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Rey de Copas

Los mejores bares de Buenos Aires

Probá coctelería de autor en los mejores bares de Buenos Aires: los 32 recomendados de Time Out.

Carolina Cerimedo
Escrito por
Carolina Cerimedo
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Para salir en la semana, para volver bien tarde, para trasladarte en un cóctel a una playa o a otra época. Descubrir tragos de autor y revivir los de siempre. Nos sentamos en las mejores barras de la ciudad para contarte cuáles son. ¿Estás para tomar algo?

Doppel
Doppel

1. Doppel

Esto es coctelería hardcore, pura y dura. “Lo único que hacemos es tragos con buenas bebidas, no todos los gins le quedan bien a todos los cócteles”, nos dijo Guillermo Blumenkamp, que para poder trabajar con esta libertad no está casado con ningún sponsor. 

“Cuando nadie servía aún aperitivos, nosotros lo hacíamos. No se usaba el vermú. No existía el spritz en Buenos Aires. El gin no se tomaba como ahora”, reflexionó. El cóctel está garantizado y eso es lo que te van a dar en Doppel: “Sos un peregrino que llega y te recibimos, del abrigo a todo lo demás. Cuando vengas vas a sentir que algo te rozó. La vas a pasar bien. La noche empieza y no se sabe dónde termina”. No tienen camareros, (son todos bartenders) ni playlist.Estamos en los 50 Best Discovery. No participamos del concurso porque no queremos tener esas obligaciones, estamos para otra cosa. Para darle de tomar al burgués y al obrero que todos tenemos dentro”.

El dato: hacen el mejor old fashioned del mundo. Eso escribió el crítico de coctelería del New York Times, R. Simonson, que tiene el trabajo de viajar probando cientos de sus versiones.

Dónde: Juan de Garay 500.

Martes, miércoles y jueves hasta las 2 am. Viernes y sábado hasta las 4. 

El limón
El limón

2. El limón

Una cosecha de Lucas López Dávalos, que tras 20 años de experiencia se dio el gustazo (y nos da el gusto) de crear su propio bar, luego de haber diseñado el de Casa Cavia, entre otros. La carta de cócteles está concebida como un recorrido de sensaciones. ¿Un curry negroni?

Suena la canción Estallando, desde el océano de Sumo. Los discos de vinilo aportan su vibra y el sonido hi.fi la amplifica. Lámparas opalinas de colores y alfombras terminan la ambientación. Recientemente fueron seleccionados por 50 Best Discovery como uno de los bares más importantes de Argentina, una parada obligatoria en la noche porteña.

“No hacemos gastronomía, hacemos hospitalidad. Y eso no arranca cuando llegás, sino desde que elegimos el producto, las bebidas, cómo trabajar nuestros ingredientes y pensar en cada detalle para que pases uno de los mejores momentos de tu vida”, cuenta Lucas. Es momento de tomarse un Estás Verde: El Profeta gin, apio, piña, pepino y limón.

“Nuestra barra tiene la estación de trabajo en el mismo nivel, es la primera con este diseño en Argentina. El beneficio para el bartender es operativo, para el invitado es poder ver cómo trabajan en tu cóctel. Además, estás más cerca del piso, por lo cual todo es mucho más cómodo. La barra está a un metro, la banqueta en vez de estar a 72 centímetros, está a 67”, detalla Lucas.

El diferencial: no utilizan garnish, reemplazan las decoraciones por perfumes que desarrollan para potenciar la experiencia sensorial.

El dato: si estás para arrancar con toda la semana, abren los domingos y los lunes hasta la 1 am.

Dónde: Castillo 590.

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Tres monos
Tres monos

3. Tres monos

Se podría decir que es el mejor bar de Palermo. ¿Por qué? Porque está en el puesto 11 de The World 's 50 Best Bars, porque recibió un premio por su servicio relajado (es el primer bar sudamericano en ganar el Michter' s Art of Hospitality Award), porque su coctelería es suprema. Y también inclusiva: tienen una escuela de bartenders en el Barrio Mugica -ex Villa 31- para capacitación e inserción laboral, ya que luego los “graduados” vienen a trabajar a Tres Monos.

De lo único que se quejaba la gente era de que no había espacio… Por eso, hace un año inauguraron el garaje, para que entremos todos. La ampliación sumó una barra con disposición no tradicional, la primera en su tipo en Argentina, para que el público pueda ver al bartender sin perderse de vista entre sí. La vereda, con su amplio deck, también convoca. Apenas llegás, te sientes donde te sientes, te van a convidar agua y ponche de bienvenida. Sí, te van a hidratar toda la noche. Además de sus cócteles, podés probar sus bebidas de producción propia, de la sidra al Pet Nat y el whisky que elaboran en Exaltación de la Cruz. Con la misión de enaltecer los granos argentinos -¡somos uno de los mayores productores de cereales del mundo!-, sin la expectativa de parecerse al escosés.

“Una de las bases de nuestro bar es la búsqueda y el desarrollo de productos nuevos para crear una experiencia diferente y de gran valor, como trabajar con insumos y productores argentinos para crear bebidas con identidad propia que solo vas a probar cuando venís a visitarnos”, expresa Sebastián Atienza, uno de los 3 monos creadores de este hit.

Aunque a primera vista la estética punk te haga pensar otra cosa, son unos dulce de leche, que te van a escuchar y atender, para que tengas la experiencia que buscás esa noche.

El dato: todos los días abren desde las 16, así que si estás manija, ya sabés que en esta esquina podés arrancar temprano.

Dónde: Guatemala 4899.

Rey de copas
Rey de copas

4. Rey de copas

Cada rincón cuenta una historia a través de más de 100 obras de arte de diferentes culturas, tanto rioplatenses como sudamericanas y africanas, en una combinación de murales, tallas de madera, objetos de bronce, cobres repujados, collages. En el patio, antiguas mesas de trabajo de carpintería se disponen a modo de barras; en la terraza, estatuas zodiacales.

La carta de coctelería también invita a viajar por otros mundos. Inspirada en el horóscopo chino, tiene dos caras que seducen a los apasionados de la mixología y los simbolismos: Yin representa los tragos suaves y refrescantes; Yang los tragos fuertes, con alta graduación alcohólica y calóricos. Las 7 maravillas del mundo también alimentan su coctelería: El Coloso de Rodas nos transporta a Grecia, con gin macerado en lavanda, cardamomo, piel de lima y cordial de peras con menta y anís estrellado. Si estás en la onda de astrología y tarot, este es tu bar: alta coctelería de autor, en un espacio intrigante y algo esotérico.

Dónde: Gorriti 5176

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Mixtape
Mixtape

5. Mixtape

Emergió en los confines del nuevo Barrio Chino, en el primer piso de Haiku, el mítico sushi de Quique Yafuso. Con la coctelería de Pablo Piñata -que viene de Mundo Bizarro y que tiene la gintonería en el Pasaje Echeverría- y la barra de omakase del maestro Shimada.

El último bar de Piñata es el primero de su tipo en Buenos Aires: un “listening bar”. Acustizado, montado con toda la técnica y musicalizado por Bobby Flores. “El listening bar es una propuesta gastronómica oriental, que se desprende del Kissa Bar, que eran las casas de té, donde no solo se tomaba té. Apela a otros sentidos: en Mixtape la atmósfera es muy importante, la música es fundamental, como los tragos y la comida”, nos contó Bobby.

Así como el itamae no sigue un menú y sirve el pescado del mercado, Bobby pone algo así como la música del día, lo que tiene que sonar en ese momento, para llevarte a lugares donde el algoritmo no llega. Para crear una experiencia memorable, que no solo es rica para la boca, también es enriquecedora para el oído. La atención es esmerada: el propio Piñata, con su bigote característico, te cuenta y te guía para que tengas una gran noche, en compañía de los snacks que Martín Lukesch diseñó para la barra de coctelería.

Qué tomar: empezá por un Apple martini. Vodka, cordial de manzanas Granny Smith y sauco. Luego, un viejo conocido, para combinar con la onda retro del lugar. ¿Un daiquiri o un Gimlet?

Dónde: Roosevelt 1806.

Nobel
Nobel

6. Nobel

Es un homenaje a Luis Federico Leloir, el médico bioquímico y farmacéutico Premio Nobel argentino: lo que hacen, en su nombre, es coctelería reactiva. “Invitamos a reflexionar sobre las reacciones, las que se dan en un proceso químico, pero también sobre las demás”, anuncia Sebastián García, su creador. La coctelería nos genera una reacción inmediata en los sentidos. El cantinero, como lo llamamos a Seba -que es una de las 100 personas más influyentes del mundo en el mundo coctelería-, es el director creativo de este bar, al que llega después de liderar las barras de Frank’s y Nicky Harrison entre otras. Por supuesto que Nobel tiene su laboratorio, un espacio privado con rooftop exclusivo, para los amigos. La premisa siempre es deslumbrar a quien se aventure a subir al tercer piso del Complejo Leloir.

Abrió puertas en Zona Oeste, por ser la tierra natal de su fundador. Para estar a tono, pedite un Castelar tropical: tiene vodka Sernova, maracuyá y pomelada “Estamos felices de crear un proyecto lleno de energía, con ganas de hacer historia en el Oeste de Gran Buenos Aires”.

Qué tomar: Seba es un enamorado del Negroni, si vos también, andá por el de la casa: Gin Bulldog, Campari con pomelo & berries, Carpano Dry con Eneldo y piel de pomelo rosado.

 Dónde: Av. Martín Fierro 3290, Ituzaingó.

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Al fondo
Al fondo

7. Al fondo

Pasá al fondo, sin reserva. Después de que los hayas encontrado, en el back de Piedra Pasillo, un restaurante que la está rompiendo en Núñez. Una escalera en su patio conecta con el galpón que ahora es un bar, Al Fondo, fundado por Tomás Couriel.

“Me gusta lo que se crea en los bares, me gusta crear conceptos que la gente busque como punto de encuentro. Ese fue mi principal encanto con la gastronomía, entender que mediante un plato de comida, una copa de vino o un cocktail, pasan muchas cosas, buenas y malas. Sentimientos, momentos, todo”, nos dijo Tomás.

En Al Fondo, el combustible que abona estas situaciones es una coctelería muy bien hecha, con mejor producto posible. “Tenemos una búsqueda hermosa, súper transparente, de la mano de nuestro head Bartender, Santiago Migliano, que tiene muchas ganas de innovar, sin perder la simpleza y el cuidado del producto”, expresó.

La carta es muy flashera: Green bamboo (pisco, cilantro, pepino, tónica), María desnuda (tequila, tomate, especias, CO2), Trigo en el trigal (absolut, trigo y cúrcuma), Flor de tuna (gin Entre perro y lobo, licor de tuna, miel, verjus).

“Creo que en Al Fondo encontramos una manera hermosa de cerrar una experiencia completa de Piedra Pasillo. Al ser una especie de speakeasy, fue un lindo desafío. Núñez es un barrio tranquilo que está creciendo mucho, nosotros aportamos un poco de movimiento en la noche. Buscamos poder darle al comensal lo que quiera, acompañándolo y asesorándolo con expertos”, resumió. Piedra libre para los que quieran jugar a la escondida, en este escondite.

Dónde: Campos Salles 2145.

Boticario
Boticario

8. Boticario

Ya estamos de turno, hasta curar todo mal: eso anuncia la botica de Palermo, que expende tratamientos a base de buenas hierbas y buenos sabores.

No hay límites para la genialidad y la alegoría. Su última carta se inspiró en los siete pecados capitales, para sanarlos con mucha técnica, insumos y estética.

A cada falta humana, reiterada o habitual que va oscureciendo la conciencia y distorsionando actos, le corresponde un cóctel reparador. Así, hay uno para la soberbia. Otra receta para la lujuria: con generadores de dopamina que dan espacio a nuestros deseos más profundos. De perfil dulce y cítrico, la fórmula está hecha con vodka, vino, frutilla, chocolate y frutos secos. Para la gula, ese apetito insaciable, se le otorga un cóctel de perfil dulce, especiado y untuoso, a base de ron, maracuyá, naranja, galleta de vainilla.

Dónde: Honduras 5207.

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Oh’no! Lulu
Oh’no! Lulu

9. Oh’no! Lulu

Decime que estás en el paraíso sin decirme que estás en el paraíso. ¡Hacelo con un cóctel tiki!

La cultura del disfrute playero regresó de la mano de este bar, puntero en Villa Crespo, que abrió en 2019 para traer aires hawaianos a la ciudad. Una coctelería especiada (con el ron caribeño como espirituosa principal) en presentaciones divertidas. Este es el DNI de un trago tiki, que en su versión aggiornada también puede incluir elementos que van más allá de palmeras y bambú, como whisky y un servido más austero.

Con su  Oh’no! Lulu, Ludovico De Biaggi marcó el resurgir del bar tiki en Buenos Aires, recuperando su sofisticación y ensoñamiento. “En Estados Unidos, el movimiento tiki arranca en California, después de la Segunda Guerra Mundial, con los marines que traen conceptos de la Polinesia y Hawái, lugares lejanos, muy exóticos en esa época. Cuando nacieron, los bares tikis no eran relajados, eran restaurantes con puestas hollywoodenses, donde la gente iba a buscar una experiencia única. Estaban habituados a formas de consumo más europeas, el Sudeste Asiático llamaba la atención”, nos explicó el bartender.

Qué tomar: Mai Tai o el papá de la familia de cócteles tiki: Bacardi carta blanca, cointreau, orgeat y lima. Amamos el Daiquiri Brulée, con Bacardi carta blanca, lima y mango quemado.

Dónde: Aráoz 1019.

Cochinchina
Cochinchina

10. Cochinchina

Ya que estamos por el Pacífico, nos vamos a Vietnam, con este bar de Palermo que integra sabores y ambiente en una propuesta sugerente. La tentadora coctelería de Inés De Los Santos se une a los platos indulgentes de Juan Carlino, inspirados en la cultura franco-vietnamita. El espacio diseñado por Eme Carranza ofrece texturas, paisajes orientales, murales y detalles kitsch.

Está en el puesto 26 de The World 's 50 Best Bars y no lo dudamos, después de probar Floreado, con Pisco Quebranta 1615, Hesperidina, cordial de lima, infusión de manzanilla y perfume de flores. Nos sentimos en el Orient Express con Jazmín Shanghai: whisky Chivas Mizunara, Umeshu y té de jazmín. Y no estamos tan errados: el deck de madera de la entrada evoca una estación de tren, de la antigua Indochina. Para los valientes, Dijon Bloody Mary: Vodka Ketel One, jugo de tomate, mostaza y bloody mix. Un bar muy arriba en todo sentido, a barra llena todas las noches.

Dónde: Armenia 1540.

De miércoles a sábado hasta las 3 am, domingos y martes hasta las 2 am. 

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Florería Atlántico
Florería Atlántico

11. Florería Atlántico

Ya hay una biblia escrita sobre el bar de Retiro de Tato Giovannoni, un universo en un subsuelo que supo crear el gran referente de la coctelería argentina, que ya tiene su propio festival para compartir sus aprendizajes con los colegas.

Pasás al otro lado del espejo a través de una puerta oculta en una florería de la elegante calle Arroyo. Allí abajo hay otro mundo o muchos mundos, porque el gastrobar también propone viajar de a sorbos. Esta vez, el destino es la cultura pre-colombina. Una regresión a los pueblos originarios, un homenaje a las comunidades indígenas y rurales de Argentina, tras un trabajo enciclopédico realizado por Tato y el historiador Felipe Pigna. El enfoque de la barra es sostenible: su equipo trabaja codo a codo con los agricultores para cultivar ingredientes autóctonos. La carta es muy original: Huarpes trae pisco Calavera, agua de río mendocina, quinoa, zapallo, raíz de totora, huesos de pato y de pescado de río, maíz amarillo. Temáukel se hace con whisky, cordial de calafate, agua helada de hongos, vinagre de frutos rojos y perfume de maqui. Florería tiene con qué y participa en el ranking de los mejores del mundo desde 2016, donde logró escalar hasta el puesto 18 (para quedarse en el 30 en 2023).

El dato: si reparás en que la barra tiene forma de barco, te vas a dar cuenta de que, en realidad, estás en el fondo del mar.

Dónde: Arroyo 872.

Sede
Sede

12. Sede

Un club de whisky que fue pionero en Chacarita y en comunicar que las bebidas no tienen género. Tampoco edad (siempre que seas mayor de 18 años, por supuesto) ni casta. Y con esta premisa, le cambiaron la etiqueta al whisky en Buenos Aires, donde se lo consideraba para varones, mayores, de élite. De esta manera, una nueva generación amante de esta bebida encontró su sede, o su central de whisky. Donde no solo es posible ir a tomar cócteles con el destilado, o una medida on the rocks, también te podés hacer habitué: guardás tu botella en tu locker y la vas disfrutando en tus visitas. Por eso acá la clave es que vuelvas, que te unas a la movida del bar especializado en whisky.

Qué pedir: en código refrescante, Jameson + Cynar cordial de lima y soda. O el Ginger whisky, con Grants, ginger ale y soda. Un poco más jugado es el maní old fashioned, con Jim Bean White, Jameson, maní y Angostura.

Dónde: Guevara 421.

De lunes a sábados desde las 20.

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Presidente Bar
Presidente Bar

13. Presidente Bar

Hablemos de todas las chapas que puede desplegar Presidente. La de su fachada, en un petit hotel que es patrimonio arquitectónico nacional y que, dicen, fue parte de la casa paterna del escritor Adolfo Bioy Casares. La de ser uno de los sitios más exclusivos de Buenos Aires, sobre una de las calles más distinguidas de la ciudad. Y la de que desde hace tres años se mantiene entre los 50 mejores bares del mundo: en 2021 obtuvo el puesto 21 y fue el bar que más posiciones escaló dentro del certamen británico.

En su barra esplendorosa, o en el sillón de la biblioteca, nos volvemos a encontrar con Sebastián García. El cantinero es el artífice detrás (y delante) de este éxito de Recoleta. Una carta coctelera muy high end que se engalana aún más con una decoración belle époque. Lámparas de cristal, mobiliario suntuoso, guiños intelectuales y salón privado tras una puerta secreta. Las presentaciones de los cócteles son fuera de serie: Buenos Aires Zombie viene en un obelisco, con blend de Rones Bacardí, frutas tropicales, cítricos, absenta, Amargo Obrero y Hesperidina. Si vas al nuevo Presidente Bar San Isidro, hay que pedirse un Derby, que a tono con el Hipódromo viene en un mug con forma de caballo, con vodka Sernova, DV Catena Malbec y cordial de pepino.

Lo que se viene: tras la apertura en Zona Norte, se aproxima un desembarco internacional: Miami. Llegan a Wynwood, el barrio artístico que se ha convertido en la vanguardia de Florida.

Dónde: Av. Presidente Manuel Quintana 188.

Nueva sede: Av. Marquez y Av. Fleming, San Isidro.

Verne
Verne

14. Verne

Quienes prefieran el minimalismo, van a ser felices en Verne Cocktail Club. Aquí el concepto es despojarse de todo lo que no contribuya a resaltar la esencia de la bebida. Pureza, precisión y reducción consciente son los valores que guían esta coctelería. Así, los tragos no tienen más de tres ingredientes, para que se distingan bien los sabores y no se pisen.

La carta otoñal se enciende con Banahattan: bourbon de avellanas, banana clarificada con ponzu y aceite de cacao. Pear Uh Mami es aguardiente de peras Williams patagónicas, coco clarificado y helado de fruta.

Su minimalismo líquido se conjuga con una carta fantasiosa que emula los libros de Julio Verne. Como en este bar todo es una metáfora, Opium fashioned (bourbon, almíbar de té negro, Angostura y humo de eucalipto y canela) cita a los fumadores de opio de Hong Kong. Un viaje "extraordinario" hacia los orígenes de la coctelería de la mano de la literatura. Es la creación de un profesor de letras, Germán Lacanna, y de un barman con predilección por los cocktails de principio de siglo, Federico Cuco. Y el management de Florencia Ocampo.

El resultado es un espacio digno de la ciencia ficción, donde la imaginación retrofuturista del novelista está detrás de todo, hasta de los sillones de cuero chester que evocan al bar inglés en el que empieza “La vuelta al mundo en 80 días”. "Sin llegar a ser Disneylandia, la pared de chapa oxidada con ojo de buey y el interior curvado simulan el Nautilus", nos dijo Germán.

El diferencial: ya no hay azúcares agregados en ninguno de los cocktails. “Nos cansamos de los almíbares, que es un recurso súper fácil, el desafío es balancear sin utilizarlos. Es algo para destacar de nuestra nueva carta, algo de lo cual estamos muy orgullosos”, nos contó.

El dato: si querés sentirte en una película, solicitá El beso del hada verde, que es un servicio tradicional de absenta. Tienen variedad de botellas francesas que despachan a la antigua.

Dónde: Medrano 1475.

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Brukbar
Brukbar

15. Brukbar

Bar de bartenders. Así se definen y así se diferencian. Un concepto que nació en Noruega -donde estuvo el flagship bar original- y que exportaron a Palermo de la mano y de las cocteleras de dos bartenders argentinos: Adriano Marcellino y Juan Pablo Reales

Alta coctelería en un ambiente distendido, con tragos de autor que se presentan en unos vasos muy locos. Oscar viene directamente con la estatuilla, gin Gordon’s, maracuyá y espumante dulce. Médico brujo en una calavera con mezcla de rones, Cynar, Cinzano rosso y jugo de ananá. Barrilito sale en un mini tonel con Johnnie Walker Red Label, Sky apricot, jugo de naranja y limón. “Somos un bar de bartenders porque los gastronómicos nos eligen. También porque los que lo hacemos somos bartenders, y eso se nota en el servicio que tenés en la mesa, es como si tuvieras al barman ahí mismo, atendiéndote”, nos dijo Adriano. La coctelería es el corazón, y el espíritu es el de un pub: “Es un lugar cálido y amistoso, muchos son clientes recurrentes que se conocen, es un lugar para hacer amigos, además de venir con los tuyos”, agregó.

El diferencial: el que sabe, sabe. Abren todos los días hasta las 4.30 am.

Dónde: Fray Justo Sta. María de Oro 1801.

Pony Line
Pony Line

16. Pony Line

Dentro del topísimo Four Seasons Hotel, este bar propone coctelería de excepción. Cócteles originales, desde la presentación y el contenido, con desarrollo de ingredientes caseros. Los insumos homemade marcan las copas y los nombres con un guiño a la cultura local redondean la propuesta con personalidad autóctona. Hay palito, bombón helado: tequila + rosa mosqueta + helado + pomelo. Lo mío es Cuyo: gin + uvas + jazmín. Criollita: vodka + pepinos + pimientos + sal. Nos vamos con un Negroni vigilante, sí, con membrillo y queso. Para amar nuestro folklore y disfrutar de un Buenos Aires premium, en un ambiente internacional.

El dato: hay happy hour con DJ set en vivo.

Dónde: Posadas 1086.

De lunes a viernes abre desde las 11 am, sábados y domingos desde las 17.

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878
878

17. 878

Adelantados en todo. En colonizar el barrio de Villa Crespo, en ser un bar escondido (que hoy conocen todos) y en descartar el snobismo de la coctelería. El Bar 878 celebra su cumpleaños número 20, y todo sigue intacto: las ganas de hacer buenos tragos y el público que los elige. Techos altos, una puerta de madera, ladrillo a la vista, sillones y todo dispuesto para estar en casa, pero socializando con otros clientes y con los bartenders, que si no están a tope te van a transmitir sus secretos de las bebidas.

Rescatan tradiciones de los inmigrantes italianos y españoles, por ello muchas de sus recetas llevan Cynar, Pineral, Hesperidina y fernet. La carta tiene identidad nacional, tragos con historia y nombres que hablan de nosotros, como Fileteado porteño, Cortado Martini, Little San Telmo, y ¡hasta Anti-inflación!: vodka con eucalipto, vermú blanco, cordial de maracuyá-lima, soda y el compromiso de no subir el precio durante una temporada. La escultura metálica Floralis Genérica está en Av. Figueroa Alcorta y también en las mesas de 878: trae gin Margen Sur 878, cordial de jazmín, rosas, hibiscus, Santa Rita y perfume de Jacarandá. ¡Bellísimo!

Dónde: Thames 878.

Gran Bar Danzón
Gran Bar Danzón

18. Gran Bar Danzón

Con una magia no perecedera, el Gran Bar Danzón ofrece una sofisticada experiencia de bebidas desde hace 27 años. Una propuesta inspirada en la vida nocturna de Nueva York, que desde su apertura convoca foodies exigentes, un público que quiere que todo salga bien. La dupla detrás de la angosta escalera -que se camufla en la vorágine del Barrio Norte porteño para trasladarte a un primer piso que es un micromundo- está compuesta por Patricia Scheuer y Luis Morandi. Él venía de Soul Café en Las Cañitas y además de la cantina funk tenía la idea de hacer algo gastronómico. Patricia se sumó al proyecto, y recuperaron un boliche ochentoso por el centro y abrieron uno que parece tener vida eterna. Una esmerada selección de vinos argentinos y una carta de cócteles de corte clásico, con otros de toques diferentes, como el Margarita de piña con miel de agave o el Vermucito Julep.

Dónde: Libertad 1161.

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Crystal Bar
Crystal Bar

19. Crystal Bar

Mirar cómo la ciudad prende sus luces, hasta que la postal de Puerto Madero al anochecer se completa, con un skyline que se ve aún más imponente desde el piso 32. Si a eso le agregas cócteles de alta gama, tenés el atardecer perfecto en Buenos Aires, que también podés acompañar con la barra de sushi. Todo sucede dentro del Alvear Icon Hotel. Si sos del team burbujas, hay champagne por copa o botellas de buenas etiquetas, desde un Moët Chandon Rosé hasta un Dom Perignon o un Krug. Ideal para quienes quieran extender el after office: está abierto hasta la 1.30 am.

Dónde: Aimé Painé 1130.

De martes a sábado desde las 18 hs.

Anasagasti
Anasagasti

20. Anasagasti

Como se encuentra en un pasaje, es una burbuja que te protege del ritmo palermitano. A una cuadra de Santa Fe y Güemes, pero con una energía muy diferente. La casona, que con su arquitectura y sus vitraux es una joya, ha sido restaurada y expresa lo mejor de sí misma: un espacio acogedor, de aires europeos, que nos trasladan a otra época y otro lugar. En el regreso actualizado de Anasagasti, la coctelería sigue teniendo gran protagonismo y se adueña del primer piso de la propiedad de 1927, con nombres que hablan de los sitios icónicos de Buenos Aires: Mercado de Abasto (pisco con infusión de naranjas y peras, jugo de mango y ananá), El Rosedal (gin y cordial de frambuesas y lavanda). La carta de craft cocktails despliega toda su expertise. La barra de cobre y la chimenea rodeada de mesas con sillones de cuero negro completan el mejor panorama para tu noche porteña.

Dónde: Anasagasti 2067.

De martes a domingo, desde las 7 pm. 

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Punto Mona
Punto Mona

21. Punto Mona

Mona Gallosi hizo un gran recorrido desde su Río Negro natal -que dejó con 25 años- hasta convertirse en una de las bartenders referentes de la coctelería argentina y abrir su nuevo bar en Chacarita. Además de ser el primer sound lounge bar de Buenos Aires, se volvió un codiciado punto de encuentro para beber bien y relajarse en la noche porteña.

La carta de cocktails cuenta con creaciones propias y clásicos de siempre que se gestan en una barra de 8 metros. El bar más grande del Circuito Audiovisual está ubicado en un galpón totalmente renovado que tiene muy buena vibra: “Mi lema es lograr que la coctelería sea accesible para todos, para que puedan acercarse a este lenguaje de sabores, texturas y aromas. Así fue que comencé mi participación permanente en diferentes espacios de la televisión y la radio”, nos contó Mona.

El dato: si sos amante de los vinilos, vas a pasarla muy bien con su line-up de DJs.

Dónde: Fraga 93.

Nápoles
Nápoles

22. Nápoles

Lo que comenzó con la humilde idea de armar una pequeña barra para juntarse con amigos, en un espacio tipo taller mecánico donde el coleccionista Gabriel del Campo pudiera tener sus autos antiguos, es hoy uno de los bares tendencia en una zona que también hace furor: la avenida Caseros, a solo metros del Parque Lezama. Un bar-anticuario de 2.000 metros cuadrados montado en las antiguas cocheras de carruajes de una familia aristocrática, en un espacio recuperado que a la vez se llenó de recuerdos. Para tomarse un clásico, rodeado de clásicos.

El dato: también va en clave diurna, abre todos los días de 8.30 am a 1 am.

Dónde: Avenida Caseros 449.

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Santos
Santos

23. Santos

El primer ‘draught’ bar argentino. El que trajo a Buenos Aires la idea de servir cócteles tirados. Su barra es pionera en Sudamérica en contar con esta tecnología. El sistema de canillas se inventó en Londres, para mantener el equilibrio perfecto de los ingredientes que hacen a un cóctel, incorporando velocidad y novedad al servicio.

Además de Aperol Spritz y Gin Tonic, tienen una barra con 20 tipos de gin. También ofrecen sus handmade premium (Boulevardier, Moscow Mule, Negroni, Whisky Sour). Entre los de autor, La feliz sale en un faro.

La estética industrial cobra vida con un imponente escenario, que pone la música para completar el círculo hedonista, con shows y DJs. “Cocktails and funny music” es el lema.

Dónde: Niceto Vega 5924.

Solo viernes y sábado.

Oak
Gentileza Turismo GCBA

24. Oak

Un lugar para reuniones íntimas o para tomar una copa con amigos, en un living elegante, revestido en roble francés, con paneles tallados que datan del año 1600 y que provienen de un castillo en Normandía. Ahora se conservan en otro palacio, en el bar del hotel de lujo que es Park Hyatt Buenos Aires.

Como su ADN legendario, la carta de Oak Bar es un homenaje al pasado, y una celebración del presente con cócteles clásicos y de autor, a cargo de la dupla compuesta por Santiago Elkin y Sarco Contreras. Oak Bar es, además, un cigar bar donde los huéspedes y clientes pueden disfrutar de sus puros y habanos.

El dato: la selección de whiskies es increíble.

Dónde: Avenida Alvear 1661.

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Felicia
Felicia

25. Felicia

Aquí nos volvemos a encontrar con Mona Gallosi, que diseñó la propuesta de coctelería de este nuevo atractivo de Recoleta. Dentro del Sofitel, el bar propone tragos con mucha personalidad, y que al mismo tiempo son easygoing, como el espacio. Empezamos con Franca con Johnnie Walker Black Label, vermú seco, frambuesa, lima, ginger ale. Como nos gusta lo picante, de los signature, vamos por Dichosa (que lleva merken) y nos despedimos con un clásico que nos da mucha “Felicia” encontrarlo: nuestro amado Bloody Mary. ¡Solo para paladares entendidos y para manos expertas! Tenés la garantía de que en un hotel internacional lo van a hacer muy bien.

Dónde: Posadas 1232.

Todos los días desde las 18 hs.

Sesh Bar
Sesh

26. Sesh Bar

Algo está pasando, y es detrás de una heladera. Esa es la clave para pasar al nuevo hidden cocktail bar de Palermo. Sech bar se esconde dentro de una cervecería, que tras seis años de romperla toda con su birra artesanal, ahora creció hacia la coctelería, con el mismo ímpetu y detallismo con la que cocinan las cervezas.

Llamaron a Diego Zelaya para diseñar la carta, una explosión de sabores y texturas. La especialidad de la casa es el Gibson echalote (Gin Heraclito 40 botánicos, echalotes encurtidos, perfume de vermú seco). También podés ir por un Bomba de Gimlet (Gin Bombay, cordial de granada, jugo de lima), por alguna de las muchas opciones de vermú nacional, o por las cervezas que los consagraron. Una promesa en la que creemos.

Dónde: Honduras 5916.

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Chabrés
Chabrés

27. Chabrés

De lo más nuevo nos vamos a una leyenda: Oscar Chabrés, el mítico barman del hotel Claridge, que representa a buena parte de la historia de la coctelería argentina y de toda una generación de profesionales de las barras.

Fue caddie, cartero, camarero, y hoy tiene su propio bar de coctelería clásica internacional, más algunas copas firmadas y dedicadas a los miembros de su familia. El cóctel de la casa es Crimax: ¡tardó cuatro meses en crearlo! Lleva ron añejo, cointreau, angostura, vermú bianco.

El propio Chabrés es quien te recibe detrás de la barra de este pequeño local de estilo inglés, vecino a la Plaza San Martín. Entonces hay que encomendarse a su voluntad, sin siquiera molestarte en abrir la carta (por fin algo más genuino que escanear los molestos QR) y permitir que sea él mismo quien te pregunte y te recomiende qué tomar. Un espacio que de tan auténtico es inverosímil.

Dónde: Marcelo Torcuato de Alvear 554.

Mamita Bar
Mamita Bar

28. Mamita Bar

Otro mito de Buenos Aires. Por acá pasaron todos. Famosos (muchos actores y cineastas) y anónimos, no hay quién no termine una noche en Mamita.

Shows en vivo y mucho rock son los condimentos de este acierto que no se rinde. Una esquina en Colegiales que no duerme. Para una salida informal y musical en grupo, este reducto bohemio revive la movida ochentosa en un ambiente festivo que interpela a los que crecieron escuchando a Charly o a Virus. Para tomar algo, para meter unos pasos, para socializar con gente que solo viene a pasarla bien. Acá no hay VIP.

Dónde: Av. Alvarez Thomas 487.

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Rabieta
Rabieta

29. Rabieta

Cuenta con su exitoso Brewhouse en el Hipódromo de Palermo y ya conquistó Zona Norte: abrió su sexto bar, y queda en Nordelta. Todo es mega: un espacio enorme, un local re moderno y de calidad para recibir a todos los que quieren venir. Los fans de la cerveza artesanal estarán encantados de encontrar 26 canillas con una amplia variedad de estilos.

Dónde: Avenida de los Lagos 7008, Nordelta. También hay varias sedes en CABA, buscá la que te quede más cerca en su página web.

Abierto todos los días. 

La Fuerza Bar
La Fuerza Bar

30. La Fuerza Bar

Una de las primeras vermuterías, punta de lanza del boom moderno del vermú en Buenos Aires. Nació en 2018 con ese propósito: ser un bar para descubrir el vermú. Desde una esquina en Chacarita, la propuesta fue adoctrinar sobre la cultura de vermutear, y hoy tiene un montón de fieles. En una casa de 1933, con amplios ventanales, barra con taburetes, espejos en las paredes, un mural con venecitas sobre mitología, con los personajes que ilustran las botellas del vermú que fabrican con uvas de Mendoza, botánicos y hierbas silvestres de diferentes lugares del país. Desde que levantaron la persiana sirven cócteles con vermú. Clásicos, como el Negroni o el Ferroviario, y otros que fueron pensando en estos años. Para tomarlo como Dios lo trajo al mundo (desnudo, con hielo y soda) o para innovar en mezclas y nuevas formas de tomarlo. Vos elegís.

Dónde: Av. Dorrego 1409.

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La Uat Bar
La Uat Bar

31. La Uat Bar

Detrás de una rotisería, se esconde este point de la noche porteña. Para salir a tomar algo en código boliche, como su nombre lo dice: acá se re arma. Acaban de cumplir tres años y se picó, tiraron la casa por la ventana, como cada vez que hay artistas invitados.

Si estás para romper el piso, pedite un Lemon champeta: Vodka Sernova, cedrón, palo santo, helado de limón, Chandon extra brut y una brochette de gomitas. Ya que estás en una disco,  podés ir por un Sex on the beach o Esperma de pitufo reversionado.

Después no digas que no te avisamos: del otro lado de la cortina está una de las barras más cool de Buenos Aires.

El dato: podés reservar una mesa en la terraza.

Dónde: Thames 1627.

The Shamrock
The Shamrock

32. The Shamrock

Nos vamos con un regreso glorioso. Quien dijo que todo vuelve tenía razón. Hasta este  bar emblemático de Retiro, que fue fundado por un irlandés enamorado de la Argentina. El señor en cuestión es Jason Murphy, que trajo a su ciudad adoptiva la onda de los pubs de Dublín. Tuvo que cerrar por la pandemia, pero acaba de reabrir y lo estamos celebrando, porque se vino con todo. Line up muy activo y en el Basement hay movida electrónica.

Dónde: Rodríguez Peña 1220.

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