Bares en hoteles de Buenos Aires que no te podés perder

Una hamburguesa de 250 gramos con un pan especial, un trago con gin, uvas y jazmín o simplemente sentarse en los mismos sillones de cuero en los que descansaron Rod Stewart o los Red Hot Chilli Peppers luego de un concierto, pueden ser motivos más que suficientes para visitar este lugar, en el Four Seasons Hotel Buenos Aires. Su carta con platos sabrosos y fáciles de comer, su ambiente relajado inspirado en el polo y su filosofía donde no hace falta ser huésped ni reservar, hacen que sea una excelente opción para un after office. 

Una perlita: la picada con panal de miel y sus helados Dolce Morte, fabricados en el propio hotel.

Dónde: Posadas 1086.

Una de las mejores vistas panorámicas de todo Buenos Aires está, sin dudas, en este rooftop. Ubicado en el piso 32 del Alvear Icon Hotel, desde tu mesa vas a poder ver Puerto Madero, el Río de la Plata, el Puente de la Mujer y varios edificios icónicos. La carta es para todos los gustos: tiene desde sushi y ceviche hasta snacks. 

Una recomendación: subir antes que anochezca para disfrutar del atardecer.

Dónde: Aimé Painé 1130, Puerto Madero. Alvear Icon Hotel.

Existe una idea (o un prejuicio quizás) que los menús de los bares o restaurantes de hoteles deben tener platos clásicos, sin muchas pretensiones. Bueno, no es el caso de Negresco. La carta del lugar está hecha con productos de estación y con una gran conciencia de kilómetro cero. El ambiente es sofisticado y tiene dos espacios diferenciados: la barra, más desestructurada y canchera, y el salón con mesas con manteles blancos y sillones de cuero. 

Dónde: Avenida Callao 924, Recoleta. Palladio Hotel Buenos Aires MGallery.

Tener a Mona Gallosi, una de las bartenders más reconocidas de Argentina, como responsable de la coctelería de autor, es garantía de buena experiencia. Felicia es un bar elegante, pero desestructurado y disruptivo: la barra se despliega sobre un imponente mármol negro pero su menú ofrece platitos para picar y sándwiches. Una curiosidad es que todos sus tragos de autor tienen de nombre algún sustantivo o adjetivo femenino. Un imperdible: cualquiera de sus cócteles de estación.

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Dónde: Posadas 1232, Recoleta. Sofitel Buenos Aires Recoleta.

Si te gustan los espacios más íntimos, este bar es el indicado. Está en el subsuelo del hotel y abre solo de mayo a septiembre. El primer guiño del lugar está en la carta: ni bien la abrís vas a poder leer “Unidos por el antojo”, una especie de acuerdo implícito entre el chef y los comensales. La experiencia propone un viaje gastronómico por España de la mano de Ismael Alonso. Una joyita para chuparse los dedos: la croqueta de ibérico puro.

Dónde: Maipú 907, Microcentro. Hotel Pulitzer Buenos Aires.

Es como meterse en una máquina del tiempo. Por un lado, porque está en el edificio donde solía funcionar la fábrica de las antiguas máquinas de coser Singer. Por el otro, porque desde tu mesa podrás ver algunas de las cúpulas históricas más hermosas de la ciudad como, por ejemplo, el Palacio Barolo. Es el lugar justo para tomar algo y disfrutar de algún picoteo con fiambres y platitos. Te recomendamos reservar previamente.

Dónde: Av. de Mayo 1396 , Monserrat. Tango de Mayo Hotel.

Se siente como un living de una lujosa estancia rural. Tiene libros antiguos, cortinas de terciopelo rojo y sillones de cuero. Esa contundencia en la decoración se suaviza con el ambiente distendido del lugar. Se puede tomar un rico café por la mañana o disfrutar de unos tragos con música en vivo por la noche. 

Una perlita: tiene mesas afuera al borde de una de las piscinas más imponentes de la ciudad.

Dónde: Martha Salotti 445, Puerto Madero. Faena Hotel Buenos Aires.

Es otro de los bares secretos de esta lista. Su barra con su enorme lámpara con caireles te transporta a la Belle Époque y le da un toque elegante a todo el ambiente. Tiene una amplia carta de tragos de autor y algunas opciones de picoteo para acompañar.

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Un lujo: su cóctel color negro Black Penicilin que lleva Whisky, jugo de limón, almíbar de jengibre y carbón activado y un toque de Drambuie.

Dónde: Carlos Pellegrini 551, San Nicolás. Marriott Buenos Aires.

Cuando uno atraviesa la puerta, siente que está entrando a un lugar donde se dan conversaciones importantes.“Mixología” es una palabra que la Real Academia Española aún no incorporó como tal, pero que se puede definir como la habilidad de mezclar bebidas e ingredientes para crear nuevos cócteles. Martín Suaya, el bartender responsable por la coctelería de Le Club Bacan, es un exponente en esa disciplina. Detalles como música en vivo y una decoración que va desde instrumentos musicales hasta un tocadiscos crean un ambiente sofisticado.

Dónde: Arroyo 841, Recoleta. Hotel Casa Lucía.

La entrada a este bar -a través del portal del lujoso y tradicional Hotel Alvear- harían pensar a cualquiera que se trata de un lugar elegante, en donde las zapatillas no son parte del dress code. Pero lo cierto es que las apariencias engañan, ya que se trata de un lugar desestructurado y relajado. Ubicado en un piso 11, el menú tiene snacks, sándwiches, aperitivos y cocktails. Es ideal para un after office y para ver el atardecer. Te recomendamos reservar con anticipación. 

Un dato: el bar de sushi del hotel, Alvear Sushi Bar, está en ese mismo piso. Si sos fan del sushi, podés cenar ahí y después ir al Roof Bar a por un trago con vistas. 

Dónde: Av. Alvear 1891, Recoleta. Hotel Alvear.

Ubicado dentro de un palacio original de 1934, este bar es un homenaje al pasado. Sus paredes están recubiertas por paneles de madera que, según cuenta la historia, fueron tallados en 1600 para decorar un castillo de Normandía. Al fallecer el último dueño del lugar, su esposa decidió venderlas y fue Luis Duheau quien se las trajo para decorar su despacho en Buenos Aires. Hoy esos paneles son lo primero que llama la atención de quienes visitan este bar sobrio y elegante. La carta tiene cócteles clásicos y de autor, tapas y maltas; también variedad de habanos. Una perlita: los que saben dicen que tiene la mejor colección de whiskys del país.

Dónde: Av. Alvear 1661, Recoleta. Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires.