Manuel Cerón

A estas alturas de la vida en cuarentena, la mayoría —si no es que todos— hemos pasado por ese momento de desesperación, en el que ya no hallamos nuestro lugar en el home office y ya nos aventamos todos los estrenos de Netflix y compañía. Si es tu caso, seguro has pensado en lanzarte un fin de semana, con su respectiva sana distancia, a cabañas o espacios abiertos que te permitan sentir libre de paredes. Una buena solución es agarrar tu casa de campaña, tu sleeping bag y una hielera, y agarrar camino a estos lugares para hacer camping cerca de la CDMX. Estas opciones son espaciosas y seguras, así que te permitirán cargar tus pulmones de aire fresco sin ningún riesgo; eso sí, también te corresponde a ti seguir los cuidados que tanto los venues como las autoridades sanitarias indican: uso constante de gel antibacterial y mantener una distancia sana. Recomendado: Cabañas cerca de la CDMX para darse un respiro. 

Desde marzo del año pasado, estamos ante lo que podría ser el mayor reto de nuestra vida; aspectos como la movilidad ahora están coartados por un sin número de precauciones que debemos tomar antes de pensar en dejar el sillón del hogar. Ante estos nuevos retos, viajar parece toda una travesía. Pensando en ello, se concluye que viajes cercanos y en lugares abiertos son la opción más viable, y mejor aún si son con familia cercana o las personas que viven en tu casa —por aquello de mantener el distanciamiento social—. Por fortuna en el Valle de México estamos rodeados de destinos montañosos que nos ofrecen oportunidades únicas para tener nuevas emociones, como el pueblo de Amecameca, un pequeño paraíso a tan solo una hora y media del centro de la Ciudad de México. La aventura puede comenzar por la mañana, para así aprovechar el día, el bosque y todas las actividades que la montaña ofrece. Las posibilidades son bastas en este destino, pero hay un espacio que conjunta la mayoría de ellas y de forma segura, en todos los sentidos: el Bosque de los Árboles de Navidad. Foto: Manuel Cerón Foto: Manuel Cerón  Paso a pasito ¿Qué tal una caminata entre cedros, abetos y pinos? Aquí puedes hacer un poco de trekking o quizá un sencillo y tradicional picnic con amigos —con el espacio suficiente para reír sin miedo—. En cada paso, las faldas de las montañas y la imagen del Iztaccíhuatl y el Popocatépetl ofrecen un paisaje increíble. Veredas, flora y fauna hacen q