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Bodega Santa Julia
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Vinos distintos, vinos mendocinos: 10 etiquetas para descubrir lo nuevo

Desde espumosos naturales sin sulfitos hasta blancos ligeros y criollas centenarias, te contamos qué están haciendo las bodegas mendocinas para alinearse a las tendencias del mundo del vino.

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La revolución del vino ya está en marcha, y Mendoza no se queda atrás. Cada vez son más las bodegas que se animan a experimentar: vinos con menos alcohol, nuevas cepas poco exploradas, métodos ancestrales, fermentaciones espontáneas, mínima intervención y etiquetas con fuerte compromiso ambiental.

Esta nueva generación de vinos responde a un cambio global: consumidores que buscan propuestas más ligeras, sostenibles y honestas, sin sacrificar el disfrute. El Malbec sigue siendo bandera, pero ya no está solo. Hoy, nombres como Mencía, Criolla o Bonarda natural comparten escenario con naranjos, pet-nats y blancos cosechados tempranos.

En esta nota reunimos 10 vinos mendocinos innovadores que representan ese giro. Proyectos que sorprenden desde el viñedo hasta la copa, ideales para turistas curiosos, amantes del vino y quienes buscan algo distinto para llevarse de recuerdo... o para abrir en la próxima comida.

1. Andeluna 1300 Torrontés Dulce Natural - Bodega Andeluna

Los vinos con menor graduación alcohólica ya no son una rareza, sino una tendencia en crecimiento que responde a nuevas formas de consumo: más conscientes, más frescas, más equilibradas. En este contexto, muchas bodegas están explorando métodos de cosecha temprana o estilos naturalmente dulces, que permitan disfrutar del vino sin resignar sabor ni complejidad.

Aquí es donde entra el Torrontés Dulce Natural de Andeluna, la más reciente incorporación a su línea joven "1300". Elaborado con uvas del Valle de Uco provenientes de un antiguo parral, este vino tiene solo 6,5% de alcohol, y destaca por su equilibrio entre dulzor, acidez y un perfil aromático que remite a flores blancas y frutas como durazno y pera. Es ideal para acompañar quesos intensos o postres frutales. Una propuesta fresca, elegante y moderna que refleja la nueva cara del vino de montaña.

El dato: la nueva etiqueta presenta un relieve que simula el perfil de los Andes y flora autóctona, celebrando el origen del vino desde su diseño.

2. Sobrenatural Frisante Rosado – Chakana Wines

La búsqueda de vinos más vivos, puros y con menor intervención ha llevado a que cada vez más bodegas apuesten por vinificaciones naturales, sin sulfitos ni artificios. Entre los estilos que más han crecido, los pet-nat —frizantes elaborados con método ancestral— se han convertido en íconos del vino joven, fresco y experimental.

El Sobrenatural Frisante Rosado de Chakana Wines es un perfecto exponente de esta tendencia. Elaborado sin agregado de sulfitos, con prácticas biodinámicas en su viñedo de Agrelo, este blend de Syrah, Tannat y Malbec ofrece una nariz intensa, llena de fruta roja, y una boca crujiente gracias al anhídrido carbónico natural. La cosecha 2024 fue cálida, lo que aportó expresión aromática, mientras que la cosecha temprana mantiene una acidez vibrante. Ideal para el verano, como aperitivo o acompañando platos frescos.

El dato: su gasificación es completamente natural. Una sola fermentación que termina en botella, sin agregados, solo uva y terroir.

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3. LoCa Malbec – Domaine Bousquet

Cada vez más personas eligen vinos que acompañen un estilo de vida saludable, consciente y sin resignar disfrute. En ese contexto, los vinos bajos en alcohol y en calorías, ganan terreno. Y si, además, son orgánicos, veganos y sin sulfitos, el combo se vuelve irresistible.

LoCa (juego de palabras entre “Low Calories” y su “loca” elaboración) es el primer vino argentino que reúne todo eso en una sola botella. De color violeta intenso. Intensos aromas de frutas rojas y negras, cuerpo ligero y afrutado.este Malbec de Domaine Bousquet  con tan solo 9,5% de alcohol, se elabora con uvas de viñedos orgánicos certificados en el Valle de Uco, cosechadas de forma temprana y fermentadas con levaduras naturales.

El dato: además de su bajo contenido calórico y alcohólico, LoCa es vegano, sin gluten, sin sulfitos y con certificación de agricultura regenerativa.

4. Crios Sustentia Chardonnay – Susana Balbo Wines

La tendencia hacia el consumo responsable también pisa fuerte en el mundo del vino. Cada vez más consumidores buscan propuestas que acompañen un estilo de vida consciente, sin resignar sabor ni calidad. Y en este camino, Susana Balbo, la primera mujer enóloga de Argentina, presenta su apuesta: Crios Sustentia Chardonnay, un blanco fresco, elegante y con solo 8,9% de alcohol.

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Este vino nace de una cosecha temprana en el Valle de Uco, lo que permite lograr menor concentración de azúcar en la uva, y por ende, un perfil naturalmente bajo en alcohol y calorías. Con una acidez equilibrada y refrescante, es ideal para maridar con platos livianos o simplemente para disfrutarlo bien frío en cualquier ocasión. Además, forma parte de una sub-línea que apuesta por la sostenibilidad, la viticultura ecológica y la innovación.

El dato: en Susana Balbo Wines, los blancos y rosados representan hasta el 40% del portfolio, más del doble del promedio nacional.

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5. Domaine Elena de Mendoza – Catena Zapata

El futuro del vino se reinventa también desde la ciencia. Tras dos años de investigación en su propio instituto, Catena Zapata presenta su línea Domaine Elena de Mendoza, dirigida al mercado premium y con una propuesta completamente innovadora: vinos sin alcohol y con baja graduación alcohólica elaborados a partir de verjus, un jugo sin fermentar proveniente de uvas verdes de Chardonnay del Valle de Uco.

El resultado de esta investigación se traduce en cuatro bebidas únicas: dos vinos gasificados infusionados con botánicos (sin alcohol) y dos espumosos de solo 7% de alcohol, que combinan verjus con Chardonnay seco, bautizados como Uco Mineral y Uco Stones. Aromáticos, elegantes y equilibrados, representan una nueva forma de disfrutar del vino sin renunciar al placer sensorial.

El dato: el uso del verjus —inusual en la vitivinicultura argentina— permite bajar el azúcar, el alcohol y las calorías, sin sacrificar complejidad que caracteriza los vinos de esta bodega.

6. El Zorrito Naranjo - Bodega Santa Julia

La viticultura natural también tiene su lugar en Mendoza, y Santa Julia fue una de las pioneras en apostar por vinos de mínima intervención sin perder accesibilidad ni disfrute. Dentro de su línea de vinos naturales, orgánicos y veganos, El Zorrito es su primer naranjo: elaborado 100% con Chardonnay y sin sulfitos añadidos.

El vino se fermenta con levaduras nativas y pasa más de 40 días en contacto con las pieles, logrando un perfil aromático expresivo, con notas cítricas y de frutas tropicales, más una textura audaz que lo convierte en un blanco fuera de lo común. Se embotella sin filtrar ni clarificar, y se disfruta fresco, solo o acompañado por platos especiados o quesos intensos.

El dato: Santa Julia fue la primera bodega en Argentina en obtener la certificación "Fair For Life", asegurando prácticas laborales justas y sostenibles en toda su cadena productiva.

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7. Kung Fu Orange - Riccitelli Wines

Matías Riccitelli representa una nueva generación de enólogos mendocinos que combinan identidad, creatividad y rebeldía. En su proyecto personal se destaca Kung Fu Orange, un vino naranjo de Sauvignon Blanc fermentado en huevos de concreto y ánforas de arcilla, sin filtrar ni clarificar.

Este vino natural apuesta por la expresión pura del varietal, con notas cítricas, herbales y minerales, y una textura envolvente que lo vuelve tan intrigante como fácil de beber. Su estilo sin maquillaje ni artificios dialoga con consumidores que buscan vinos honestos y vibrantes, y marca tendencia en el segmento más experimental del Valle de Uco.

El dato: Riccitelli Wines cuenta con viñedos en zonas extremas como Gualtallary y Los Chacayes, a altitudes que superan los 1.500 msnm, permitiendo la producción de vinos con gran frescura y acidez natural.

8. Omaggio Pet Nat - Stella Crinita

La dupla Joanna Foster y Ernesto Catena creó Stella Crinita con una clara intención: hacer vinos 100% naturales, que reflejen el lugar, la uva y el espíritu del biodinamismo. Su Omaggio Pet Nat, elaborado con Cabernet Franc y Viognier, es un espumoso ancestral ideal para quienes buscan burbujas distintas.

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Sin sulfitos añadidos, sin filtrado y con fermentación espontánea, Omaggio es fresco, jugoso, con burbuja fina y notas de fruta roja y panadería. Se disfruta como aperitivo o con platos especiados. Su nombre rinde homenaje a los oficios artesanales y a la idea de creación como acto amoroso.

El dato: sus vinos nacen en un viñedo de apenas 5 hectáreas biodinámicas certificado por Demeter, una certificación internacional que garantiza que un producto proviene de la agricultura biodinámica.

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9. Criolla Argentina Criolla Grande - Lucas Niven Wines

La recuperación de cepas criollas es otra de las revoluciones en marcha desde hace rato. El enólogo Lucas Niven lo entendió antes que muchos y le dio vida a esta línea de cepas criollas llamada “Criolla Argentina”, proveniente de un parral centenario plantado en Junín en 1920. Con una vinificación minimalista y mucha personalidad, el resultado es un tinto ligero, con identidad propia.

Fermentado con levaduras autóctonas y criado en concreto sin filtrar, Criolla Grande expresa fruta roja, notas terrosas y una acidez natural que lo hace fresco, amable y muy versátil. Es de esos tintos que pueden tomarse apenas frescos, acompañando desde una empanada hasta un ceviche.

El dato: el parral de Criolla del que proviene este vino de Bodegas Niven tiene más de 100 años y es una joya viva del patrimonio vitícola mendocino.

10. Doña Mencía de los Andes – Ver Sacrum Wines

En una tierra dominada por el Malbec, Ver Sacrum Wines se atreve a ir por otro camino. Este proyecto encabezado por Eduardo Soler explora el potencial de cepas poco convencionales, especialmente las de origen mediterráneo, y apuesta por una viticultura de mínima intervención y bajo alcohol.

Una de sus joyas es Doña Mencía de los Andes, un vino elaborado con la ancestral variedad española Mencía, cultivada a 1.100 msnm en Los Chacayes, Valle de Uco. El resultado es un vino fresco, elegante y floral, de excelente acidez y notable expresión aromática. Su perfil versátil lo convierte en un gran aliado gastronómico: ideal para una picada con provoleta ahumada o chorizo colorado.

El dato: la filosofía enológica de Ver Sacrum se centra en vinos frescos, de bajo contenido alcohólico, con mínima intervención en el proceso de elaboración y uso de levaduras autóctonas.

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