El sábado 2 de noviembre, Mandarine Park vivió una jornada perfecta: clima ideal, producción impecable y un récord histórico de asistencia para la cuarta edición de Music Wins Festival, el festival que ya se ganó su lugar como referencia absoluta del indie en Argentina. Cuatro escenarios, más de veinte artistas y una curaduría quirúrgica definieron un día donde la música volvió a ser el centro de todo .Además, debutó el Time Out Garden, el espacio gastronómico de Time Out que rápidamente se convirtió en punto obligado entre show y show.
Los artistas internacionales: lección de contexto, riesgo y elegancia
Massive Attack entregó un set emocional e hipnótico, con visuales milimétricas y un nivel de atención sonora tan nerd que ajustaron momentos del show según la actividad del aeropuerto vecino. Alguien del equipo miraba la pista para sincronizar silencios. Delirio técnico. Resultado: sensorial.
Primal Scream trajo fuego, groove y psicodelia con Bobby Gillespie en modo icono; L’Impératrice hizo bailar con disco francés elegante; The Whitest Boy Alive apostó al funk minimalista y cálido; y Yo La Tengo demostró versatilidad absoluta tras su show acústico previo en Deseo —una intro perfecta para el estallido eléctrico del festival.
El talento local: escena nacional en estado salvaje
La música argentina sostuvo el ritmo sin bajar la intensidad. Winona Riders inauguró la tarde con rock crudo; Camionero sumó psicodelia garajera; Juana Aguirre fue emoción pura; Evlay llevó la electrónica a un plano casi espiritual; e Isla Mujeres envolvió al público con psicodelia pop.
Fonso y Las Paritarias, Sakatumba, OK Pirámides, Socorro, Hannie Schaft, Ale Cares y los Magos Farciar, Máze, Nina Suárez y Terrores Nocturnos completaron una grilla local diversa y afilada que confirma algo simple: la escena argentina no para de mutar —para bien.
Time Out Garden: comer bien (y sin resignar estilo) entre shows
El corazón gastronómico del predio fue el Time Out Garden, un espacio curado por Time Out (¡por nosotros!) con opciones para veganos, vegetarianos y fanáticos de lo clásico. La fórmula: calidad real, servicio ágil y sabor sin demoras.
- Ti Amo Pizzería y sus foaccias de masa madre.
 - Tita La Vedette con pastas artesanales y veganas.
 - Koko Bao Bar, baos con acento porteño.
 - Abreboca, criollo remixado.
 - Cucha del Pari, espíritu street latino.
 - La Choripaneria, choris con sello gourmet.
 
Para endulzar: Maru Botana, Gino El Capo, Scanapiecco y café de especialidad por Lab Café.
Con cuatro escenarios, récord de asistencia y una producción aceitada, Music Wins 2025 confirmó algo sencillo y contundente: cuando la música se programa con amor y criterio, gana siempre. Nos vemos en la próxima edición, con los pies cansados, el BPM elevado y el sabor del Time Out Garden todavía dando vueltas.

