Las listas cambian, pero las preguntas permanecen: ¿qué significa hoy ser cocinero? ¿Qué mueve a quienes están detrás de un plato, más allá de la técnica o del brillo de una sala? Desde 2015, The Best Chef propone pensar la cocina desde ahí, desde las personas. Lo que comenzó como un proyecto del gastrónomo Cristian Gadau y la neurocientífica Joanna Slusarczyk se transformó en una red internacional donde se cruzan generaciones, saberes y miradas. Su propósito es simple y ambicioso: reunir a quienes viven la cocina como un modo de pensar. A través de premios, charlas y encuentros como Food Meets Science y Area Talks, el proyecto busca tender puentes entre la experiencia y la reflexión, entre la tradición y la innovación. The Best Chef funciona como un mapa de conversaciones: un espacio para debatir sobre sostenibilidad, cultura, tecnología, ciencia y humanidad.
En la edición más reciente, tres cocineros mendocinos se sumaron a esa conversación global. Juan Manuel Feijoo, Josefina Diana e Iván Azar fueron incorporados al listado de The Best Chef Awards, que destaca a quienes reinterpretan el presente desde su cocina. Sus trayectorias confluyen en una misma idea: cocinar no solo alimenta, también piensa, pregunta y propone. En ellos, Mendoza se abre paso en el mapa gastronómico mundial sin perder raíz ni identidad. Sebastián Weigand, el chef del restaurant mendocino Azafrán, vuelve a ser reconocido por segundo año consecutivo, reafirmando su lugar entre los referentes de la nueva cocina argentina.
Juan Manuel Feijoo: el vino primero, siempre
Al frente de Angélica Cocina Maestra, Feijoo encarna la nueva generación de cocineros mendocinos que combinan técnica, emoción y una profunda conexión con el entorno. Su cocina interpreta el paisaje cuyano desde una mirada contemporánea, donde cada plato dialoga con el vino y la tierra.
“El paisaje influye en todo lo que hacemos”, cuenta. “Me despierto mirando la montaña todos los días, y todavía me sorprende. Esa vista es una fuente de inspiración constante”.
La montaña es una fuente de inspiración constante
Con un enfoque que define como “wine first”, Feijoo reconoce que el mayor aprendizaje vino —literalmente— del trabajo junto a las bodegas: “Fue muy lindo y desafiante poder estar a la altura de los vinos con nuestros platos. Es un desafío súper importante”.
Sobre su inclusión en The Best Chef, asegura que fue un mimo al esfuerzo colectivo: “Es como que, de repente, te digan ‘che, lo que vienen haciendo está bueno’, y encima estar rodeado de cocineros que admirás”.
Su norte es claro: seguir creciendo sin perder los pies sobre la tierra. “Queremos que cada experiencia en Angélica sea increíble, no solo por los platos, sino por todo lo que se vive ahí. Mantener el foco, respetar el producto y la esencia: ese es el camino.”
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Josefina Diana: el pulso de la naturaleza
Refinada, sensible y meticulosa, Josefina Diana representa la mirada más poética del territorio. También al frente de Angélica Cocina Maestra, su cocina —reconocida por la guía Michelin con una estrella roja— celebra la estacionalidad y la conexión con la tierra.
“La huerta y el clima son los que deciden qué se sirve en la mesa”, explica. “Podemos planificar, pero siempre hay variables que no controlamos; trabajamos a la expectativa de lo que la naturaleza nos dé”.
La huerta y el clima son los que deciden qué se sirve en la mesa
Su propuesta se sostiene en el respeto al entorno y la reducción de desperdicios: “Trabajar con alimentos es una gran responsabilidad. Queremos fortalecer lo positivo que hoy intentamos contagiar: cuidado, disciplina y conciencia”.
Para Diana, estar en The Best Chef es una oportunidad más que un premio: “Es una linda forma de comunicar y hablar sobre Mendoza. Que nuestra provincia esté dentro del mapa global es un honor enorme”.
El futuro, dice, está en seguir haciendo crecer al equipo y cuidar los vínculos: “Queremos que todos puedan trabajar de lo que aman, explorar su potencial y seguir generando impacto desde el producto y la responsabilidad”.
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Josefina Diana es una de las figuras más refinadas y sensibles de la escena gastronómica mendocina actual. Al frente de Angélica Cocina Maestra, uno de los restaurante mendocino con estrella roja Michelin, su cocina celebra los productos locales con sutileza y profundidad, explorando texturas y contrastes sin perder la calidez del gesto artesanal. Con una estética cuidada y un estilo propio, Josefina representa una generación de chefs que entienden la gastronomía como un lenguaje cultural y una forma de narrar el territorio desde lo sensorial.
Iván Azar: la revolución del origen
Chef ejecutivo de Casa Vigil, Iván Azar suma su mirada a la nueva escena gastronómica. Su cocina combina técnica, sensibilidad y una narrativa territorial que lo distingue.
“Lo más interesante hoy es contar una historia”, afirma. “Cada plato tiene que hablar de quiénes somos, de dónde venimos y cómo vivimos acá. El sabor importa, pero también la identidad detrás de cada producto y productor.”
Cada plato tiene que hablar de quiénes somos, de dónde venimos y cómo vivimos acá
Azar entiende la gastronomía mendocina como un paisaje vivo. “Pensar Mendoza como territorio —no solo como destino gastronómico— nos hace más honestos. Es dejar que el lugar hable a través del plato. Como Vigil embotella paisajes, nosotros los emplatamos.”
Para él, el reconocimiento internacional es una alegría compartida: “Es un honor enorme, pero más que un premio personal, es un reconocimiento al trabajo que hacemos desde Mendoza, lejos de los grandes polos gastronómicos.”
Y agrega: “Durante años se habló del vino, ahora también se empieza a hablar de la cocina, de los productos y de la enogastronomía. Este premio es orgullo para todos.”
Cocinar como acto de pensamiento
En tiempos donde la gastronomía se acelera, The Best Chef recuerda que lo esencial sigue siendo el encuentro. Feijoo, Diana y Azar no solo cocinan: piensan, sienten y reinterpretan lo que significa hacerlo desde Mendoza, entre viñedos, cordillera y comunidad.
Porque, al final, los reconocimientos sirven como espejos más que como metas: reflejan la forma en que una generación elige habitar su oficio. Y en esa elección, Mendoza vuelve a dejar huella.

