Maria Cusó

Carla Simón ha hecho historia al convertirse en la primera española que gana el Oso de Oro en Berlín. Lo ha hecho con la historia de una familia de campesinos del Segrià que ven amenazado su estilo de vida cuando el propietario de las tierras les anuncia que quiere venderlas para instalar placas solares. Después de una noche de resaca de emociones, hay una pregunta que flota por el aire: ¿Cómo puede ser que una historia tan local conecte con gente de todo el mundo? Aquí cinco claves que lo explican: 1. La familia 'Alcarràs' no deja de ser la historia de una familia que se ama y que ama lo que hace. Un vínculo que supera la ficción y traspasa la pantalla, conectando con una fuerza increíble con el espectador. ¿Casualidad? No. Trabajo duro. Y es que ninguno de los actores es profesional. Antes de la pandemia, Simón y su equipo hicieron un casting a más de 9.000 personas de la comarca que 'fichaban' en las fiestas mayores de los pueblos. Y, una vez que tuvieron a los finalistas, trabajaron durante un año para que la complicidad entre ellos fuera auténtica. Pista: lo es. El cariño de esta familia supera la pantalla y es el punto fuerte de la película. Foto: Avalon 2. La tierra Los campos de melocotoneros son el escenario perfecto de esta historia rural. Pero no desde un punto de vista idílico y edulcorado, que también, sino poniendo de manifiesto la dureza del trabajo en el campo. La película no escatima en detalles y muestra todo el proceso de cosechar fruta. Y lo hace de mane

Carla Simón ha hecho historia al convertirse en la primera catalana que gana el Oso de Oro en Berlín. Lo ha hecho con la historia de una familia de campesinos del Segrià que ven amenazado su estilo de vida cuando el propietario de las tierras les anuncia que quiere venderlas para instalar placas solares. Después de una noche de resaca de emociones, hay una pregunta que flota por el aire: ¿Cómo puede ser que una historia tan local conecte con gente de todo el mundo? Aquí cinco claves que lo explican: 1. La familia 'Alcarràs' no deja de ser la historia de una familia que se ama y que ama lo que hace. Un vínculo que supera la ficción y traspasa la pantalla, conectando con una fuerza increíble con el espectador. ¿Casualidad? No. Trabajo duro. Y es que ninguno de los actores es profesional. Antes de la pandemia, Simón y su equipo hicieron un casting a más de 9.000 personas de la comarca que 'fichaban' en las fiestas mayores de los pueblos. Y, una vez que tuvieron a los finalistas, trabajaron durante un año para que la complicidad entre ellos fuera auténtica. Pista: lo es. El cariño de esta familia supera la pantalla y es el punto fuerte de la película. Foto: Avalon 2. La tierra Los campos de melocotoneros son el escenario perfecto de esta historia rural. Pero no desde un punto de vista idílico y edulcorado, que también, sino poniendo de manifiesto la dureza del trabajo en el campo. La película no escatima en detalles y muestra todo el proceso de cosechar fruta. Y lo hace de man

Carla Simón ha fet història en convertir-se en la primera dona catalana que guanya l’Ós d’Or a Berlín. Ho ha fet amb la història d’una família de pagesos del Segrià que veuen amenaçat el seu estil de vida quan el propietari de les terres els anuncia que les vol vendre per instal·lar-hi plaques solars. Després d’una nit de ressaca d’emocions, hi ha una pregunta que sura per l’aire: com pot ser que una història tan local connecti amb gent d’arreu del món? Aquí cinc claus que ho expliquen: 1. La família 'Alcarràs' no deixa de ser la història d’una família que s’estima i que estima el que fa. Un vincle que supera la ficció i traspassa la pantalla, connectant amb una força increïble amb l’espectador. Casualitat? No. Feina dura. I és que cap dels actors és professional. Abans de la pandèmia, Simón i el seu equip van fer un càsting a més de 9.000 persones de la comarca que “fitxaven” a les festes Majors dels Pobles. I, un cop van tenir els finalistes, van treballar durant un any per tal que la complicitat entre ells fos autèntica. Espòiler: ho és. L’estima d’aquesta família supera la pantalla i és el punt fort de la pel·lícula. Foto: Avalon 2. La terra Els camps de presseguers són l’escenari perfecte d’aquesta història rural. Però no des d’un punt de vista idíl·lic i edulcorat, que també, sinó posant de manifest la duresa de la feina al camp. La pel·lícula no escatima en detalls i mostra tot el procés de collir fruita. I ho fa de manera subtil, militant en favor de la pagesia trad