Laura Ceballos

En este mundo hay dos clases de personas: las que aman los jugos por sus propiedades o las que los odian, opinando que todo el discurso alrededor de estos elixires vegetales es puro cuento. Independientemente de las riñas que surgen por los jugos, existe un hecho irrefutable: un jugo fresco, bien hecho y proveniente de una fruta de calidad sabe delicioso. En este sitio todo es blanco e impoluto, los toques de color en la decoración los dan letreros en luces rosas que señalan las diferentes áreas. Justo en la barra, hay bancos metálicos para comer, aunque la mayoría de las personas piden para llevar. Smoothies, batidos, shots, paletas heladas, ensaladas, sándwiches y snacks. También ofrecen productos empaquetados, como quesos veganos y un kit completo de jugos desintoxicantes, entre otros. Dr. Juice se exprime solo. Este rincón al sur de la ciudad ofrece jugos preparados con las técnicas más vanguardistas. Utilizan, de acuerdo al encargado del establecimiento, el proceso en frío: hace que las cadenas de aminoácidos de las enzimas y de otras moléculas nutrientes se conserven en mejor estado y sin perder sus características. Lo rico: los jugos frescos. Probé el de granada, su sabor dulce y color intenso me hizo pensar que salí de ahí con un escudo antioxidante. La ensalada de atún con verduras es abundante y la vinagreta de miel de agave le da un toque dulce, se complementa con la acidez de los jitomates cherry. También probé el smoothie tropical que se veía muy tentador -carne