1. Cal Restaurante - Sitio La Estocada


En la intimidad de la finca de Matías Michelini, en Gualtallary, se encuentra CAL, un restaurante de apenas cinco mesas que entiende la gastronomía y la construye. Liderado por Daniela Ovejero Michelini y Enzo González Petra, este proyecto familiar se nutre del entorno y de la filosofía compartida con pequeños productores de la zona. Cada paso del menú se inspira en el ritmo de la naturaleza y en los productos que nacen en la finca, logrando una cocina con identidad que une territorio, memoria y presente.
En este inicio de primavera, la huerta provee vegetales como espárragos, coles de Bruselas, repollos, coliflor, entre otros. De allí surgen platos como los espárragos asados con hojas de coles de Bruselas, hinojo silvestre, hierbabuena y espuma de vermut, que evocan la pureza de un río; o la leche de almendras fermentadas con habas frescas, eneldo, láminas de ajo y mostaza de Osaka, un juego de texturas y frescura. Los maridajes giran en torno a una selección de vinos de Matías Michelini, como el Agua de Roca 2024 (Sauvignon Blanc) que habla de montaña, o el Caos Chardonnay 2018, de múltiples fermentaciones que potencia la espuma de vermut. También incluyen etiquetas internacionales como GarnaChe de Navarra, y cierran la experiencia con infusiones de hierbas de la finca.
El dato: antes de almorzar, los comensales participan de un recorrido por la finca de Sitio La Estocada (viñedos, huertas, apiario, secadero de hierbas) que conecta directamente con lo que luego llega al plato.
Dónde: Los Europeos y Ruta 89, Tupungato, Mendoza.