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10 lugares donde se filmaron películas en Mendoza

De Brad Pitt al cine mendocino independiente, descubrí diez escenarios reales que podés visitar y reconocer en la pantalla grande.

Julieta Poblete
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Gracias a sus atardeceres, montañas y paisajes de ensueño, Mendoza se ha ganado un lugar privilegiado dentro del universo cinematográfico. Entre valles cordilleranos, pueblos históricos y bodegas emblemáticas, directores nacionales e internacionales han encontrado en la provincia un escenario versátil, capaz de transformarse en el Tíbet, en una ruta de reencuentros o en el escondite de un gran robo. Cada rincón ofrece una atmósfera propia y una belleza que cautiva tanto a la cámara como al viajero.

En esta selección te invitamos a recorrer diez lugares que brillaron en distintas películas, desde éxitos internacionales hasta producciones locales que supieron reflejar la esencia mendocina. Son territorios que podes recorrer y adentrarte en ellos, más allá de la pantalla.

1. Siete años en el Tíbet (1997) – Valle de Uspallata

Ante la imposibilidad de filmar en territorio tibetano, el equipo de Siete años en el Tíbet trasladó la producción al oeste argentino. ¿Dónde? Precisamente al Cerro Tunduqueral, ubicado en el Valle de Uspallata, una localidad del departamento de Las Heras, en Mendoza. Durante meses, el lugar se transformó: se levantaron templos, aldeas y escenografías orientales. Claro que el set luego fue retirado, pero su recuerdo todavía late entre los vecinos, orgullosos de haber recibido a Brad Pitt en su pueblo.

Visitar Uspallata es internarse en un paisaje de silencios andinos, rodeado de montañas y aire puro. A unos 120 kilómetros de la ciudad de Mendoza, este pueblo de montaña conquista por su serenidad, la calidez de la gente y su belleza natural. A menos de 7 kilómetros de allí, el cerro Tunduqueral, lugar sagrado de antiguos pueblos originarios, invita a recorrer sus senderos de trekking y a descubrir las pinturas rupestres que datan de más de mil años.

El dato: escondido en el corazón del pueblo, el bar Tíbet guarda una verdadera joyita para cinéfilos, ya que gran parte de la escenografía original utilizada en el rodaje quedó allí.

Dónde: Cerro Tunduqueral, Valle de Uspallata, Las Heras, Mendoza.

2. Muere, monstruo, muere (2018) – Hotel Termas El Sosneado

Dirigida por el mendocino Alejandro Fadel, esta es una película de horror ambientada entre paisajes tan bellos como inquietantes. El relato sigue a un policía rural que investiga el extraño caso del cuerpo de una mujer sin cabeza. Así, Fadel combina la crudeza del género con la imponente belleza natural de Mendoza. El Hotel Termas El Sosneado, con su historia de esplendor y abandono, aporta un toque de misterio único en la trama.

Al sur de Mendoza, en el departamento de San Rafael, luego de recorrer unos 60 kilómetros de ripio, se encuentra un hotel abandonado de 1938. Hablamos del Hotel Termas El Sosneado, cuyo nombre no es casual, ya que se caracterizaba por poseer piletas termales, las cuales hoy en día se conservan. La experiencia comienza con un trayecto en el que dominan las montañas imponentes y la presencia de animalitos al costado del camino, y culmina con la llegada al hotel. Allí se puede hacer trekking, cabalgatas, mountain bike o paseos fotográficos. Todo esto convierte a la zona en un destino imperdible, donde el silencio y la altura se entrelazan en una experiencia inolvidable.

El dato: la película llevó la belleza de los paisajes mendocinos a la gran pantalla, llegando incluso a brillar en el Festival de Cannes, donde fue nominada en la prestigiosa sección Un Certain Regard.

Dónde: Hotel Termas El Sosneado, San Rafael, Mendoza.

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3. El robo del siglo (2020) – Potrerillos

El robo del siglo, dirigida por Ariel Winograd y protagonizada por Guillermo Francella y Diego Peretti, encontró en Mendoza el escenario perfecto para su gran final. La película recrea el asalto al Banco Río de Acassuso ocurrido en 2006, un robo que sorprendió al país por su audacia y precisión. En la ficción, la historia culmina en Potrerillos, donde el personaje de Peretti logra fugarse después del atraco. Las escenas finales, rodadas entre las montañas y el dique, muestran el costado más majestuoso y sereno de la provincia, en contraste con la adrenalina del relato.

A solo 69 kilómetros de la ciudad de Mendoza, Potrerillos es uno de los destinos más encantadores (y hogar de Experiencia Chirivia). Caracterizado por el inmenso espejo de agua de su dique, el lugar invita a disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. Rafting, kayak, stand up paddle, senderismo y cabalgatas son algunas de las actividades preferidas de quienes lo visitan. Pero ojo, muchos locales también disfrutan de un picnic frente al dique, degustar platitos en sus restaurantes de montaña o pasar la noche en cabañas o domos con vistas inigualables.

El dato: aunque en la ficción el protagonista se esconde entre las montañas mendocinas, en la vida real la mente detrás del robo al Banco Río eligió otro refugio: la quebrada de Bauchazeta, en Iglesia, San Juan.

Dónde: Potrerillos, Luján de Cuyo, Mendoza.

4. Road July (2010) – La Ruta 40 y el Sur Mendocino

Road July, dirigida por el mendocino Gaspar Gómez, es una road movie que despliega su fuerza narrativa en las rutas despejadas y áridas del sur de Mendoza. La película narra la historia de July, una niña que acaba de perder a su madre y emprende, junto a su padre a quien apenas conoce, un viaje hacia San Rafael para encontrarse con su abuela materna. A bordo de un viejo Citroën, ambos atraviesan rutas solitarias, pueblos y montañas.

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El paisaje mendocino funciona aquí como un tercer protagonista: las rutas solitarias, los parajes naturales amplios, el viento, el cielo vasto y los silencios entre tramo y tramo acompañan tanto como los personajes. El rodaje se realizó en nueve departamentos de Mendoza: Capital, Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén, Luján de Cuyo, Tupungato, Tunuyán, San Carlos y San Rafael. En ese itinerario se despliega una postal auténtica del interior mendocino: los caminos de tierra, el sol sobre la cordillera y la calidez de cada pueblo. Cada kilómetro recorrido se convierte en una historia viva, una invitación a mirar la provincia con nuevos ojos.

El dato: considerada el primer film industrial de Mendoza, Road July marcó un hito al ser producida con estándares profesionales de la industria cinematográfica nacional, rodada íntegramente en la provincia.

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5. La sociedad de la nieve (2023) – Valle de las Lágrimas

Este filme, dirigido por el español Juan Antonio Bayona, revive uno de los hechos más conmovedores del siglo XX: el accidente del vuelo 571 en 1972, cuando un grupo de jóvenes sobrevivió 72 días en el medio de los Andes. La película fue rodada principalmente en Sierra Nevada (España), Montevideo (Uruguay) y parte en Chile, debido a la inaccesibilidad del sitio real del siniestro: el Valle de las Lágrimas.

Si bien el proyecto no se rodó en el lugar del accidente, llegar al Valle es una experiencia posible y profundamente conmovedora. La travesía parte desde El Sosneado, en San Rafael, en una expedición que dura unos tres días y dos noches en total. Para muchos puede parecer un trayecto largo, pero las vistas a las montañas, los ríos que acompañan gran parte del camino y, sobre todo, el llegar al sitio donde todavía descansan los restos del fuselaje del avión, son la recompensa de una aventura única. Visitar este lugar es vivir una historia de resiliencia humana en medio de uno de los paisajes más inquietantes de la cordillera.

El dato: el Valle de las Lágrimas debe su nombre a un curioso fenómeno natural. En la zona abundan minerales que pueden causar irritación en los ojos… como si el propio paisaje hiciera llorar a quien lo visita.

Dónde: Valle de las Lágrimas, Malargüe, Mendoza.

6. Parque Central (2022) – Parque General San Martín

Parque Central es una película mendocina dirigida por los mendocinos José Kemelmajer y Axel Rezinovsky, con un elenco, equipo técnico y escenarios íntegramente de la provincia. La historia sigue a Néstor, un médico estructurado y solitario que investiga el retraso del envejecimiento celular en un geriátrico. En medio de su profesión e intensa preparación deportiva, va entrando en contacto con pacientes, un enfermero y las personas que trabajan en el parque. En el relato, el Parque General San Martín (un spot imperdible en la ciudad de Mendoza) cumple un papel esencial en la cinta, ya que es el escenario donde se entrecruzan muchas de las historias.

Visitar este enorme parque es adentrarse en el gran pulmón verde de la ciudad, a solo un paso del microcentro. Mendocinos y turistas disfrutan de sus hectáreas arboladas para hacer deporte, tomar mates al sol o descansar junto al lago. Su trazado invita a recorrerlo en bicicleta, auto o a pie, respirando el aire fresco que oxigena toda la ciudad. Entre sus espacios verdes y caminos hay carritos de comida, restaurantes y paradas gastronómicas donde probar desde una clásica tortita raspada hasta un buen plato regional con vistas al parque.

El dato: José Kemelmajer no solo fue uno de los directores de Parque Central. También fue su actor principal y productor. Una triple jugada digna de un verdadero apasionado por el cine.

Dónde: Av. Emilio Civit y Av. Boulogne Sur Mer, Ciudad de Mendoza.

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7. Empieza el baile (2023) – Ruta de Cacheuta a Potrerillos

Dirigida por Marina Seresesky, Empieza el baile es una road movie argentina protagonizada por Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale. En ella se narra el reencuentro de tres viejos artistas del tango que emprenden un viaje en una destartalada combi desde Buenos Aires hasta Mendoza. La directora, una argentina radicada en España, eligió filmar en la provincia de Cuyo movida por un deseo personal: siempre había querido conocerla. Así, la ruta que une Cacheuta con Potrerillos se convierte en el escenario de uno de los momentos más emotivos del film y en una auténtica protagonista visual.

El recorrido desde la localidad de Cacheuta hasta Potrerillos es uno de los trayectos más encantadores de Mendoza. En un punto del recorrido aparecen los conocidos caracoles, una serie de curvas angostas y pronunciadas que se retuercen entre los cerros ofreciendo miradores naturales. Acá el viajero puede detenerse a admirar los tonos ocres, verdes y marrones de las laderas, mientras el aire andino regala aromas de jarilla. La ruta es un espectáculo en sí misma y alcanza su máximo esplendor al llegar a Potrerillos, con la postal del Dique.

El dato: en la 26ª Edición del Festival de Málaga, la película no solo se ganó el corazón del público, que la premió con la Biznaga de Plata como Mejor Película elegida por la audiencia, sino que además Jorge Marrale se llevó otra Biznaga de Plata por su interpretación como Mejor actor de reparto.

Dónde: RP82, Luján de Cuyo, Mendoza.

8. Mensaje en una botella (2025) – Bodega Penedo Borges

En la comedia romántica protagonizada por Luisana Lopilato, Benjamín Vicuña y Benjamín Amadeo, la Bodega Penedo Borges se convierte en escenario central bajo el nombre ficticio de “Bodega Renard”. En la trama, una sommelier descubre que puede comunicarse con su pasado enviándole mensajes dentro de botellas de vino —una historia mágica que encuentra su marco perfecto en los paisajes de Agrelo y la atmósfera encantadora de esta bodega mendocina.

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Ubicada en Luján de Cuyo, Penedo Borges combina arquitectura contemporánea, espíritu artesanal y un entorno natural imponente a los pies de la Cordillera de los Andes. Sus vinos, elaborados con prácticas sustentables, reflejan la identidad del terruño y acompañan experiencias memorables: degustaciones, almuerzos entre viñedos y atardeceres que parecen sacados del cine. No es casual que haya sido elegida como locación: en Penedo Borges, cada copa guarda una historia —y, a veces, un mensaje.

El dato: este filme fue uno de los proyectos beneficiados por el programa Cash Rebate del Gobierno de Mendoza, obteniendo incentivos fiscales por filmar en la provincia. Una ayuda clave que permitió que el guión tomara forma entre los paisajes mendocinos.

Dónde: Bodega Penedo Borges, Ruta Internacional N° 7, km 8. Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza.

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9. Jaque Mate (2024) – Bodega DiamAndes

Esta comedia de acción, dirigida por Jorge Nisco y protagonizada por Adrián Suar, sigue a Duque, un exagente que debe volver a su antigua vida cuando su sobrina es secuestrada. El rescate lo lleva directo a la provincia de Mendoza. Una de las locaciones del rodaje fue la Bodega DiamAndes, que en la ficción se transformó en un laboratorio de alta seguridad, donde el protagonista se infiltra. Su arquitectura moderna, con grandes ventanales y los viñedos extendiéndose frente a la cordillera, ofreció el equilibrio perfecto entre realismo y espectáculo visual.

Perteneciente a la familia Bonnie, prestigiosos productores de Burdeos (Francia), la Bodega DiamAndes nació en 2005. Diseñada por la reconocida arquitecta Eliana Bórmida y su marido Mario Yanzón, la bodega se integra de manera natural al paisaje del Valle de Uco, combinando sustentabilidad, tecnología y diseño con una elegancia que la distingue. Sus extensos viñedos se despliegan al pie del Cordón del Plata, produciendo vinos orgánicos y veganos de alta gama. Su restaurante DIAM’S completa la experiencia con una propuesta gastronómica inspirada en la bistronomía francesa, elaborada con productos locales y maridada con las mejores vistas.

El dato: el nombre DiamAndes proviene de la fusión entre las palabras Diamante y Andes, una joya escondida entre montañas que, además, sorprende con un guiño especial para los locales: a los argentinos les ofrece un 25 % off en todas las experiencias.

Dónde: Clodomiro Silva S/N, Vista Flores, Tunuyán, Mendoza.

10. Las Rojas (2022) – Minas de Paramillos

Protagonizada por Mercedes Morán y Natalia Oreiro, Las Rojas es un relato de aventura, tensión y reflexión en un entorno natural impresionante. El filme sigue a Carlota, una paleontóloga, y a Constanza, una bióloga, quienes unen fuerzas cuando un rival llega con planes de explotar el territorio donde se encuentran. Rodada en locaciones naturales de Mendoza, la película saca provecho del terreno árido y majestuoso. Pero si hay un escenario que llama la atención, ese es el de las Minas de Paramillo.

Ubicadas en Uspallata, a menos de 110 kilómetros de la ciudad de Mendoza, estas minas jesuíticas se remontan al siglo XVII. Allí llegaron a emplear a más de 4.500 trabajadores de pueblos originarios con el fin de encontrar minerales preciados. Hoy, sus ruinas y túneles, con más de 10.000 galerías subterráneas, cuentan siglos de historia. En el sitio, existen circuitos de trekking minero, caminatas guiadas por distintos niveles de las galerías, y opciones más aventureras con descensos en rappel y tirolesa. De esta manera, las Minas son una cita obligada para los amantes de la historia, la naturaleza y el turismo de exploración.

El dato: el nombre “Paramillos” proviene del diminutivo de páramo, palabra que significa “lugar desolado”. Un detalle que encaja a la perfección con el paisaje solitario e imponente que rodea estas antiguas minas.

Dónde: RP52 km 25, Uspallata, Las Heras, Mendoza.

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