1. Comer churros con chocolate caliente a La Giralda


Hay placeres invernales que no necesitan presentación. Y el combo chocolate caliente + churros en La Giralda es, sin dudas, uno de ellos. Esta joyita del centro porteño conserva su espíritu desde 1951: espejos tallados, estantes con botellas de todo tipo, muebles de antaño y un mostrador de madera.
Si vas por la tarde podrás disfrutar de una merienda bien porteña. Sin embargo, si el antojo te agarra al mediodía, hay también opciones para almorzar. En invierno, cuando el cuerpo pide algo dulce y calentito, es casi obligatorio dejarse caer por alguno de sus dos locales y regalarse un ratito sin apuro. Tienen dos sucursales: la primera y legendaria sobre Avenida Corrientes y la recientemente inaugurada en el Mercado de San Nicolás.
Dónde: Corrientes 1453 y Av. Córdoba 1750 (Mercado San Nicolás).