El colectivo francés de disco-pop L’Impératrice finalmente aterriza en Buenos Aires. El 2 de noviembre, el sexteto parisino formado por Charles de Boisseguin, Hagni Gwon, David Gaugué, Achille Trocellier, Tom Daveau y su nueva vocalista Louve, traerá su sonido cinematográfico y lleno de groove al Music Wins Festival (entradas, acá) donde compartirán escenario con Massive Attack, Primal Scream y algunas de las bandas argentinas más destacadas.
Formada en 2012, la banda se ha reinventado una y otra vez, fusionando el funk retro con una sensibilidad moderna y futurista. “Pasamos por muchos cambios: una nueva voz, nuevas ideas, nuevas formas de pensar, escribir, cantar, movernos, vibrar… ¡todo!”, contaron a Time Out. Y mientras se preparan para su esperado debut en Argentina, prometen nada menos que “un tsunami de baile, diversión y libertad disco”.

L’Impératrice nació en 2012. ¿Cómo describirían la evolución de la banda desde entonces? ¿Cuáles fueron los mayores cambios o descubrimientos en el camino?
Cambiamos de cantante (Flore Benguigui dejó la banda hace algunos meses y Louve se unió como la nueva vocalista). También, vivimos muchos cambios en la voz, nuevas ideas, nuevas formas de pensar, escribir, cantar, movernos, vibrar. ¡Todo!
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En el Music Wins Festival van a compartir escenario con Massive Attack y Primal Scream. ¿Cómo se sienten al formar parte de un line-up tan diverso e icónico?
Nos sentimos súper tímidos, porque cada vez que compartimos cartel con artistas tan grandes, especialmente como ellos, es intimidante. Pero también es un desafío: es la primera vez que tocamos en Argentina, y eso lo hace emocionante. Además, estamos muy agradecidos.
¿Qué es lo que más les entusiasma de venir a Argentina?
Hace mucho tiempo que la gente nos pide que toquemos en Argentina. Sabemos que hay expectativa, que nos están esperando, y eso nos emociona. En realidad, casi no tocamos en Sudamérica: sólo una vez en Chile y otra en Colombia.
Si tuvieran que describir un show de L’Impératrice en una o dos frases —para alguien que los vea por primera vez en el Music Wins—, ¿cuáles serían?
Un tsunami de baile. Mucha diversión, mucha música disco para pasar una gran noche. Y, sobre todo, la libertad de la música.
L’Impératrice es la libertad de la música
Sus videos y su puesta en escena tienen una identidad visual muy marcada: las paletas de colores, los outfits, las atmósferas casi cinematográficas. ¿Cómo trabajan el costado visual cuando crean una canción? ¿La imagen aparece primero o después de la música?
Siempre viene primero el sonido, y la imagen aparece justo después. El sonido es la prioridad. Pero lamentablemente, esta vez no podremos traer todo el set y la escenografía, porque estamos viajando mucho: tocamos en Argentina, pero también en Brasil, Colombia y Estados Unidos, antes. Es muy difícil mover todo ese material. De todos modos, estaremos acá con nosotros mismos y con la música, que es lo más importante.

¿Su presentación será similar a la que hicieron en Coachella en 2024?
No, musicalmente no. Tocaremos algunos clásicos, por supuesto, pero todo el diseño será mucho más minimalista.