta dirigir su propia empresa o fundar una startup que brinda soluciones creativas en un mercado tan competitivo como el fútbol. Conocé sus historias.

La pasión por el deporte como motor de innovación
Juan Cruz Gotta, licenciado en Marketing, tuvo un recorrido atípico. Dedicado al fútbol profesional desde los 15 años, decidió colgar los botines a los 26 para emprender un nuevo desafío. A los 27 (dice que ya era “grande”) comenzó sus estudios en la UCES, y al mismo tiempo que cursaba la carrera y sumaba conocimientos, comenzó a desarrollar de forma paralela su startup Libro de Pases, una plataforma que utiliza inteligencia artificial para optimizar el scouting y la gestión de jugadores en el mundo del fútbol.
“Todo lo que veía en el día a día en la UCES me servía para mi camino de emprender y seguir construyendo la empresa”, afirma Gotta, quien eligió Marketing por la visión general de negocios que ofrecía la carrera. También, dice, por la flexibilidad de horarios. “Me anoté en la sede de Olivos y cursé de noche, lo que me permitió compatibilizar estudio y trabajo”, señala. Hoy, su empresa cuenta con un equipo de 25 personas y clientes en 12 países, un crecimiento que demuestra, entre otras cosas, que nunca es tarde para formarse y reinventarse.
“Estuve casi diez años sin estudiar ni tocar un libro desde que terminé el colegio hasta que me anoté en la facu. Quería formarme y tener un título, y la verdad es que en la UCES siempre me acompañaron, me abrieron puertas y me ayudaron en el proceso”.
En la UCES siempre me acompañaron, me abrieron puertas y me ayudaron en el proceso

Del interior a liderar en el mundo corporativo, sin escalas
Desde el año pasado ya le pueden decir “licenciada”. Jeanette María Duarte (23) es oriunda de Lobos y el año pasado se graduó en la UCES, después de haber estudiado en la sede de Cañuelas y obtener su título de grado en Recursos Humanos. “De chica me llamaba la atención el mundo corporativo y todo lo que eso conlleva, desde las personas que se vestían de manera formal, el ambiente de oficina y la dinámica de trabajo. Siempre me visualicé detrás de un escritorio”, confiesa Janette.
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Sin embargo, llegó a inscribirse en Recursos Humanos casi por casualidad, de una manera más lúdica que formal. Con una amiga, cuenta Janette, eligieron la carrera haciendo un ta-te-tí entre algunas opciones, porque a pesar de que tenía muy en claro que quería estudiar algo que le permitiera vincularse con la gente, la verdad es que no tenía mucha idea del plan académico y la formación. “Lo que en un principio fue simplemente un nombre que sonaba bien, Recursos Humanos, terminó siendo una verdadera vocación -asegura la joven-. La realidad es que me fascinó el mundo organizacional, la estructura empresarial y todo lo que implica acompañar a las personas dentro de una compañía”.
Lo que en un principio fue simplemente un nombre que sonaba bien, Recursos Humanos, terminó siendo una verdadera vocación
Jeanette -dice enfática- encaró la universidad con la misma seriedad que un trabajo, y entre algunos de los recuerdos de su paso por las aulas menciona el "trato humano y cercano de los profesores". Esta dedicación tuvo su recompensa cuando, al finalizar sus estudios, un profesor le informó sobre una vacante que había disponible en la concesionaria Toyota Ricciardi. Tras un proceso de selección, fue elegida para el puesto de referente de Empleos y Comunicación Interna, su primer trabajo formal.
Hoy, forma parte del Grupo Ricciardi, una compañía con más de 150 empleados, y afirma que, en el futuro, se imagina de regreso en la UCES, tanto en un rol de docente como para seguir formándose y sumar credenciales.

Un juego de chicos convertido en un medio de comunicación
Desde muy chico, Felipe Rodríguez jugaba a relatar partidos con su hermano. Lo dejaban todo en ese set televisivo (e imaginario) que montaban en su cuarto, y luego subían esos videos a YouTube. Esa pasión infantil, dice Felipe convencido, lo llevó a estudiar la licenciatura en Comunicación en UCES, donde el equilibrio entre teoría y práctica, junto a materias como taller de radio, le permitieron dar forma no solo a su vocación sino también a su emprendimiento.
Durante la carrera, junto con unos amigos, creó un programa de radio que evolucionó hasta convertirse en Rugbeat, un “influyente medio digital de rugby”, describe el joven. El proyecto, que nació en 2019, creció a la par de su formación académica y hoy tiene presencia en Fox Sports, compitiendo directamente con gigantes como ESPN. “Combinamos humor, análisis crítico y entrevistas a figuras conocidas, con un alcance de hasta 9 millones de usuarios en redes sociales”, señala el flamante conductor de Rugbeat.
En la actualidad, y con solo 25 años, Felipe tiene una trayectoria en los medios de comunicación, y no solo es el cofundador de una plataforma de streaming que tiene miles de usuarios. También es el protagonista de un proyecto que comenzó como un juego, casi una fantasía, y hoy se consolida “como una empresa que ya paga sueldos”, remata con orgullo, y una sonrisa.

Ni Psicología ni Nutrición: el mundo corporativo como meta
Por su parte, Valentina Iriarte, también licenciada en Recursos Humanos, llegó a la carrera tras un camino de dudas e introspección. Después de descartar Nutrición, y más tarde Psicología, se dio cuenta de que su verdadera pasión no estaba en el consultorio sino en trabajar codo a codo con personas en un entorno empresarial. Se inscribió en la UCES, admite, una semana antes de que comenzaran las clases, y la carrera superó sus expectativas.
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De su paso por la universidad, Valentina destaca dos cosas: “En primer lugar, aprendí a organizarme, a gestionar los tiempos y a priorizar. Y lo segundo, y clave, es el acceso que uno tiene como alumno a la bolsa de empleo de la universidad. Fue a través de ese canal que conseguí mis dos primeras pasantías, experiencias que me permitieron bajar a tierra todos los conceptos teóricos aprendidos”. La flexibilidad para estudiar y trabajar, además, fueron determinantes en su formación.
De UCES destaco el acceso que uno tiene como alumno a la bolsa de empleo de la universidad
Actualmente, Valentina trabaja como Talent Management Coordinator en Mondelez International, donde continúa su crecimiento profesional. “Estoy de estreno en el puesto y llevo apenas un mes en este nuevo rol, así que todo es aprendizaje -cuenta entusiasmada-. Es un área que lleva todo lo relacionado con encuestas de clima, cultura y talento corporativo. También las evaluaciones de desempeño y de potencial. ¿Qué más? ¡Ah, sí! Los entrenamientos para líderes y todo lo que tiene que ver con la estrategia de diversidad e inclusión”.
¿Qué estudié y de qué trabajo? No existe un único camino ni vocaciones siempre definidas. Puede ser una pasión temprana, una decisión que demora casi una década o un golpe de suerte. Pero la formación universitaria, el compromiso y la capacidad de adaptarse son herramientas clave para construir un futuro profesional sólido.