1. Ultramarinos


Ultramarinos es la cita para quienes eligen el mar antes que la carne. La segunda casa del chef Maximiliano Rossi —recomendado en la Guía Michelin 2025— se esconde en el Barrio Chino como un refugio acuático donde el tiempo baja un cambio. La puerta gigante queda atrás y el bullicio del pasaje se apaga: piedra, madera y luces cálidas preparan la escena para una noche que se cocina a fuego bajo.
La cocina es un viaje: ostras, navajas, cholgas, pacú, surubí, lisa, bonito… todo trabajado con obsesión técnica y respeto por la pesca argentina. Hay dos modos de encarar la cita: ir de a poco, en clave tapeo (esa papa crocante con huevas de trucha o las anchoas de Hernán Viva con pan brioche son flechazos directos al corazón) o tirarse a la pileta con la barra y dejarse llevar por el equipo mientras ves cómo salen chipirones con sofrito de tinta, navajas en XO o pesca braseada.
La barra acompaña con cócteles filosos (probá el Umami Martini, un escándalo elegante) y una carta de vinos curada por Diana Mejías que no se pone enciclopédica, pero sí sabe sorprender. El salón está pensado para encuentros: mesas separadas, cocina abierta que suma sin invadir y una intimidad que te deja hablar, comer y compartir sin distracciones. Una cita para quienes disfrutan del mar en serio.
Dónde: Arribeños 1980, Barrio Chino, Belgrano.





















