Después de siete años sin tocar en el país, los escoceses de Primal Scream regresan a Buenos Aires con un nuevo disco bajo el brazo y la misma energía que los convirtió en una de las bandas más influyentes del rock alternativo. El grupo encabezará el Music Wins Festival 2025, que se realizará el domingo 2 de noviembre en Mandarine Park y compartirá cartel con Massive Attack y Tash Sultana (no te pierdas la entrevista mano a mano que le hicimos a la joven estrella australiana).
En diálogo exclusivo con Time Out Buenos Aires, Bobby Gillespie, vocalista y alma de la banda, reflexiona sobre la inocencia de sus primeros años, la espiritualidad detrás de Come Ahead y el vínculo inquebrantable con el público argentino.
El 5 de octubre publicaste sobre el aniversario de tu disco debut, Sonic Flower Groove, lanzado en 1987. Hace 38 años. Cuando mirás hacia atrás, ¿cómo te sentís con ese álbum hoy? ¿Seguís conectado con esos sonidos o se siente como otra vida?
Estoy muy orgulloso de ese disco. Orgulloso de las canciones y de las interpretaciones de los músicos. Lo estuve escuchando hace poco y me encanta su sinceridad. Es muy puro, y eso solo lo pueden lograr los jóvenes. Le dimos todo lo que teníamos a esa música, y por eso es tan genuina. Esa pureza suele perderse cuando un artista hace más discos, tiene éxito, envejece y gana experiencia. Los primeros álbumes tienen algo muy sincero, inocente y hermoso.
Tambien te puede interesar: Conocé el line up nacional del Music Wins Festival 2025
Una nueva generación está descubriendo a Primal Scream. ¿Cómo vivís la conexión con ese público joven?
En las giras por Europa, Australia, el Reino Unido e Irlanda, vimos de todo: gente de mi edad, un poco más joven, y también muchos chicos. Es una mezcla hermosa. Creo que para muchos jóvenes, ver a una verdadera banda de rock and roll en vivo es una experiencia nueva, porque ya casi no hay bandas así. La mayoría son de rock indie o “rockean”, pero sin espíritu de rock and roll. Y si no podés bailar con eso, no es rock and roll. En cambio, cuando vas a un show de Primal Scream, podés bailar, podés sentirlo con tus amigos. Y para esos jóvenes que nunca vivieron algo así, nuestras presentaciones les explotan la cabeza.
Para muchos jóvenes, ver a una verdadera banda de rock and roll en vivo es una experiencia nueva, porque ya casi no hay bandas así
El nuevo álbum, Come Ahead, suena nostálgico y fresco al mismo tiempo: tiene alma, funk y algo de melancolía. Después de tanto tiempo y cambios personales, ¿qué querías decir con este disco que no habías dicho antes?
Había mucho que quería decir. La primera canción, Ready to Go Home, es alegre, aunque habla de aceptar la muerte. Es una canción luminosa sobre dejar de pelear contra eso. No le tengo miedo a morir, mientras no sea de forma violenta o dolorosa. La idea era escribir desde la perspectiva de alguien que ya vivió, que dice: “Tuve una buena vida, hice lo que debía, y está bien”. Es sobre encontrar paz interior, entender que somos apenas partículas de energía en este cosmos, que no somos mejores que nadie. Es una aceptación cósmica. Y no podés escribir algo así a los 20 años. Love and Resurrection habla del amor. Heal Yourself trata sobre la redención: alguien que fue un pecador, que hirió a la gente que amaba, y que ahora busca perdón. Deep Dark Waters y Echoes from the Past también son muy importantes para mí.
Tambien te puede interesar: 10 datos curiosos sobre Primal Scream
Vuelven a la Argentina después de siete años, esta vez para el Music Wins Festival. ¿Qué energía esperás del público de Buenos Aires?
Son los mejores. Los fans de Buenos Aires son tan sexies, tan llenos de energía. Todo el mundo lo siente. Es como tocar en Glasgow. Es la misma vibra. Los hinchas de fútbol de Argentina y los de Glasgow son iguales: esa pasión, esa energía de clase trabajadora. Y así son los fans argentinos: entienden el rock and roll. Son increíbles.
Después de cuarenta años de música, revoluciones y reinvenciones, ¿te queda algún sueño o colaboración pendiente?
Sí... pero no lo voy a decir.